Es en el 2009 cuando Suso (Rumania) y Víctor se ponen manos a la obra y deciden llevar a la práctica lo de matar el rato en el local de ensayo. Al fanzine de Barcelona Mierda les comentaban haber tenido una motivación clara para juntarse: «Hacer un poco menos miserable nuestras existencias, sobre todo en una ciudad tan poco apacible como Madrid«. Tocan bajo y guitarra respectivamente y se juntan con un amigo de Suso para la batería. Así aguantarían unos cuantos meses pero el proyecto no se define hasta que no entra Mario (Caudillo&Carrero) para hacerse cargo de las baquetas en febrero de 2010.
Es con este fichaje que empiezan a tomarse los ensayos en serio y hasta deciden ponerse un nombre: Obediencia. «El nombre surgió como una especia de guiño o referencia a la primera época de Gabinete Caligari. Su época punk oscura, la de los primeros singles, en la que hicieron grandísimas canciones como “Obediencia y nada más” u “Olor a carne quemada”. A la vez, nos atraía el significado, la contundencia y que en cierto modo, y según se mire, puede hasta llevar a la reflexión y encerrar algo de crítica y/o autocrítica» nos explican al respecto.
Al principio es Suso quien ejerce como cantante pero la opción no termina de cuajar. Sin embargo quedarían encantados con la prueba que hizo Joana (Asiatics, X-Prays, Juana Chicharro, Turbo Esqueletos), invitada al local de ensayo por el propio Suso: «A todos nos gustó, así que se convirtió en la cantante que necesitábamos, hasta el punto de que cambió un poco a partir de entonces la línea de los temas. A ella le apetecía también un proyecto en castellano, así que todo empezó a funcionar«.
Conscientes de sus limitaciones instrumentales, se marcan una línea clara desde el principio para el tipo de música que quieren hacer: «Algo sencillo y directo, es decir, punk. Es lo que escuchamos la mayor parte del tiempo y es lo que nos influencia principalmente«. Reconocen haber evolucionado desde un sonido «repetitivo, básico y oscuro» hasta algo más melódico, rápido en un primer momento y luego más cuidado y trabajado al final. «Las cosas a veces no son lo que uno quiere, sino lo que surge, así que poco a poco la cosa ha ido derivando y evolucionando a otros terrenos. Supongo que todo ha sido natural y hemos ido encontrando el terreno en el que nos sentimos más a gusto«.
El primer concierto lo dieron en junio de 2010 en el centro okupado COKO del barrio madrileño de Tetuán con Ana No Curra, Silla Eléctrica, Rumanía y Rey Muerto. Emocionados tras esta primera actuación, deciden hablar con Mario Riviere (Silla Eléctrica, Muletrain, Aerobitch) para grabar algunos de los temas de su repertorio. Lo hacen un domingo de julio en el local de ensayo de Silla Eléctrica en el Rock Palace, donde por cierto también ensayan Obediencia, aunque empezasen en Scooby Doo y El Observatorio. En el músico y productor encontraron el mejor aliado: “Como es colega se lo planteamos y se mostró encantado con la idea. Para nosotros eso significaba que íbamos a poder grabar tranquilamente, en un ambiente de amigos, y que la persona que está a los mandos entiende perfectamente como tiene que sonar al asunto”, nos cuentan los madrileños. “En la distancia pensamos que, quizás, grabamos demasiado pronto, pero bueno… la inmediatez del punk”, relataban al fanzine Mierda.
De la sesión se registraron 9 temas, de los que se eligieron los 4 que mejor quedaron para el sencillo “S/T” (Sólo Para Punks, 2011). Las demas canciones se desecharon casi para siempre: “El resto de temas han permanecido inéditos y sin publicar en ningún sitio, bien porque no quedaron como nos hubiera gustado, bien porque a día de hoy ya ni los tocamos”. El disco quedó como buena muestra del punk oscuro de la banda, con la voz de Joana transitando parámetros lo-fi en tonos especialmente opacos y con letras que permiten hablar de un sello decididamente personal. La producción de Mario Riviere les confiere el sonido crudo y directo que pretendían.
