Suso Vaamonde nace en Ponte Caldelas (Pontevedra) en 1950, más concretamente en la aldea de Regodobargo. Un pequeño núcleo de casas de piedra en el que sus habitantes se dedicaban fundamentalmente a trabajar en el campo. Suso era el hijo de la maestra.
Después de llegar a sus manos una guitarra, Suso comienza a componer sus primeras canciones con apenas dieciséis años, dándose a conocer en la Asociación Cultural de Vigo. Sus inicios son más bien beat y rock, en formaciones como Os Copens y Marco Balorento. Con Os Copens ya se acercaba al folk, a Bob Dylan, Joan Baez, Peter, Paul & Mary… y ya comienza a componer canciones en gallegos. Marco Balorento era un trío con el que gana su primer premio en un festival organizado por una emisora de radio de Vigo… aquello dura hasta que uno se va a estudiar a Madrid y al otro le entra miedo con la detención de Benedicto.
En ese momento, Suso decide comenzar su carrera en solitario, “Yo de aquella era muy joven. Hacía Preu en los Jesuitas de Vigo, y andaba a caballo entre Vigo y Santiago, donde tenía amigos. Me enteré de lo que pasaba en París y Santiago por los panfletos y por lo que hablábamos en corrillo. Eran los tiempos de «Medianoche, Radio Popular, programa de la amistad», de Manolo Yélamo y ya empezábamos a tener fans. Luego, haciendo trabajo periodístico precisamente de la mano de Manolo Yélamo para Disco Express, conocí a los Voces Ceibes. Xerardo Moscoso me metió en el grupo a pesar de alguno de ellos.
Algo estaba a pasar, algo que no nos gustaba y había que ayudar a cambiarlo. Ya de aquella creía en el país de la utopía, y hoy sigo a creer. Ojalá el paso del tempo me dé la razón. Solo teníamos un enemigo, el general, y eso nos unía a todos, sin carnés partidistas. Luego, fue distinto, que es como quiere el enemigo: divide y vencerás. Las mujeres comenzaban a hacer su revuelta, y nosotros encantados de que hubiese minifaldas. Hacíamos guateques y se pasaba guay. Nos juntábamos en una tasca, y a cantar hasta que nos echaban, porque había que estar en casa antes de las diez. Adorábamos al Che, con sus barbas y su pelo largo. Hoy, por suerte, los tiempos cambiaron” recordaba Suso Vaamonde en 1998.
Suso tenía claro el objetivo que perseguía con su música: la defensa de un pueblo, de una tierra y de un idioma… “cantar en gallego. Le ponía música a los poemas que me gustaban y, cuando me di cuenta, ya tenía un repertorio hecho. Tengo muchas letras hechas pero siempre reitero que en Galicia tenemos los mejores letristas. En el año ano no que se le dedicaron las Letras Galegas a Celso Emílio Ferreiro, estuve dando charlas sobre su poesía y la música gallega. Era sorprendente descubrir como tenía casi doscientos poemas musicalizados. No creo que haya un poeta en el mundo con esa característica. Curros Enríquez o Bernardiño Graña son otros ejemplos de letristas. Poniéndoles música se les hace una lectura nueva y nacen las canciones. A mí no me atrae hacer maravillas con cuarenta músicos; lo que quiero es trabajar de manera más simple siempre pensando en el directo. Probablemente esto responda a que yo nunca me planteé vivir da música porque sé que es muy difícil. No quiero ser un profesional del canto, sólo hacerlo lo mejor que puedo…
De aquella no había más ambición que cantar, nadie pensaba vivir de la música ni vender discos en el extranjero”.
Suso siempre afirmó que se sentía bien cerca del pueblo, “me gusta cantar en las aldeas. En el lugar menos pensado. Donde nada esté preparado. La Universidad me interesa menos que la aldea. Creo que me siento más a gusto escuchado por los marineros o los campesinos, que por los universitarios… Nuestras canciones hablan de temas del pueblo, por eso llegan mejor a la gente de la aldea”. Ese contacto directo con la gente también le sirvió como aprendizaje y descubrimiento, “muchas de mis canciones son canciones populares, recogidas del pueblo. Recoge folklore, que grabo y después difundo”.
Integrado en el colectivo Voces Ceibes, participa en recitales por toda la geografía gallega. En el año 72 participa en el histórico disco colectivo “Cerca de Mañana. Canciones del País Vasco, Cataluña, Galicia y España” (Gravación Universal, 1972), título tomado del poema “Cerca de mañana”, de Carlos Álvarez. Se trata de un LP editado en Francia con motivo de la exposición “Solidaridad y Arte” que se presentó en la Muestra de Arte Contemporáneo de Milán de 1972. Suso Vaamonde aporta la canción popular “Romance de cego de Pedro I o inundador”. También participan Vicente Araguas –“A baraxa”-, Bibiano –“A campan”- y Benedicto –“Loitemos”-.
Ese año 72 Suso tiene que cumplir el servicio militar. Le toca la marina de Ferrol, concretamente la fragata Legazpi. Su condición de cantante gallego, social y nacionalista, le complica mucho el servicio; cumpliendo bastantes meses en una brigada disciplinaria y varios en la cárcel militar.
La retirada de Vicente Araguas del mundo de la música, la expulsión del país de Xerardo Moscoso y las discrepancias con el resto de miembros del colectivo, hacen que Suso abandone Voces Ceibes.
