Entre tanto cachondeo y picaresca, los hermanos Entrena se las habían apañado para pasar de meros espectadores en los ensayos de Kaka de Luxe a estar presentes entre bastidores e incluso hacerles los coros (con el micrófono desenchufado, eso sí), y de robar discos con su gabardina, a ingresar en Paraíso. Todo en el absurdo contexto de los locos finales 70. Un día, El Zurdo aparece con una carta dando un ultimátum: o los Entrena, o él. Así que una vez en la calle, conocen al donostiarra Poch, que ya había tocado alguna vez la guitarra con los Pegamoides. Entre él y los Entrena fundan Ejecutivos Agresivos, aunque Sergio encuentra trabajo estable en Extremadura y abandona su fugaz dedicación a la música. El caso es que es en Ejecutivos Agresivos donde Carlos comienza a entrar en contacto con la experimentación en la voz, escondida sobre capas de un flanger de guitarra. Una vez finalizada la aventura de los Ejecutivos Agresivos, surgen tres de los proyectos más interesantes que ha dado este país: Poch crea Derribos Arias, Jaime Urrutia comienza con Gabinete Caligari, y Carlos Entrena, con Décima Víctima.
De las actuaciones de Ejecutivos, Carlos Entrena entra en contacto con los suecos Lars y Per Mertanen (el primero de ellos tocaba en Ella y los Neumáticos, el primer grupo de Christina Rosenvinge), que habían fundado Cláusula Tenebrosa. Su padre, campeón nacional de salto de pértiga había sido encargado de gestionar un complejo deportivo en Málaga, y habían llegado a los sonidos más oscuros a través del programa de John Peel que escuchan en las ondas de Radio Gibraltar. Una vez en Madrid, donde el padre es destinado para introducir la marca deportiva Karhu, se encuentran un caldo de cultivo que les es propicio. El caso es que Carlos y los suecos comienzan a componer temas juntos, y el primero que sale es “Noviembre”.
La primera actuación se presentan como trío sin nombre en el desaparecido Quadrophenia de San Bernardo. Finalmente lo sacarían de un libro de cine en casa de Jorge Cuní, guitarra de Ejecutivos Agresivos (curiosamente del mismo libro tomarían el nombre los Gabinete). En estos primeros conciertos Carlos controla una caja de ritmos a la vez que canta, y aunque algo caóticas, poco a poco comienzan a dejar su sello elegante, actuando a contraluz detrás de una pantalla de proyección que se subía automáticamente, completamente estáticos, sin expresividad en los movimientos.
Conocen a Eduardo Bort, guitarrista progresivo valenciano, que les explica los pasos iniciales para grabar y editar un vinilo, como él había hecho años antes. Así, con sus amigos de Esclarecidos y allegados montan una sociedad anónima, Grabaciones Accidentales, de la cual Paco Trinidad sería el productor estrella. El primer disco del sello fue “El Vacío” (GASA, 1982), un single primitivo de la formación en el que se dejan claras las referencias, en concreto la de Joy Division, aunque aún no asimiladas como propias.
Ese mismo año, sin embargo, llega “Tan Lejos” (GASA, 1982), uno de los sencillos más importantes de los 80 y con una de las mejores canciones de la historia del pop español, como es la que da nombre al corto. J.M. Costa se deshace en elogios hacia ellos, expresando lo que todo el mundo que les conocía anhelaba: el LP.
Antes de la grabación del mismo se ficha a un batería, José Brena, hermano de uno de los Esclarecidos, y así con la formación al completo marchan a Vigo en uno de sus pocos conciertos fuera de Madrid a presentar al público los temas nuevos de cara al largo, actuando durante una semana en un local de moda allí.
Y el LP no se hace más de rogar. La acogida del mismo es buena y no defrauda y se experimenta en el estudio con Jesús Gómez y Paco Trinidad, aunque según dice Carlos cuando cortaron el disco en Iberofón recortaron graves y agudos y el sonido fue en ocasiones irreconocible incluso para los propios integrantes de la formación. Con todo y con eso, “Décima Víctima” (GASA, 1982) es un muy buen trabajo.