Inicialmente se plantearon la posibilidad de editarse ellos mismos el disco: “(…) Pero como no teníamos ni el tiempo ni la infraestructura para luego moverlo, al final decidimos que lo mejor era que lo hiciera alguien con la dedicación de Jorge de Sólo Para Punks”. Además el responsable del sello madrileño había estado interesado desde el principio en la grabación: “Es amigo nuestro dese hace tiempo. Después del primer concierto ya nos dijo que le había gustado y que le interesaría sacar algo. Algunos otros sellos también nos ofrecieron la posibilidad de editarnos, pero la verdad que Solo Para punks fue el primero”.
El sencillo tuvo una gran acogida, agotándose la primera edición en menos de cuatro meses de su salida a la calle. Recibió muy buenas críticas y reseñas desde revistas como Maximum Rock and Roll, que no tuvieron problema en presentarlo como una de las mejores cosas que le habían podido pasar al punk nacional.
Para la composición de las canciones, teniendo en cuenta como dice Joana que en Obediencia “la producción musical va más deprisa que la lírica”, las letras se trabajan adaptándolas a la música. Victor nos comenta: “Normalmente partimos de uno o varios riffs de guitarra. Sobre el trabajamos en el local la base rítmica y le vamos dando forma al esqueleto. Luego Joana va probando y añadiendo melodías vocales que vayan bien. Poco a poco se van ajustando, se meten cuatro arreglos y para cuando queda compactado, Joana tiene la letra preparada”. La cantante dice tratar de no caer en lo tópico o panfletario, en describir “nuestras miserias cotidianas, miedos y dudas”. Para inspirarse acude a textos de los libros que lee (Samuel Beckett, Albert Camus, Sylvia Plath, comics, la Biblia, mitología griega…), “cosas que me pasan y me invento un poco (…) lo mezclo todo un poco”. Como muestra nos cuenta sobre la gestación de “Edificios”. “Todo surgió de una frase que me gustaba de un poema de Silvia Plath. El resto me lo inventé un poco mientras veía las torres esas de Chamartín”.
Esas letras, la oscuridad contenida, la crudeza de su sonido… pueden pasar por las verdaderas señas de identidad de Obediencia. Cuando les preguntamos directamente por ello hablan de no tener un plan diseñado: «Obediencia es lo que es, lo que nos sale de dentro, de cuatro personas muy diferentes entre sí, pero que juntos nos sale esto. Creo que poco a poco hemos ido encontrando un sonido más personal y un tono, tanto en los temas como en las letras, propio. No sé…«, dice Víctor.
Reconocen ciertos paralelismos en su sonido primitivo y oscuro con aspectos de Crisis, Warsaw… Admiten inspiración para sus temas «sencillos, urgentes y directos» de Avengers, Wipers, Hüsker Du, Ultimo Resorte… Caso aparte eso sí es Mario, que enarbola Al Ke No Le Guste Ke Se Joda como principal referencia, y que juega de alguna manera a la contra dentro del grupo, que le impone una serie de condiciones: «Cerrar el Charles, tocarlo todo lo rápido que pueda y no excederse en los redobles«. Aun así resignados sostienen: «La cabra tira al monte y el que haya escuchado el disco o nos vea en directo sabrá que nos cuenta contenerle«.
La segunda vez que Obediencia entra en un estudio ha sido en Guadalajara; fueron al local de ensayo que Mario, el batería, tenía con su otro grupo Caudillo y Carrero. Era el 23 de junio de 2012 y Mario Riviere ofició de nuevo como productor desplazando allí su estudio móvil. “Fue absolutamente agotador, ya que solo teníamos ese día para montar todo, grabar y desmontar…y de hecho finalmente las voces no dio tiempo a grabarlas y se registraron unas semanas después».
Hasta media docena de temas se trajeron bajo el brazo de aquella hornada de grabación. Mandan dos de ellos, «La última ola» y «Miedo» a un concurso de la Maximum Rock and Roll, consiguiendo que el último se incluya en un recopilatorio, «Sound The Alarms!» (Maximum Rocknroll, 2014) en el que entre las 32 bandas seleccionadas está también Silla Eléctrica.
