Los Secretos se forman en Madrid hacía 1978 por los hermanos Urquijo (Javier, Enrique y Álvaro). Realmente de 1978 a 1980 aún se llamaban Tos, pero eran en esencia y sonido la antesala de lo que serían. Los hermanos Urquijo tienen formación musical autodidacta al amparo de la colección de discos de su padre. Siendo adolescente Javier recibe como regalo su primera guitarra, pero sus hermanos comienzan a tocar a la vez, y mientras compran cada uno la suya, prácticamente se peleaban por la única existente.
En 1978 forman Tos cuya alineación inicial fue: Álvaro y Javier (guitarra y voz), Enrique (bajo y voz) y su amigo de la infancia José Enrique Cano -apodado Canito- a la batería y voz. Enrique y Canito tenían peso específico en el grupo al ser ya autores. El grupo se sumerge en la corriente musical de la nueva ola de Madrid, y graba sus primeras maquetas, pero todo se tuerce con el triste fallecimiento de Canito por accidente de tráfico en la madrugada del 1 de enero de 1980 (en realidad falleció pocos días después). El festival montado un mes después en Caminos en su homenaje fue todo un acontecimiento y el punto de arranque de la llamada Movida Madrileña. Allí estuvieron Mamá, Nacha Pop, Alaska y los Pegamoides, Mermelada, Bólidos, etc. Los hermanos Urquijo tras valorarlo deciden continuar como grupo.
En abril suceden tres acontecimientos clave: cambian el nombre definitivo a Secretos, reciben varias ofertas discográficas y, sobre todo, encuentran al batería y vocalista Pedro Antonio Díaz, músico de gran calidad. Entre las varias ofertas recibidas se deciden por Polydor que es la que les ofrecía más independencia artística. Así, en agosto de 1980 graban (con enorme precisión, pues los temas estaban muy trabajados) cuatro temas con Juan Luis Izaguirre como productor. Su carta de presentación –«Déjame / Niño Mimado / Sobre Un Vidrio Mojado / Loca Por Mí» (Polydor, 1980)– se publica en diciembre de ese mismo año en tirada limitada de 5000 copias, que se agota a los pocos días. De él se extrae «Déjame» en single, siendo sus ventas más moderadas que las del EP en relación a su tirada, que no es limitada, pero suficientes para que la compañía dé carta blanca al grupo y firme por tres álbumes, algo muy común en la época. ¡Quién podría figurarse ahora que «Déjame» no fuera inmediatamente una canción de éxito masivo! Más cuando con el tiempo se ha convertido en todo un himno…
El primer LP homónimo –«Los Secretos» (Polydor, 1981)– sale a la calle antes del verano de 1981. De las cuatro canciones del EP anterior incluye tres, dejando fuera «Loca por mi». El disco es producido también por Juan Luis Izaguirre y es un disco en general de power-pop potente y acelerado, con baterías precisas y guitarras brillantes. Por primera vez en muchos años oímos en el pop español guitarras eléctricas de doce cuerdas, algo muy típico del sonido de Los Secretos, pero también encontramos guitarras de seis, bellas armonías vocales y destacadas voces solistas que se reparten prácticamente siempre Enrique («Déjame», «Ojos de perdida», «Sobre un vidrio mojado»…) y Pedro («Qué puedo hacer yo», «Fuertes emociones»…), El LP y los singles que de él se extraen se venden bien y el grupo comienza a rodar en directo por toda la geografía española.
Su siguiente trabajo, publicado hacia abril del 82, fue «Todo Sigue Igual» (Polydor, 1982), del que con el paso de los años los miembros del grupo se quejarían de las prisas con que fue elaborado. En aquella época de un LP por año se les impuso un ritmo que Los Secretos hubiesen deseado que fuese mas lento, y algunas canciones fueron acabadas literalmente en el mismo estudio. Álvaro ya compone y es voz solista también y el LP tiene muy buenos momentos, pero sus ventas son realmente bajas en comparación con las del primer álbum.
Al año siguiente editan tras el verano, «Algo Más» (Polydor, 1983), un buen disco que supone el fin de la etapa con su actual discográfica, y tras el cual quedan a punto de desaparecer: a contracorriente y muy criticados en la época, la discográfica había dejado de confiar en ellos y tras realizar una nula promoción, sus discos se descatalogan y comienzan a ser objeto de colección, sobre todo los dos anteriores. A todo esto, se añaden problemas personales entre los miembros, además del fatal fallecimiento de Pedro Antonio Díaz en mayo de 1984, prácticamente a la vez que Javier Urquijo se marchaba al servicio militar (con la intención de no regresar al grupo). De no ser por unas actuaciones que les salen ese año, en las que Enrique se pasa a la guitarra y se cuenta con el bajo y batería de Viceversa, el grupo se hubiese disuelto en ese momento y de hecho fue lo que se planteó ya que la muerte de dos de sus componentes y el anuncio de Javier de dejarlo definitivamente era suficiente para desanimar a cualquiera.
