La RCA apuesta fuerte por este primer LP americano de Miguel Gallardo, sacando varios sencillos y promocionándolo especialmente en el mercado de Hispanoamérica. La arquitectura sonora cambia notablemente. Un Miguel más cercano y a la vez más marchoso con mejor apoyo coral que antaño y con unos acompañamientos aparentemente –solo aparentemente- sencillos. Un LP más cercano al crooner que al baladista joven.
La canción que da título al álbum es una delicia rítmica, de lo mejorcito de un cantante que no necesita explotar sus recursos vocales para resultar atractivo y convincente. Un tema trufado de pachanga latina que resulta ideal para encabezar un single.
Otra de las canciones más justamente destacadas del LP es “Muchachita” con un acompañamiento que recuerda la más tópica música griega, similar a la conocidísima “Los niños del Pireo” pero envolviendo una letra romántica. José Vélez había hecho años antes una cesta de éxito con su “Vino griego” con unos mimbres parecidos. Dejando a un lado las influencias más que palpables, se trata de un tema atractivo de fácil escucha y digestión.
Canciones como la anterior o la descaradamente pop “Mal de ti” nos dan la dimensión más etérea de un Miguel Gallardo, cuya música parece haber adelgazado, dejando viejos lastres y ganando una ligereza que le estaba haciendo mucha falta. Una sensación que se repite en “Vivir” y su acompañamiento con un trigger de sintetizador que la perfuma de tecno o en la composición de los dinámicos Arcusa y de la Calva: “Te acordarás de mí” con la misma música y casi con la misma letra de su “Resistiré”.
También hay alguna balada marca de la casa tal que la monótona “Como un gondolier” o la más interesante “Bella desconocida”.
Un trabajo muy estimable que nos devuelve con un racimo de buenas canciones a un Miguel Gallardo tras andar unos cuantos años de capa caída.