«En la inmensa claridad de este día el tono amortiguado de los ruidos es también de oro. Hay suavidad en todo lo que ocurre. Si me dijeran que había guerra yo diría que no la había. En un día así nada puede haber que se imponga al hecho de que no haya nada más que suavidad». La suavidad musical que desde San Sebastián Le Mans inventó para las noches de frío y las tardes de calor.
A caballo entre la nostalgia y la melancolía, donde las canciones son capaces de distinguir los sutiles detalles que diferencian estas, el pop frágil de Le Mans supo contar como nadie la vida de entresemana, de manera tan perfecta que resultó imposible deshacerse de esos ritmos minimalistas que cantaban a la nada absoluta de la cotidianeidad.
El comienzo de Le Mans se remonta hasta el San Sebastián de principios de los 90, cuando el grupo Aventuras de Kirlian, tras varias maquetas y un disco, decidían incluir un nuevo miembro en la formación y cambiar el nombre de esta. Nace así Le Mans, formado por Peru Izeta (guitarra), Gorka Ochoa (batería), Jone Gabarain (voz), Teresa Iturrioz (bajo) e Ibon Errazkin (guitarra).
Dos meses después de su última actuación como Aventuras de Kirlian, en la sala Siroco de Madrid, Le Mans se presentaba ante el público por primera vez. Ya en diciembre de 1990, en la sala El Sótano de Gijón, y junto a Penélope Trip, el grupo donostiarra tenía previsto actuar dos días. Pero el segundo de ellos el dueño de la sala anuló su actuación porque le parecían “deprimentes”, algo que no les sorprendió, ya que durante, el bis del primer concierto, aquel había cortado el sonido. A esta actuación le siguieron otras tres, ya con el disco en el mercado, y tras este último concierto, el 19 de noviembre de 1991 en la sala Siroco de Madrid, Le Mans se alejaba por tres años de los escenarios. El repertorio que sonó, por cierto, fue: «Todo otra vez«, “América”, “Astronautas”, “Al bulevar”, “El nuevo cantante”, “Largo y cálido verano”, “Juan”, “En Francia”, “El cielo”, “Manzanas y naranjas”, “Pescado y vino”, “Jersey inglés”, “Un rayo de sol”, “H.E.L.L.O”, contando para el último tema con la participación de Javier Aramburu.
En el verano del 91, tras la llegada de Gorka, La Fábrica Magnética ofrecía por fin un contrato discográfico al grupo, pero este decide rechazarlo y por el contrario grabar por su cuenta el disco. La grabación del mismo se prolongaría desde noviembre del 91 hasta agosto del 93. Errazkin pasaba largas temporadas en Londres, mientras que por otro lado Iturrioz se había trasladado a Madrid, lo que supuso frecuentes períodos de inactividad. A finales de ese mismo año, el sello Elefant publicaría “Le Mans” (Elefant, 1993) pero el resultado no convencería al grupo que se apresuró a sacar un nuevo trabajo meses después.
A pesar de no verse reflejados con su debut, el primer LP de Le Mans ayudaría a la consolidación de aquel Sonido Donosti que se imponía poco a poco en esos años, impulsado por grupos como Family o La Buena Vida.
En el verano del 94 llegaba, de la mano nuevamente de Elefant, “Entresemana” (Elefant, 1994). Con portada de Javier Aramburu, mitad de Family, el nuevo disco se aproximaba ya a lo que en un futuro sería Le Mans: reminiscencias a la música de Astrud Gilberto o Vainica Doble, la levedad melancólica de sus canciones se hacía ya patente, así como una madurez que les alejaba del sonido ingenuo y sencillo de su anterior disco.
Esa madurez alcanzada sería confirmada un año después con su siguiente disco, “Zerbina” (Elefant, 1995). El álbum continuaba la trayectoria trazada por “Entresemana”, con ritmos elegantes que acompañan a las escasas letras, cada vez más elaboradas. Pero el grupo no se quedaba tan sólo en lo aprendido y su nuevo trabajo traía entre sus cortes claros ejemplos de los gustos musicales y los nuevos sonidos que iban influenciando a sus integrantes. Un disco moderno y urbano que se distanciaba levemente del sonido puramente Le Mans para incluir remezclas y música de baile donde los efectos electrónicos y los ritmos cercanos al trip-hop quedan como protagonistas exclusivos.
“Saudade” (Elefant, 1996), sin embargo, será una vuelta a las raíces donostiarras del grupo. El nuevo disco supone un trabajo más serio y templado, con un predominio evidente de los arreglos de cuerda retomados de “Entresemana”. “Saudade” supuso no sólo la consolidación de Le Mans en el panorama español, sino que impulsó su carrera internacional. Claro ejemplo de esto fue la edición del disco en Japón de la mano de la multinacional Tokuma Japan. Dicha edición incluía también el tema “Jonathan Jeremiah”, que sería editado en nuestro país en formato maxi y CD-Single acompañado de una versión de Mikel Laboa y una remezcla de “Lucien” a cargo de Instrümental.
Ese mismo año Le Mans ofrecería su último concierto. Sería en el mes de agosto en el Bar Baroco de Gijón. Después de esto, el grupo tan sólo actuaría una vez más, para el programa Peligrosamente Juntas de RNE 3 con Ibon a la guitarra y Jone a la voz. El repertorio que sonó fue: “Ama hil zaigu”, “Lucien”, “Me quedaré soltera”, “Saudade” y “Dos marinos en la orilla”.
En octubre de 1998 «Aquí Vivía Yo» (Elefant, 1998) veía la luz. Su cuarto y último disco supondría además del adiós de Le Mans, su obra maestra. Un compendio de catorce deliciosas canciones, tan críticas como perfectas. Precedido por dos EP, “Mi Novela Autobiográfica” (Elefant, 1997) y “Yin Yang” (Elefant, 1998), “Aquí Vivía Yo” ponía el punto final a una más que notoria carrera, y así parecía tenerlo previsto el grupo. Estas tres últimas portadas formaban una palabra: FIN.
Comentarios