En el 1974 Suso Vaamonde graba furtivamente en Barcelona el cassette “Loitando” (Iberia Cultura, 1975). La grabación tiene lugar en directo en el estudio de grabación clandestino Iberia Cultura, y de su distribución se encarga el propio Suso. Nos encontramos con poemas de Celso Emilio Ferreiro –“A paz”, “Derradeira vontade de Fuxo Buxán”, “O dedo na chaga”, “Spritoal”- y Curros Enríquez –“En corso”-, Ramón Cabanillas –“Miserere”-, además de canciones importantes de su repertorio como “Uah!”.
En noviembre del 76 realiza un emotivo concierto en Ginebra (Suiza), en la Irmandade Galega na Suíza. Llega su primer LP, el directo “Nin Rosmar un Laído” (Movieplay / Xeira, 1977), grabado el 28 de octubre en el Teatro-Cine Veiga de Moaña. En él participan Pilocha, Verbas XeitosasAñade este contenido y Fuxan os Ventos. Un trabajo que nos deja grandes momentos cargados de emoción como “Volvin a terra pro perdín o amor” (Bernardino Graña).
Apoya y ayuda a la formación del gran conjunto popular y tabernario gallego, A Roda. Él y su hermano Luis fueron miembros fundadores. Suso participa en la primera grabación de la banda: “A Roda” (Movieplay / Xeira, 1977)Añade este contenido, aportando su guitarra; y se encarga de producir “Falemos Galego” (Dial / Limoeiro, 1979)Añade este contenido.
Su siguiente entrega es el disco infantil compuesto por poemas de Manuel María “Os Soños na Gaiola” (Dial, 1978)Añade este contenido. Un trabajo galardonado con el premio de disco infantil del año por el Ministerio de Cultura. Uno de los objetivos que tuvo siempre Suso con su música fue acercar la poesía a los más pequeños, un empeño que mantendría con dos nuevas entregas dedicadas al público infantil: “Cantarolas pra Xente Miúda» (Dial, 1986), centrado en la poesía de Neira Vilas, y “Rapazas, Rapaces e Rapazadas» (Trebón, 1998), con poemas de Uxío Novoneyra o Bernardino Graña, entre otros.
“Aún llevamos con nosotros los ecos de tus canciones en Soutomaior, y la alegría de tu eficaz comunicación con los niños” le escribía Xosé Neira Vilas a Vaamonde en el año 89, tras una jornada en la Biblioteca Luis Seoane de Soutomaior (Pontevedra).
Aunque a lo largo de toda su trayectoria artística, Suso Vaamonde entrega algunas composiciones propias, en el terreno que más cómodo se sentía es en el papel de voz de los poetas gallegos. A ellos dedicaría discos como “Limiar” (Dial, 1979), “Celso Emilio Ferreiro na Voz de Suso Vaamonde” (Dial, 1980), “Menceres” (Dial, 1986), “Regodobargo” (Edicións do Cumio, 1995), “Santiago, Mar de Pedra” (Producións Trebón, 1997) o “Cousas da Lúa” (Trebón, 1999), dedicado a Roberto Blanco Torres.
“Le doy las gracias por dedicarle su inspiración musical a tantos poemas míos” escribía Celso Emilio Ferreiro en una carta personal del año 71.
El 3 de junio de 1979 actúa en la Praza da Ferrería de Pontevedra en un recital antinuclear. Mientras cantaba “Uah!”, decide añadir una estrofa más: “Cando me falan de España / sempre teño unha disputa / que se España é miña nai / eu son un fillo de puta”. Entre el público había un teniente del ejército, salmantino y militante de Fuerza Nueva, que lo denuncia. En noviembre de 1980 recibe la sentencia: seis años y un día de prisión por “injurias a la Patria con publicidad”.
Suso decide que el exilio es la mejor solución. Se traslada a Londres, Alemania… asentándose finalmente en Venezuela, en Caracas. Decide volver a Galicia en 1984 y entregarse, esperando que el gobierno socialista dejase a un lado la condena. Permanece 46 días en la prisión de Ourense hasta que recibe el indulto. En esta decisión influyen las presiones del senador socialista Xaime Barreiro, antiguo compañero en Voces Ceibes.
Crea su propio sello discográfico, Trebón, con el que promociona su propia música y la de otros artistas. Se mantiene en activo hasta que una grave enfermedad le hace reducir el ritmo. Tres meses antes de su muerte, concretamente el 12 de noviembre de 1999 recibe un homenaje en Salvaterra de Miño, en un acto celebrado por la Sociedade Cultural e Recreativa do Condado. Se congregaron más de 3000 personas y artistas como A Quenlla, Muxicas, Bieito Romero (Luar na Lubre), Emilio Cao, Uxía SenlleAñade este contenido, Tino BazAñade este contenido, SaraibasAñade este contenido, As Cantareiras do BerbésAñade este contenido, María Manuela, A Roda, TreixaduraAñade este contenido… Cuentan que a las cinco de la mañana aún había artistas tocando. Suso Vaamonde quiso subir al escenario pero no puedo cantar. Eran muchas las emociones.
El 16 de febrero de 2000 fallecía en la Clínica Fátima de Vigo. Tres días después sus cenizas son arrojadas al río Oitavén a su paso por Regodobargo.
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