Siguen actuando por Madrid de vez en cuando (el principal objetivo de Décima Víctima era componer y grabar), pero entre que Carlos comienza a trabajar fuera de Madrid y que los hermanos Mertanen cambiaban de residencia a Barcelona, el grupo estaba sentenciado definitivamente. Así, como despedida actúan en Rock-Ola en diciembre del 83, no sin antes publicar el maxi “Un Lugar en el Pasado” (GASA, 1983), y su correspondiente sencillo de apoyo.
Justo seis meses después de aquella actuación, para algarabía de sus seguidores graban “Un Hombre Solo” (GASA, 1984), sin haber ensayado durante todo ese tiempo, en los estudios Track de Madrid. De irregulares resultados, la magia se conservaba, pero estaba bastante erosionada, y los que muchos ven como cohesión y heterogeneidad, otros vemos como monotonía y linealidad. Este disco ponía, ya si, punto y final a la aventura.
En 1991, algunos miembros del grupo se unieron de forma puntual a Alejo Alberdi y Juan Verdera bajo el nombre de Décima Víctima + Derribos Arias para realizar una versión de “Europa” dentro del álbum “El Chico Más Pálido de la Playa de Gros” (GASA, 1991), un disco que se editó como homenaje a Poch. No obstante la esperanza de poder volver a ver reunidos a todos los miembros Décima Víctima se desvaneció con la posterior muerte de José Brena.
En el año 1994 gracias a la insistencia de Nacho Canut, sale «Resumen» (GASA, 1994), una recopilación con casi toda la discografía del cuarteto. Las relaciones de Paco Trinidad con GASA eran tensas y él no quiso aparecer en los títulos, aunque hizo la remezcla de los temas del primer LP y la remasterización de todos los restantes consiguiendo una nitidez en las canciones que nunca antes habían tenido en vinilo.
En 2011, una vez sorteado el tira y afloja con Warner, que absorbió en 1993 a DRO-GASA, llega por fin a iniciativa del propio Carlos una completa caja a cargo de Munster con un libreto curioso y fotografías inéditas que reedita la totalidad de la obra de Décima Víctima en tres LP cuyos masters han sido aseados para la ocasión de la mano del mismo Paco Trinidad. En definitiva, una joya para coleccionistas a la que quizás la única pega que se le pueda poner es el no haberse respetado el formato original de las ediciones y se haya entendido más bien como una compilación. El propio Carlos afirmaba en entrevista para MondoSonoro lo contento de la mejora del primer LP, cercenado de graves y agudos por Iberophone en su momento.
Tras el paso por Décima Víctima, Lars vuelve a Estocolmo y funda junto a unos amigos una banda llamada The Iguana Foundation, pasando por un sinfín de formaciones hasta trabajar actualmente en solitario. Por su parte, el resto de componentes han permanecido en un perfecto segundo plano, alejados de los objetivos que les corresponderían por haber sido responsables de la influencia en todo un estilo bastante del país, del que han bebido, con matices, sin ir más lejos grupos tan reputados como Family.
Munster Records recuperó gran parte del legado de la banda, editando «Décima Víctima» (Munster, 2011), una caja con tres vinilos, el primero con sencillos, el segundo con «Un Hombre Solo» y el tercero, «Los Que Faltan», con temas inéditos.
Años después el sello madrileño repetiría con «La Sala del Silencio» (Munster, 2017), un EP que contenía el único ensayo del proyecto Sala del Silencio de los hermanos Mertanen con Áurea Cuni cuando se disuelve Décima Víctima y «En el Garaje» (Munster, 2019), con el ensayo previo a la edición de «Un Hombre Solo» en un chalet de la familia de Paco Trinidad en octubre de 1983, unos meses antes de su concierto de despedida en Rock Ola a final de ese año.
Comentarios