Surgida en la época cumbre de la canción melódica en España, a la vez que comenzaba la democracia, Paloma San Basilio no tardó en enfilar una trayectoria única, personal, que se ha visto jalonada con diversos hitos a lo largo de su ya extensa carrera y que la ha llevado a triunfar más allá de nuestras fronteras.
Aunque nacida en Madrid -concretamente en Chamberí, como le gusta señalar- Paloma se cría en Sevilla y Lugo antes de retornar a la capital para iniciar sus estudios universitarios. A su vez empieza a hacer sus primeros pinitos en espectáculos mientras se forma artísticamente. Es entonces cuando se inicia en televisión como presentadora del espacio vespertino “Siempre Es Domingo” (Manuel Martín Ferrand, 1971); en un tiempo en que no había demasiada oferta televisiva, el rostro de Paloma empieza a hacerse familiar para millones de españoles. Con todo, su carrera la enfoca hacia la música y así, en 1975, se lanza al mercado discográfico y debuta con “Sombras (Feelings)” (Hispavox, 1975), álbum bien acogido por el público en los últimos estertores del Sonido Torrelaguna.
Tanto este como el siguiente, “Donde Vas” (Hispavox, 1977), mucho más contemporáneo, gozaron de un importante éxito en Latinoamérica, al punto de que se edita un disco, el primero de otros tantos, exclusivo para dicho mercado y se embarca la artista en una gira por el territorio. De ese modo, parece lógico que su siguiente álbum se trate de un disco en vivo, “En Directo” (Hispavox, 1978) -aunque grabado en el Teatro Monumental de Madrid- y que, entre otras, recoge una de las canciones del álbum para Latinoamérica y que se convirtió en uno de sus primeros grandes éxitos, “Beso a beso… dulcemente”, acompañada de nuevo por una extensa gira por todo el continente americano.
Entonces se produce uno de los hechos más destacados de su trayectoria artística. A su vuelta, Paloma entra a formar parte del musical “Evita”, de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, en su adaptación al castellano. El éxito es absoluto, siendo representada durante más de dos años tanto en España como en el extranjero. En esa época resulta imposible desasociar a Paloma San Basilio de su interpretación de Evita e incluso parece que no va a poder moverse más allá de dicho papel. Incorrecto: si bien Paloma, desde entonces, se ha involucrado en numerosos musicales de éxito, su trayectoria discográfica no se resiente, y en 1981, con el musical aún en activo, sale a la venta un nuevo álbum, “Ahora” (Hispavox, 1981), que se abre con otra de sus canciones más conocidas, “Juntos”. A la propia Paloma esta canción no le resultaba muy interesante, de hecho la califica de ñoña, pero el éxito se produce y a cualquier persona ajena al repertorio de la cantante le resultará familiar la canción.
Nótese que para cuando abraza el éxito masivo Paloma ya había superado la treintena, lo cual probablemente explique lo cuidado de sus pasos a partir de entonces; nada alocado y todo lo bien medido que permite algo tan voluble como es el gusto del público. Su siguiente álbum, “Dama” (Hispavox, 1982) se edita con “Evita” aún en cartel -y con Paloma ligerita de ropa en la portada de Interviú-, pero para el siguiente, “Paloma” (Hispavox, 1984), la madrileña ya se involucra completamente.
No pasa mucho tiempo para que vuelva a producirse otro importante acontecimiento, como es representar a Radiotelevisión Española en el XXX Festival de la Canción de Eurovisión, a celebrarse en Gotemburgo. Los tiempos dorados del ente en el festival ya habían pasado y por aquel entonces se movía entre el bochornoso “cero puntos” de Remedios Amaya y el reverder de viejos laureles con Bravo y su “Lady, lady”. Puestos a elegir, se toma el más sofisticado enfoque de los últimos y se envía a la diva con la canción “La fiesta terminó”, de Juan Carlos Calderón. Por desgracia, el resultado es más bien frío y Paloma queda en catorceava posición, empatada con el representante turco, de un total de diecinueve participantes. El gato al agua se lo llevó el grupo noruego Bobbysocks, en el que militaba Elisabeth Andreassen, que se convirtió en habitual del festival. A pesar de todo, esa canción da nombre al nuevo disco de Paloma “La Fiesta Terminó” (Hispavox, 1985), mientras continúa su actividad en los musicales; esta vez en televisión, en el espacio “La Revista” (1985). También le da tiempo a editar un nuevo disco en directo, “En Vivo” (Hispavox, 1985) en uno de los años posiblemente más intensos en lo profesional para la artista.
