La familia de José Miguel Gallardo Vera siguió en los años 50 el habitual éxodo de muchas familias del Sur hacia la supuesta prosperidad del Norte. Había nacido en Granada en 1949 y tras unos años en Sevilla, acaban por afincarse en Barcelona en 1958 donde su familia puso una frutería, haciendo de esta ciudad su verdadero hogar. Allí estudia en la Sagrada Familia y tras terminar el bachillerato inicia estudios de Ingeniería Técnica.
Pero a él lo que le tira es la música. Su padre ve esta afición como algo poco serio, pero Miguel se matricula en el Conservatorio en el que en dos años sacará tres cursos de solfeo, guitarra y piano. Luego continuará algún año más estudiando este último instrumento. Forma su primer grupo, Los Kifers, con los que grabará un par de discos sin ningún éxito en 1969 para Vergara. Pero sus dotes como compositor no pasan inadvertidas y a instancias de este sello compone algunas canciones para otros artistas. Los primeros que grabarán un tema suyo serán Los Sirex en 1970 con “No, a mí no”, que encabezará uno de sus singles.
En una sesión de grabación canta algunos temas propios y le proponen dejar de hacer material para otros y comenzar una carrera solista. Nace “Billy Bom” (EMI Odeón, 1972) producida por Ramón Ferrán. Por la edad le toca marchar a la inevitable y frustrante mili y estando allí conoce que su primer disco ha sido editado con el nombre de Eddy Gallardo, lo que le cabrea no poco. Aunque tiene sus más y sus menos con la discográfica con la misma denominación aparece “Sentimiento” (EMI Odeón, 1973). Son canciones comerciales y marchosas con toques de pachangaque recuerdan las de Tony Ronald. Ninguno de estos singlesobtienen repercusión y Miguel acaba sus deberes militares tan desconocido como cuando los empezó.
De vuelta a la vida civil decide dar un cambio a su carrera e intentar entrar en el disputado mundo de los cantantes melódicos. Publica en el verano de 1973, ya como Miguel Gallardo, “Bajo la Lluvia” (EMI). Con este disco logra ya salir en revistas y radio, aunque tampoco vende demasiado. Será su quinto disco: “Recordando a Glenn” (EMI, 1974) el que lo sitúe por primera vez en el top10 de ventas. Esto va a propiciar dos cosas: su primera gira nacional y la aparición de su primer LP: “Autorretrato” (EMI Harvest, 1974). En ese disco sobresale el excelente tema “Quédate”, basado en un poema de Pablo Neruda con el que conseguirá otra vez situarse en una posición alta en las listas.
Y por fin llega su gran triunfo. Una baladabien construida con ribetes de erotismo lighten la letra, “Hoy Tengo Ganas de Ti” (EMI Harvest, 1975), que ocupará el nº 1 absoluto de ventas durante tres semanas del mes de enero de 1976. La foto de Miguel Gallardo se hace familiar y levanta más de un suspiro entre las jóvenes y no tan jóvenes. La canción es grabada en varios idiomas y publicada en Europa y América, alcanzando un total de ventas por encima del millón y medio de ejemplares.
Al tiempo, su prestigio como compositor se acrecienta. En su mejor momento publica poco después otra de sus canciones grandes: “Otro Ocupa Mi Lugar” (EMI, 1976), con el que vuelve a ocupar el nº 1 en 1977. Miguel Gallardo es entonces en Barcelona el equivalente a Camilo Sesto en Madrid. Su imagen de galán moderno y sus canciones le convierten en auténtico ídolo.
Todo lo que toca se convierte en oro. Publica “Miguel Gallardo 2” (EMI, 1976), probablemente el mejor LP de su carrera con unas ventas más que importantes. Y siguen sus singlestrepando la cuesta arriba del hit. “Desnúdate” (EMI, 1977) ocupa durante un tiempo el top 5 y “Gorrión” (EMI, 1978) llega al primer lugar de Los 40 Principales. También su vida privada va viento en popa. A pesar de que la prensa del colorín le adjudicó varios falsos romances, Miguel fue hombre de una mujer. Se casa en 1979 con Pilar Velázquez, un mito del cine de destape que había sido novia de otro cantante conquistador, Manolo Otero, durante varios años. Se convierten en la pareja guapa de moda. En 1981 nacería el primer y único hijo de la pareja de la que se separaría en 1982.
Las canciones de Miguel Gallardo y las del dúo Ana y Johnny ponen banda sonora a la desinhibición sexual de una generación que por primera vez hace el amor sin tapujos ni culpabilidades.
Sigue la carrera exitosa de Miguel, aunque ya no logra las ventas astronómicas de años anteriores. Obtiene, no obstante, buenos dividendos de su sencillo “Saldré a Buscar al Amor” (EMI, 1978) y del LP: “Por Un Poco de Ti” (EMI, 1979). A él le hubiera gustado hacer temas de popy rock, pero las fans y la discográfica le exigían seguir fabricando caramelos con gotas de picante que comenzaban a parecerse demasiado entre ellos.
Miguel Gallardo sigue siendo un cantante de primera fila publicando con regularidad, pero las ventas se van resintiendo. En 1980 cambia de sello y se replantea su carrera. Hace una gira americana. Aquí sus dos últimos long play “Sígueme” (Ariola, 1980) y “A Mi Próximo Amor” (Ariola, 1982) han vendido muy poco, a pesar de contar con algunos temas de gran calidad. En 1983 se establece en Miami y comienza a alternar sus discos y actuaciones con su labor como autor y productor. Se pasa mucho tiempo empapándose de técnicas de grabación que años después le van a servir no poco para producir a otros cantantes.
Aún pondrá en el mercado cuatro LP más y algunos sencillos destacados. Entre los primeros citar “Corazón Viajero” (RCA, 1985) y ya de vuelta en España “1 + 1 = 3” (Philips 1991) con el que cerrará su propia carrera discográfica. Algunos de sus temas se asomarán de nuevo a las listas de ventas. “Muchachita” (RCA, 1984) y “Baila Gitana” (Mercury, 1988) incluido en su LP “América” (Mercury, 1988), grabado en Los Ángeles por el que fue propuesto para un premio Grammy. Son ediciones que sirven para recordar a sus antiguos seguidores que Miguel está todavía en activo y con una vena creadora importante. Pero la canción melódica vive su ocaso y los esfuerzos están condenados a caer en saco roto. En 1990 vuelve a establecerse en España, esta vez en Madrid para fundar la editora musical y productora Veramusic.
A Miguel Gallardo y su Veramusic le deben no poco de su éxito algunos de los nombres más comerciales de la música española de los 90. Por sus manos y su experiencia pasaron Enrique Iglesias, Azúcar Moreno, Ana Belén, Sergio Dalma o Greta y los Garbo.
Un curioso personaje este Miguel Gallardo al que quiero definir como un guapo con la cabeza bien amueblada. Mientras sus compañeros de generación se preocupaban de sus canas y sus arrugas y añoraban la juventud perdida, él convertía los estudios de grabación en su segundo hogar y era capaz de reinventarse como músico.
Miguel nos dejó víctima de un rápido cáncer el 11 de noviembre de 2005. Fue uno de los baladistas más completos de su tiempo con un don para hacer letras a la vez comerciales y poéticas. Sus canciones arrullaron los besos de la generación que se ha dado en llamar de la Transición y varios de sus temas de los años 70 están por derecho propio en el Olimpo de la música española.
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