Aunque ahora parezca difícil de creer, hubo un tiempo, a principios de los años 80, en el que si se preguntaba a cualquier adolescente que escuchaba la radio y estaba pendiente de los nuevos sonidos sobre cuál era su grupo favorito del momento, la gran mayoría diría que ese grupo era Mamá. Y es que de los grupos por entonces maqueteros o debutantes, Mamá no sólo era de los más conocidos, sino que se le auguraba un gran éxito y una larga carrera, al menos como la de otras bandas de la época, compañeras de generación, de sonidos y de escenarios, que sí cumplieron las expectativas, como Nacha Pop o Los Secretos. Sin embargo, el grupo sólo sobrevivió cuatro años, durante los que editaron un EP y un par de larga duración. Muy poca cosa comparado con el futuro que se les presuponía, pero todo tipo de decisiones equivocadas, malas elecciones y presiones de la compañía terminaron con una historia de la que se podría escribir todo un tratado de cómo hacer fracasar a uno de los grupos más prometedores y con mayor potencial de la época, dejando, eso sí, un buen legado en forma de canciones, algunas de gran éxito popular como “Chicas de colegio”.
Empecemos, pues, por el principio. A finales de los 70, antes de formar Mamá, sus miembros estaban bastante alejados de propuestas nuevaoleras, más cerca en cierto modo de sonidos hippies, ácidos o psicodélicos. Así, José María Granados, el futuro líder, principal cantante y compositor, procedía de un dúo de pop ácido que se hacía llamar Moscatel (influenciado por bandas como Veneno o Música Dispersa) junto a otro músico conocido como José El Pelos. Manuel Ruiz (más conocido como Nono), Luis Caballero y Carlos Rodríguez militaban en Magna Mater, y, por último, el excelente guitarrista Manolo Mené y Miguel Gutiérrez (aka Guti) procedían de otra banda de orientación pseudo-hippie conocida como Bacilo de Koch. Después de conocerse tras coincidir y compartir escenario en diversas fiestas y actuaciones, estos músicos deciden formar un grupo que tuviera una propuesta más acorde con los sonidos nuevaoleros que empezaban a llegar de las islas británicas, y a los que se habían aficionado.
Tomada la decisión, el primer paso fue preparar y ensayar las canciones y grabar una primera maqueta para distribuirla entre las emisoras de radio más receptivas a los nuevos sonidos. De entre ellas, logran el apoyo entusiasta de Mario Armero, responsable del programa Revolver en Radio España FM Onda 2, que las programa de forma insistente. Por entonces el grupo se había bautizado con el nombre provisional de -nada menos que- Doctor Farmacia y su Helado de Coco. El nombre fue cambiado para su primer concierto, que tuvo lugar en 1979 en la sala El Sol, ya con el nombre de Mamá.
A finales de ese mismo año graban su segunda maqueta en Radio 3, que alcanzó una gran difusión y popularidad en radios, lo que les convierte en uno de los grupos más conocidos y prometedores, circunstancia que tiene su punto culminante con su aparición en el homenaje a Canito, en febrero de 1980, siendo una de las actuaciones mejor valoradas por la crítica. Así, de este concierto, escribía Jesús Ordovás en la revista Sal Común en mayo de ese mismo año: «Mamá emocionaron con sus canciones acústicas-eléctricas, canciones que tocaron una tras otra sin interrrupción …»
Ya con un nombre hecho y las grandes expectativas creadas, tras multitud de conciertos y tras una tercera y última maqueta financiada por el propio Mario Armero, les llega al fin el contrato discográfico. Los ficha ni más ni menos que toda una multinacional, Polydor, que buscaba promesas entre los nuevos sonidos, y con ese fin inaugura la colección 80’s con el primer EP de la banda, “Chicas de Colegio” (Polydor, 1980), cuatro canciones que se editaron en tirada numerada y limitada de 5.000 ejemplares. El disco, que incluía unas notas de presentación escritas por Mario Armero, tiene cierto éxito, especialmente la canción “Chicas de colegio”, que, sin embargo, debido a que no se entiende la ironía y el sentido del humor de su letra, hace que se tenga una idea equivocada del grupo, empezando por la propia compañía que directamente decide orientarlos a un público adolescente.
Para presentar el disco, el grupo asiste a otro de los hitos de la naciente nueva ola española, la inauguración de la sala Marquee. Y su éxito tendrá el momento más alto en 1981, año de publicación en marzo de su primer larga duración, “El Último Bar” (Polydor, 1981). El disco estaba integrado por doce temas producidos por Juan Luis Izaguirre, que, en consecuencia con el público al que se pensaba dirigir, suaviza el sonido del grupo con respecto al que mostraban sus maquetas o directos. Sin embargo, el resultado en cuanto a sonido, aunque mejorable, no está nada mal, y contiene muy buenas canciones de pop fresco e inmediato, sin pretensiones, con influencias nuevaoleras que van desde Elvis Costello a XTC, pasando por Nick Lowe, Any Trouble o The Knack. El disco, además, no funciona nada mal. Singles como “El número equivocado” o “Escóndete” se escuchan bastante y, poco después, en su mayor momento de popularidad, participan en el famoso macroconcierto de Arquitectura, otro de los eventos fundacionales de la escena nuevaolera madrileña, en el que estaban, además de Mamá, Los Secretos, Rubi y los Casinos, Farenheit 451, Flash Strato, Los Modelos y Alaska los Pegamoides.
En este momento entra a formar parte de la banda Javier Encinas, en sustitución de Nono.