Tras el verano de 1984 Polydor publica el recopilatorio «Lo Mejor» (Polydor, 1984), y reedita su primer LP, que prácticamente siempre estará en las tiendas desde entonces.
Al final de 1985, Enrique ya está formando un nuevo grupo, en un principio de una onda más americana y con un aire diferencial a Los Secretos, pero es convencido por su manager, su hermano Álvaro y el resto de los músicos para retomar nombre y proyecto, quedando la nueva formación constituida por Enrique a la voz y alguna guitarra ocasional, Álvaro a la voz y la guitarra, Steve Jordan a la bateria y voz, Ramón Arroyo a la guitarra y Nacho Lles al bajo. Los músicos instrumentalmente tienen una calidad extraordinaria, y su prueba de fuego es en mayo del 86 en las fiestas de San Isidro, donde una multitud histérica los recibe como héroes, tocando «Déjame» en el bis con guitarra y voz ante 40.000 personas que corean la canción, convertida a esas alturas en todo un clásico.
Pronto reciben la oferta del nuevo sello independiente Twins para grabar, y por última vez con Juan Luis Izaguirre graban su mini-LP «El Primer Cruce» (Twins, 1986), que sale en octubre y que no supone una ruptura radical, pero sí una nueva orientación del sonido hacia lo americano. El mini-LP se vende aceptablemente y junto con un incesante trabajo en directo graban con producción propia el impresionante «Continuará» (Twins, 1987). El grupo, habitualmente criticado en los medios, es cada vez más reconocido y va consiguiendo cierto culto, ganando seguidores en cada concierto y triunfando de manera paulatina.
De nuevo con Twins al año siguiente sacan su primer disco en directo, titulado sencillamente «Directo» (Twins, 1988), mítico para muchísimos aficionados, y con el que queda patente una trayectoria ascendente y consolidada, consiguiendo su primer Disco de Oro y disipando cualquier atisbo de malas críticas. La entrada del teclista Jesús Redondo, que inicialmente se iba a unir al proyecto de Javier y que se incorpora a Los Secretos por insistencia de Enrique, le da al grupo mayor profundidad.
Conscientes de que tanto en directo como a nivel de ventas sigue una trayectoria ascendente, Los Secretos son conscientes de que hay que tener un productor apropiado que sepa entender su música, pues la labor de Enrique hasta la fecha en la producción había dejado bastante que desear. La relación de admiración entre el nuevo productor, Joaquín Torres, y Los Secretos, es mutua, y el disco es grabado paso a paso y lentamente con mucho esmero, saliendo a finales de 1989 con el título de «La Calle del Olvido» (Twins, 1989). Con un sonido mejor en comparación con los anteriores, las ventas son muy buenas, consiguiendo esa legión de admiradores de la que hoy gozan. Por esa época salen también los primeros CD de Los Secretos y se empieza a reeditar su material, pero no todo es positivo: Steve Jordan y Nacho Lles abandonan voluntariamente, ya que el grupo empieza a tener problemas desgraciadamente de otra índole y que no es este el sitio para tratar. Los Secretos se acaban constituyendo como sociedad a la salida de Nacho y Steve, y los cuatro «secretos» oficiales van a ser Enrique, Álvaro, Ramón y Jesús. A partir de ahora todos los músicos que van a ir entrando y saliendo, van a ser, por supuesto, grandes profesionales lo primero, pero asalariados de esta sociedad.
«La Calle del Olvido», «Adios Tristeza» (DRO, 1991), «Cambio de Planes» (DRO, 1993) y «Dos Caras Distintas» (DRO, 1995), constituyen cuatro discos reposados, meditados, bien hechos con el sonido de la marca Secretos ya elaborado, y que se alejan del rock americano de «Continuará» para retomar la onda de puro pop de sus orígenes, pero también abriendo el abanico estilístico y de influencias.
