Tras protagonizar junto a José Sacristán el exitoso musical “El Hombre de La Mancha”, Paloma San Basilio y él vuelven a coincidir en cartel con la representación de este otro, adaptación de la obra teatral de George Bernard Shaw “Pygmalion” (1916). Aunque lejos de ser un fracaso, esta representación no tuvo tanto éxito como aquella en que ambos artistas coincidieron anteriormente. Puede que ello explique por qué es tan difícil encontrar este disco hoy día -su tirada debió ser igualmente inferior-.
Como hemos hecho anteriormente, se describe a continuación brevemente de qué va la historia. Henry Higgins (Sacristán), un fonetista, encuentra casualmente a Eliza Doolittle (San Basilio), una florista de habla y modales vulgares y se propone convertirla en una dama en seis meses. Esto le supone un gran esfuerzo y tampoco a ella le agrada demasiado, hasta que por fin consigue una dicción perfecta. Ahora hay que demostrar que “da el pego”, para lo que la mueve por distinguidos acontecimientos sociales, en los que a veces sus impulsos mundanos la traicionan. Sin embargo, consigue enamorar a un joven de clase alta al que en principio rechaza pero, tras su insistencia y diversos acontecimientos, decide esposar, dejando las clases de Higgins. El fonetista le ruega que retorne pero ella, descontenta con el trato recibido, le rechaza. Él, de vuelta su estudio y repasando sus grabaciones, descubre lo duro que con ella fue y lo enamorado que está, momento en que es sorprendido por Eliza que vuelve a su lado.
Mucho más ligero y divertido que los anteriores musicales protagonizados por Paloma San Basilio, parte de un libreto en cualquier caso magnífico. Sin embargo, la profundidad de “Evita” (Epic, 1980) y, especialmente “El Hombre de la Mancha” (Hispavox, 1997), les colocan en una situación más ventajosa frente a este.