Sin ser una banda que se prodigue en exceso en directo, acumulan varios conciertos especialmente por Madrid, donde ha tocado con La URSS (Pablo, su batería, ha cogido alguna vez las baquetas para tocar con los mismos Obediencia), Rumanía, Sudor, Accidente… A las actuaciones que habían dado en Guadalajara, Barcelona y Valencia, se uniría la gira de la Semana Santa de 2013 que les llevó por el País Vasco, Inglaterra y Francia. En tierras británicas tocarían en Londres con A.I.D.S., The Lowest Form y ANO, con los que repetirían en Brighton, en un cartel que también incluía a Orden Mundial; en Reading compartieron escenario con Lingering Hands y MONROE y en Leeds con Red Ons y Dry Heaves. De vuelta a la Península Ibérica pararon en París donde tocaron con los venezolanos Fracaso, lo barceloneses Mind Crash y los parisinos Krigskade. La acogida a la banda en la capital francesa les pilló completamente desprevenidos, encontrándose con un público que conocía las canciones y las cantaba con ellos.
El resto de las canciones de la grabación de junio de 2012 vieron la luz, tras un interminable retraso provocado por cuestiones técnicas relacionadas con la portada del disco, en marzo de 2014 en el sencillo «El Ángel Exterminador» (Sólo Para Punks, 2014). La nueva entrega reincidía en la extraordinaria capacidad del grupo para transmitir desasosiego en unas composiciones intensas, gélidas y capaces de arrastrar al oyente entre pesadillas, demonios interiores y un asfixiante sentimiento de irreparable soledad. En coordenadas similares de lofi militante e irresistible mezcla de tensión y melodías, Obediencia vuelve a facturar gemas en ambientes glaciares.
Tras la edición del single actuaron por la capital, en marzo en el Rock Palace con R.O.B.O y Perras Salvajes, o teloneando a Autitistic Youth y Defect Defect.
Para cuando deciden volver a entrar en estudio se encuentran con bastante material. En las sesiones que realizan en los estudios madrileños de Musigrama en febrero de 2016 junto a , dejarían registrados hasta doce canciones. Eso sí, amantes de los discos de corta duración, deciden emplear sólo ocho de ellos para facturar «Erosión» (La Vida es un Mus, 2017). El disco se mezcla en Londres, entre enero y abril de 2017, de la mano de Jonah Falco y lo masteriza Daniel Husayn en junio de 2017 en la North London Bomb Factory en Glasgow. Solventadas las cuestiones acerca de diseño gráfico y portadas, el sello La Vida es un Mus afincado en la capital inglesa lo pone en la calle a finales de 2017.
Los madrileños volvían a sorprender con su capacidad para jugar con melodías, escondiéndolas tras nubes de tensa electricidad en lo que desgranan su angustia existencial, la que impide la relación con los demás, ahogandose todo en un interior claustrofóbico.
Preguntada Joana para la revista Ruta 66 acerca del proceso creativo de estas letras reconocía la necesidad de trabajar bajo presión: «Después de varios ensayos en los que la estructura musical y la melodía vocal de una canción están muy claras necesito decir algo concreto porque me da apuro seguir tarareando. Son ideas que me surgen de repente, diez minutos antes del ensayo«. Al respecto de si los contenidos han cambiado en este «Erosión» comenta: «La angustia y el desasosiego siguen ahí, producto de una época un tanto extraña y devastadora«.
Víctor, por su parte, menciona las posibles novedades: «Si acaso algún matiz nuevo en el sonido y que suene un poco más denso. Temas a medio tiempo dominados por la voz de Joana y que generen una atmósfera, pero con una arquitectura mínima, sin recurrir a artificios. Visto a posteriori y sin pretenderlo, creo que ha quedado algo con mucha coherencia interna, casi conceptual«.
Antes de la salida a la calle de «Erosión», Obediencia formaron parte del cartel que actuó en la presentación del libro «Punk, pero ¿Qué Punk?» (2016) editado por LaFonoteca el día 13 de enero de 2017 en la sala Wurlitzer Ballroom de Madrid. Fueron ellos los que abrieron un evento en el que también tocaron Vigilante Gitano y Espasmódicos.
Su debut en formato de LP se presentaría en la Fun House de Madrid junto a RizomaAñade este contenido y Casa DragónAñade este contenido el 27 de enero de 2018. Un poco después, ya en marzo, se fueron a Sopela (Guipúzcoa) para tocar el día 17 con Tritón y Ke Parezka un Akzidente, habiendo pasado el día anterior por Salamanca para participar en el Bike Punk Fest. En abril de ese año la cita la tendrán en el festival Rock and Football celebrado en Guadalajara.
Obediencia abren una de las vías más interesantes del punk, forjándose para ello un tono anímico estrictamente personal. Son muchos los que esperamos saber de su evolución.
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