Definir a una banda como Derribos Arias es bastante complicado. O muy simple. Es complicado porque en un marco tan adocenado como el que se puede definir como pop español, tan parco en originalidad, en talentos convertidos en islas por su heterodoxia, una banda como esta es imposible de ubicar más allá de ciertas connotaciones espacio temporales (Madrid la primera mitad de los 80). Pero a la vez es fácil de definir en una sóla palabra: Poch.
Ignacio Gasca, nombre del líder de este extraño grupo, actúa de Alfa y Omega del mismo, y de la misma manera, de toda una forma de concepción del pop. No eran como nadie y, tras ellos, nadie fue parecido. También es muy destacable la presencia de Alejo Alberdi, que más tarde se convertiría en productor de unos cuantos grupos como Aventuras de Kirlian, los más tarde Le Mans.
A finales de los 70 Poch forma en su San Sebastián natal un grupo (en el que ya estaba Alejo) llamado La Banda sin Futuro donde denominados como parte de la escena del rock radical vasco junto a grupos como UHF, Mogollón o Puskarra, ya comienzan a definir su extraña personalidad. Derribos Arias surgiría tras un intento fallido de Poch en Ejecutivos Agresivos, formación dispuesta a arrasar con su pop directo, festivo, un puntito surrealista y un sonido -porqué no decirlo- que seguía las coordenadas de Pegamoides (por donde Poch había pasado testimonialmente) pero con peores resultados y que pese a obtener un gran éxito con el single «Mari Pili» (Hispavox, 1980) no trascendió a más.
Sin embargo Poch, fuera de desanimarse, tenía en mente algo mucho más ambicioso, como hemos dicho. En el año 1982, con una maqueta que Radio 3 no deja de radiar y en la que destaca “Tupés en crecimiento”, se presentan en el concurso Villa de Madrid como cabezas visibles de los autodenominados Hornadas Irritantes, colectivo que englobaba a otras bandas como Glutamato Ye-Yé o Los Elegantes y cuyo objetivo era ser una alternativa divertida, violenta, surrealista y feroz a los que denominaban “babosos”, el pop que encarnaban bandas como Mamá o Los Secretos.
Ganan el Villa de Madrid y fichan por GASA en plena explosión de los sellos independientes, editando su primer EP, “Branquias Bajo el Agua” (GASA, 1982) incluyendo varios de sus himnos como la titular o “Vírgenes sangrantes (en el matadero)”.
Ese mismo año editan “A Fluor” (GASA, 1983) en dos versiones, single y maxi. La Cara A es la que lo titula, y la B es “Tupés en crecimiento” en la versión single y “¿Quién hay?”en el otro formato. En una actividad imparable, a ritmo con su popularidad cada vez más notoria (dentro de unos límites, pues era un grupo mucho más desconocido que su leyenda, y mucho menos famoso que la mayoría de los coetáneos), editan el single con la genial “Aprenda Alemán” y la Cara B una versión de “Lili Marlen”.
En este tiempo Poch se convierte en toda una figura en la imparable noche madrileña y se cuentan tantas anécdotas de él que es imposible saber cuáles son ciertas y cuáles no lo son. Sale a los bares con un jamón bajo su gabardina, recita parrafadas incomprensibles por las esquinas, se hace adicto a los calamares en lata…
Ya están preparados para el gran salto y la edición de un larga duración para ese mismo año, “En la Guía, en el Listín” (GASA, 1983). Grabado a lo largo de más de 4 meses en condiciones bastante terribles (de noche, los fines de semana, con unos miembros al borde del descontrol tóxico y alcohólico) el resultado puede parecer decepcionante si lo comparamos con los esfuerzos previos. Pero es una sensación engañosa. Es un gran álbum que queda ensombrecido por discos brillantes del momento que se llevaron hojas y hojas de prensa (Radio Futura, Golpes Bajos, uniendo calidad indiscutible con ventas más que jugosas). Canciones como “Crematorio” o “Misiles hacia Cuba” muestran a las claras el talento de Poch. Añaden además una excelente versión de la Velvet de «Lonesome Cowboy Bill» que retitulan “Pobre Cowboy Bill”
Tras el disco ya sólo editarán bajo ese nombre el maxi “Disco Pocho” (GASA, 1984) en el que colabora Iñaki Fernandez de Glutamato Ye-Yé, y que incluye la titular y “Branquias Bajo el Agua”.
Tras eso detectan a Poch una enfermedad degenerativa que ataca el sistema nervioso y que a la postre, en el año 1998, acabaría con su vida: el mal de Corea de Huntington. Tras la disolución de Derribos, Poch, bajo su nombre o bajo Ex-Poch Pinza lanza un par de disco más “Poch se ha Vuelto a Equivocar” (Epic,1985) y “Nuevos Sistemas Para Viajar” (GASA, 1988), irregulares pero con joyas como “Viaje por países pequeños” que, sin duda, se colocan entre lo mejor de toda su obra.
En el año 1991, se lanza un doble disco homenaje, «El Chico más Pálido de la Playa de Gross» (GASA, 1991), con fotografías de Ouka Lele y versiones de sus canciones a cargo de Fangoria, Gabinete Caligari, Esclarecidos, Décima Víctima y muchos más. Como siempre ocurre es muy disparejo e irregular, pero no exento de interés.
Ya en el año 1996 se edita un CD que recopilaba la gran mayoría de sus grabaciones con el simple título de «CD» (GASA,1996).
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