Parece que Mamá se había ganado por fin la confianza de la compañía. Por desgracia, confianza no equivale a comprensión y, al parecer, en su propia casa no entendieron nada. Trataron de convertirlos en el grupo del momento, orientado al fenómeno fan, y proyectando una gran campaña de marketing a tal efecto. Se dice que, consecuentemente con esos planes y para la grabación del segundo disco, se les dio a escoger entre dos productores: Julián Ruiz o Luis Cobos. Para un grupo de las características de Mamá resulta evidente que esta elección vendría a ser algo así como la del chiste: ¿Susto o muerte?
Bueno, pues las dos cosas. Susto, el que se llevaron tanto sus seguidores como la crítica y, supongo, hasta los propios miembros del grupo, al escuchar la horrible sobreproducción perpetrada por Luis Cobos sobre el nuevo trabajo de la formación, que se edita con el título de “Mamá” (Polydor, 1982), llena de baterías eléctricas, palmas y bajos con sonido enlatado, efectos orquestales y discotequeros… como era de esperar, el productor no supo entender nada acerca de la música del grupo, sus influencias y sus gustos. Y si lo entendió, decidió que había que cambiarlo. Además, el nivel general de las canciones es cierto que tampoco estaba a la altura de su primera entrega. Y muerte, la de su sueño, o lo que es lo mismo, la separación. Mamá no aguanto las críticas y la desilusión por el fracaso comercial pero, especialmente, artístico.
La decepción se refleja en el comentario escrito por José María Granados para la canción “Síguelo”, en las notas para la recopilación de maquetas editada por Rock Indiana con el título de “El Show Empieza. Las Maquetas” (Rock Indiana, 2000): «Síguelo: La canción se llamaba ‘Toca seguir’ pero pasaba por allí Luis Cobos y de pronto nos encontramos fliplando en las discotecas de Ibiza. Se transformó luego en reiterativa sintonía de Los 40 Principales y probablemente en una de las causas de la separación de la banda”
Y aquí, en fin, parece terminar la corta existencia de uno de los grupos míticos de la escena madrileña de los primeros 80. Varios de sus miembros continuaron en la música como músicos de sesión o compositores, o con diferentes proyectos musicales, en su mayoría de escaso éxito. José María Granados se integra en grupos como La Banda del Otro Lado, Buenas Vibraciones, Los Restos o Los Frenillos, y Manolo Mené publica un single en solitario.
Volviendo a Mamá, la carrera del grupo parecía terminar con el fracaso de su segundo disco, pero en realidad sólo terminaba la primera parte. En 1993 y con motivo del disco homenaje a Antonio Vega, “Ese Chico Triste y Solitario” (Polydor, 1993) Mamá se reúne, en forma de cuarteto (José María Granados, Manolo Mené, Carlos Rodríguez y Guti) y graba una versión del clásico de Nacha Pop “Alta tensión”. Los rumores sobre una reunión del grupo para grabar un disco cada vez son mayores, pero se hace esperar y, entre tanto, Polydor edita un recopilatorio que, con el título de “Grandes Éxitos” (Polydor, 1996) recopila casi todas las canciones de la banda.
Este recopilatorio sirve como aperitivo al esperado disco de reunión «Nada Más» (Polygram, 1997) que se graba en directo el 22 y 23 de noviembre de 1996 en la sala El Sol, con colaboraciones como Enrique Urquijo de Los Secretos, Jaime García de Sexy Sadie o Cristina Llanos de Dover.
Sin embargo, el disco no obtiene el suficiente éxito como para continuar y, de nuevo el grupo se separa. José María Granados inicia entonces su carrera en solitario y Manolo Mené y Carlos Rodríguez forman L.O.L.A., otro proyecto que tampoco se verá recompensado con el éxito.
Con motivo de la presentación del disco de maquetas que Rock Indiana edita con el título de “El Show Empieza. Las Maquetas”, el 22 de Julio de 2000 en la FNAC de Callao (Madrid), Mamá ofrece su último concierto.
Tras el fallecimiento de Manolo Mené, en noviembre de 2004, Universal edita, como homenaje y como celebración de los 25 años de la publicación de su primer EP, un disco doble recopilatorio llamado “25 Aniversario” (Universal, 2005), que recoge los dos últimos discos, el recopilatorio “Grandes Éxitos» y el directo “Nada Más”.
En el año 2009, los miembros originales Miguel Gutierrez, Carlos Rodríguez y José María Granados, junto con el guitarrista Salva Ruano y el bajista Pepe Bermejo, vuelven a recuperar Mamá, con un nuevo disco,«La Mejor Canción» (Rock Indiana, 2009), que sirve de homenaje al guitarrista Manolo Mené, fallecido poco antes, del que incluso se recuperan algunos punteos de unas maquetas del año 1984 y dos temas compuestos por él.
La enorme acogida que tiene el disco y la gira posterior de la banda, que, además de Madrid, actúa en festivales como el Felipop, en Limodre (cerca de Ferrol) y el Lemon Pop de Murcia, les anima a seguir, registrando en 2011 «Sólo por Hoy» (Rock Indiana, 2011),que nos muestra una banda más rodada e integrada, y recuperando en 2012 el formato EP, editando el excelente «Segundo Asalto» (Rock Indiana, 2012).
El año 2013 se va registrando «Sin Crédito» (Rock Indiana, 2013), que se edita de forma muy original: sale a la venta una edición especial anticipada. Aquellos que se suscriban a la misma tienen acceso a una colección de sencillos que el grupo va publicando en exclusiva a lo largo del año, de manera que, cada mes, se puede acceder de forma digital a dos de las canciones que se incluirán en el álbum, más una que no aparecerá en el mismo, además de las letras y una ilustración de portada especial para cada canción. Finalmente, los suscriptores reciben el compacto en su domicilio varias semanas antes de la edición oficial.
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