De 1990 a 1995 la trayectoria ascendente de Los Secretos es imparable, mucho directo (su fuerte), y reedición poco a poco de sus antiguos álbumes, que van apareciendo en CD. La absorción de Twins por DRO, propicia que todo su catálogo desde «El Primer Cruce» vaya a estar con la misma editorial. Asimismo, Enrique, que ya había puesto en marcha su grupo Los Problemas hacía años, saca su primer álbum con éstos en 1993, el último de la saga que saldrá en LP, ya que el formato que impera en ese momento es el CD. El siguiente proyecto del grupo fue el recopilatorio «Grandes Éxitos» (DRO, 1996), que incluía temas de toda su trayectoria, y especialmente el tema nuevo «Agárrate a mi Maria». El éxito y la repercusión de este disco fue tan grande -casi medio millón de copias-, que cogió desprevenidos a todos, incluido al grupo. El «disco rojo» es el disco más vendido de su trayectoria. Paralelamente a esto se recopila a todo lujo la caja de tres CD y libreto «La Historia de Los Secretos» (DRO, 1996), que también se vendió muy bien teniendo en cuenta el tipo de producto que era, algo reservado a los coleccionistas.
Los Secretos tenían previsto publicar los recopilatorios y a continuación retomar otros proyectos, pero dado el éxito masivo que han alcanzado se dedican a promocionar estos discos (lo cual es a su vez promocionar toda su discografía) y los años 1996 y 1997 se convierten en años de mucho directo y actuaciones hasta que en 1998 por fin retoman lo que tenían previsto, es decir, un descanso para dedicarse a sus proyectos en solitario. Enrique saca en 1998 su segundo disco con Los Problemas, mientras Álvaro saca su primer álbum en solitario ese mismo año.
La muerte de Enrique Urquijo llenó de dolor a todos los admiradores de su música, y desde noviembre del 99 Enrique se convierte en un mito, tras una muerte inesperada que se suma a las de Canito y Pedro. En el momento de su fallecimiento ya se estaba preparando una nueva vuelta a la carga de Los Secretos, y se había mezclado y preparado el «disco verde», llamado «Grandes Éxitos v.2» (DRO, 1999), cuyo lanzamiento coincidirá con la muerte de Enrique no por oportunismo sino por una desgraciada casualidad. El disco se vendió bien, y la discografía de Los Secretos en general también a partir de ese momento, aunque por la mente del resto de los miembros del grupo lo que quedaba claro era que todo había acabado y llegado a su fin.
Así, «A Tu Lado» (DRO, 2000) estaba planteado como una despedida y a la vez homenaje. Se trataba de coger temas del repertorio de Enrique o Los Secretos, alguno que otro inédito, y usar como banda Los Secretos para que artistas conocidos (Luz Casal, David Summers, etc.) y otros del círculo íntimo (Javier Urquijo y José María Granados) interpretaran a su modo estas canciones. El caso es que el disco funcionó muy bien y la gira de promoción también, porque aún sin Enrique, el 100% de los fans no se resignaba a que Los Secretos hubiesen acabado para siempre. Así que en el 2001, ya terminada la gira de despedida-homenaje a Enrique, viene la siguiente decisión para Jesús, Ramón y Álvaro: ¿Es factible seguir sin Enrique? Aún con el apoyo incondicional de sus fans, ellos seguían teniendo sus dudas, producto sin duda de tantos sinsabores. Con todo y con ello, toman la arriesgada decisión de grabar su primer disco de estudio sin él. «Sólo Para Escuchar» (DRO, 2002) se vio arropado por muy buenas ventas y un amplio seguimiento. Colaboraciones de lujo, muy buen sonido y un estilo que los admiradores disfrutaron muchísimo hacen que las dudas sobre el futuro de Los Secretos queden despejadas.
El siguiente álbum sería «Con Cierto Sentido» (DRO, 2003), un directo con orquestaciones y una formación inusual que le da a las canciones un nuevo aire. Salió también editado en DVD y, como decía Álvaro, supuso quitarse una espinita que tenían clavada en cuanto al sonido en la edición de su primer directo. Sobre esta época aparecen a su vez varios recopilatorios y es de interés reseñar que hasta el año 2005 no estuvieron las canciones de «Todo Sigue Igual» y «Algo Más» en formato CD, pese a ser un grupo de grandes ventas.
En el 2006 aparece «Una y Mil Veces» (DRO, 2006), el segundo disco de estudio de la etapa post-Enrique. El disco muestra a unos Secretos maduros haciendo su música a su aire, sin tener que demostrar nada y con un peculiar sonido. Ventas y aceptación, las de siempre, pues Los Secretos son ya un clásico… y lo saben, a pesar de su infinita modestia.
Tras cinco años sin nuevas canciones y un accidente que a punto está de costarle la mano a Álvaro, en septiembre de 2011 publican su nuevo álbum «En Este Mundo Raro» (Warner 2011). En él Los Secretos continúan fieles al estilo de sus últimos discos demostrando seguir de nuevo una línea que, aunque no sorprende por lo novedoso, es lo que esperan sus seguidores; y sigue gustando a gente de las nuevas generaciones que continúan llegando a sus directos, su mayor valor como grupo en este momento.
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