Os Amigos dos Músicos es una formación de Ourense formada por experimentados músicos que provienen de grupos y tradiciones diversas, hablamos de bandas como Niño y Pistola, Blood Filloas, O Sonoro Maxín, Annie Hall, Haecceidad o Cinnamon Gum.
“El grupo nace como banda de acompañamiento de O Neno Elliott (Daniel Alonso), pero después de la grabación de ‘Osaka’, una adaptación del poema de Carvalho Calero ‘A orquestra filarmónica de Osaka’, comienza a funcionar de manera independiente. En el fondo, el grupo nace por casualidad, sin pensarlo demasiado, como un colectivo en el que distintos amigos con inquietudes musicales diversas y comunes se juntan para hacer canciones” explica Arcadio Nóvoa.
Lo que tenían claro desde un primer momento era que querían reflejar en su música toda la herencia folk rock gallega, desde Suso Vaamonde y Batallán hasta Bibiano, todo ello sin que su sonido pierda originalidad, frescura ni personalidad… “Somos un grupo de música popular y nuestra tradición es esa, la que conforman todos aquellos que han hecho canción popular en gallego. Es cierto que en nuestras canciones pueden aparecer elementos provenientes de diversas tradiciones musicales, pero nuestro eje está determinado por la lengua en la que cantamos, que es algo así como el cuerpo desde el que llegamos al mundo. La materialidad de la lengua hace que las melodías se asienten de una manera determinada, probablemente distinta al modo en que lo hacen cuando se trabaja con otra lengua, en el sentido de que cada una tiene sus tiempos y sus modos de ser.
Además, a todos nos gustan mucho los cantautores y grupos gallegos de los años 60 y 70. Estos artistas nos han proporcionado un conjunto de canciones que han pasado a formar parte de los pilares de la música gallega y que para gente como nosotros son una referencia clave a la hora de componer”. Esa es su esencia, aunque en su música también aparezcan matices del folk americano (Uncle Tupelo, Bon Iver) o de otras tradiciones musicales.
La banda está constituida por Jaime Mateo, Arcadio Nóvoa, Raúl Diz, Daniel Alonso, Druso Pedrouzo y Álvaro A. Rivera. Todos ellos cantan y componen, utilizando el gallego como vehículo de expresión y transmisión de emociones. Aúnan tradición y modernidad.
En 2012 participan en el tributo a Magín Blanco (La Rosa), “Doutor Apertas” (B8, 2012), con “Meu único amigo”.
Su primera grabación es el single “Alalá ao Sol” (Gran Derby, 2015). Dos cortes grabados por Tomás Ageitos en los Estudios A Ponte (Santiago de Compostela) y masterizados por Dr. Chou. “Alalá ao sol” es una adaptación muy personal del tema de Xurxo Souto (Os Diplomáticos de Monte-Alto, Os Tres TrebónsAñade este contenido) y “Son o último” una canción que va directa al corazón. El single está manufacturado y numerado a mano (300 copias).
“’Alalá ao sol’ es una canción que Xurxo hacía con Os Tres Trebóns. Jaime la escuchó en directo un día que tocaban O Sonoro Maxín -Jaime es el batería- con ellos en un festival y le preguntó si podíamos hacer una versión. Xurxo nos pasó una demo casera y nosotros la adaptamos” explica Daniel Alonso (Blood Filloas).
El siguiente paso era editar el primer larga duración, pero la banda calcula mucho sus pasos y “Os Amigos dos Músicos” (Gran Derby, 2016) no llega hasta octubre de 2016… “La idea fundamental que todos teníamos presente era que queríamos hacer algo de lo que estuviésemos absolutamente convencidos y que no daríamos ningún paso sin haber asegurado bien el anterior. No teníamos prisa y queríamos disfrutar del proceso.
Desde la primera grabación que aparece en el disco hasta la última pasaron dos años. Es cierto que ese periodo se dilató por circunstancias personales diversas, fracturas de menisco incluidas, pero lo que teníamos muy claro era que no queríamos ni podíamos grabar un disco en diez días. Necesitábamos ir poco a poco. Eso nos permitió ir aprendiendo en el propio proceso y corregir errores y cambiar dinámicas de trabajo de una sesión de grabación a otra.
En general, hemos disfrutado mucho del proceso porque hemos podido vivirlo con calma. Hemos trabajado mucho, pero nos lo hemos pasado muy bien” comenta Arcadio.
Diez grandísimas composiciones entre las que nos encontramos con dos adaptaciones: la inicial “A banda” –basada en “O afiador”, canción compuesta por Suso Vaamonde sobre letra del poeta Manuel María- y “O maio”, un clásico de la música gallega que cantó Luis Emilio Batallán sobre letra de Celso Emilio Ferreiro… “A pesar de que tenemos un gran respeto y admiración por los autores de las canciones, no sentimos que nuestro trabajo esté movido por una intención reivindicativa. Entre otras cosas porque no somos nadie para reivindicar nada, pero sobre todo porque esos autores y esas canciones se reivindican solas. Y, la verdad, tampoco nos gusta mucho la idea del homenaje, porque parece que tiene un aspecto de sometimiento intelectual y creativo al autor original. Nosotros lo vemos más como una apropiación de unas canciones que están ahí, que forman parte de la cultura popular gallega, y que cualquiera puede coger y hacer con ellas algo propio. Es como cuando un grupo de jazz toca un estándar del Real Book. No es homenaje ni reivindicación, sino simple tradición. Reivindicamos la tradición, el derecho de cualquiera para tomar un elemento de su tradición cultural y utilizarlo. Estas canciones son algunas de las armas que nuestra tradición nos ha legado para enfrentarnos al mundo. Se trata simplemente de utilizarlas”.
En 2019 llega «Segundo Fogar» (Todomedre, 2019). Un disco que recoge el testigo de su brillante disco debut. En ese sentido hay una clara línea de continuidad entre ambos trabajos. Continúan investigando y profundizando en la canción popular gallega para generar un sonido propio que bebe de toda esa tradición folk que va de Suso Vaamonde, Bibiano, SolanoAñade este contenido o Mahía a sonoridades que proceden del otro lado del Atlántico. Y es que ese es uno de los grandes logros de la banda: establecer una conexión firme entre la tradición gallega y la música norteamericana. Algo que queda patente en canciones como “Bicarelo”, bello poema de Uxío Novoneyra.
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