En su prolífica actividad artística de los siguientes años, caben destacar sus muy variadas colaboraciones. Por ejemplo, con el conjunto chileno Quilapayún en el álbum “Los Tres Tiempos de América” (Hispavox, 1988). El 5 de agosto de 1988 artista y conjunto representaron esta obra en el Teatro Romano de Mérida y poco después pasaron a grabar la versión final de estudio, ella desde Madrid y ellos en Francia. También graba, junto a Cantores de Híspalis, la canción “Samba del sol”, que publicará en su disco “Vida” (Hispavox, 1988). Finalmente, la probablemente más sobresaliente de ellas, como es la gala junto al tenor Plácido Domingo en Miami, y que en su edición discográfica “Por Fin Juntos!” (EMI, 1991) alcanzó un enorme éxito internacional. Años después repetirá una experiencia similar, esta vez en Bogotá y junto a José Carreras.
Durante los 90, la trayectoria discográfica de Paloma San Basilio parece haberle ganado terreno a la de los musicales, por lo que a finales de esa década se decide volver a centrarse en ellos. Empieza el 12 de noviembre de 1997 con la adaptación al castellano de “Man of La Mancha”, de Wasserman, Darion y Leigh -poco antes, la misma San Basilio había renunciado a interpretarlo en Broadway pues lo consideraba ya agotado, pero la idea de su adaptación al castellano le sedujo- junto a José Sacristán. Con este actor repetirá cartel en “My Fair Lady” de Gabriel Pascal, adaptación al musical de la obra de teatro del escritor irlandés George Bernard Shaw “Pygmalion” (1916) -y esta a su vez del relato homónimo de Ovidio-. Y volverá una vez más con la versión en castellano de “Victor o Victoria” (Edwards, Mancini, Bricusse, Wildhorm, 1995) basada en la película de mismo título.
Su actividad discográfica no ha parado en esos años y por ello empiezan a aparecer los recopilatorios de su ya extensa carrera. Pero lejos de acomodarse, Paloma continúa y en los últimos años publica “Invierno Sur” (EMI / Odeón, 2007), que se sumerge en cadencias jazzísticas, y una nueva colaboración, esta vez junto a Luis Cobos (ex-Conexión) y la Orquesta Sinfónica de Europa en “Encantados” (Sony, 2008). Entre 2009 y 2010 inicia una gira llamada «PSB», acrónimo tanto de su nombre como de piano, saxo y bajo, instrumentos que la acompañan, al cabo de la cual se involucra de nuevo en un musical, “La Viuda Alegre”, que se preveía para 2013… Antes de ello, a mediados de marzo de 2012 se publica un nuevo álbum, «Alomap» (EMI, 2012), del que ya se pudo escuchar la canción «Love makes my world go round» como adelanto, y que penetraba en la electrónica con producción a cargo de su hija, Shalee.
Como se ve, durante los ya más de treinta años de carrera de Paloma San Basilio, a duras penas sí puede encontrar uno un momento de descanso en su trayectoria. Asumida la madurez y los años, la artista empieza a entrever el momento de la retirada, que finalmente anuncia para verano de 2013 (pregonera del Día del Orgullo Gay de Madrid), momento a partir del cual se centrará en la pintura artística.
Comentarios
Excelente la reseña biográfica y discográfica de Paloma San Basilio, una de las mejores intérpretes de la música popular y semiclásica de España y del mundo. Todavía se le extraña… Gracias.