Cuando, a finales de los 70, apareció el movimiento punk, muchos de los grupos que bajo esa escena o paralelamente a ella aparecieron tenían como referente, en diversidad de importancia, la pretérita escena mod de los 60. Sin duda, el buque insignia de todo ello era The Jam, aunque hubo otros tantos, como Merton Parkas o Secret Affair. Así, al tiempo que toda esta nueva ola se expandía por el mundo, de igual modo llegó a España.
Uno de los máximos representantes del revival mod en nuestro país fue la banda barcelonesa Brighton 64, encabezada por los hermanos Ricky y Albert Gil. Su afiliación al movimiento era total, como puede observarse en sus referencias -del soul del sello Stax a la obra literaria de Tom Wolffe-, su estética -que combinaban con un toque nuevaolero- y su arte gráfico.
Brighton 64 iniciaron su andadura a principios de los años 80. Junto a los hermanos Gil formaron parte de la banda en esos primeros días un buen montón de músicos que pasaron fugazmente por su historia, algunos incluso sin llegar a grabar nada. De entre ellos destaca Daniel Paradell (más conocido como Daniel Cros), que fuera su primer cantante y vocalista, pero que únicamente participó en algunos bolos y posteriormente se movería en directrices musicales notablemente distintas. Con él actuaron en el espacio «Musical Express» (TVE). Y es que, al poco de empezar a ensayar, Brighton 64 ya estaba dando conciertos y no sólo en la ciudad condal; así de rápido se propagó su propuesta.
De este modo, no tarda en llegar la primera grabación, el EP «Barcelona Blues» (Flor y Nata, 1983), en cuya grabación también participaron Toni a la batería y Carles Nadal a la guitarra, y que tuvo una acogida muy aceptable. Sin embargo, el baile de componentes continúa y Carles queda fuera.
Los hermanos Gil montan una banda paralela, Los Novios, en la que junto a la vocalista María Rodríguez-Rey (Los Amantes de María; más adelante hará coros para los Brighton 64), toca la batería Andreu Verdú (Killwatts, Kamenbert) y que se incorpora al primer grupo para grabar su siguiente trabajo a finales de ese mismo año, el sencillo «Deja de Tocar a Mi Chica» (Flor y nata, 1983), aunque pocos meses después abandonó ambas formaciones.
Es entonces cuando Tino Pebralbo se incorpora al grupo para dar paso a la formación «clásica» y estable del grupo, la que grabó «Haz el Amor» (Twins, 1985) y, junto a Jordi Fontich (teclados), «La Casa de la Bomba» (EMI, 1986), precedente del LP «El Problema Es la Edad» (EMI, 1987).
Nótese que Brighton 64 habían dado el salto a una gran multinacional, y esto conlleva ciertos pros y contras. Lo bueno era mejores medios, así como una mayor difusión y promoción, con videoclips y todo, siendo estos sus trabajos más conocidos -en ambos figura «La casa de la bomba», una de sus más significativas composiciones-; lo malo, las altas expectativas de la compañía. Estas no se vieron cubiertas y a finales de año el grupo estaba fuera de la misma.
Con esto, los hermanos Gil dan por finiquitada la trayectoria de Brighton 64 y forman Los Brigatones, que será el germen de su siguiente proyecto, Matamala, que duró hasta los primeros días de la década de 2000. Entonces los hermanos Gil emprenden caminos separados -Albert monta Chest– que finalmente vuelven a confluir en Top Models.
Paralelamente a la formación de Matamala, los Gil abren su propio sello, Al·leuia, y posteriormente Bip Bip Records, dando salida a sus discos de estudio y a recopilatorios y reediciones de su pasado en Brighton 64.
Tras su disolución, el grupo se ha reunido en diversas ocasiones a lo largo de estos años para dar algún que otro concierto. Más significativa es la gira proyectada en 2011 conmemorando el trigésimo aniversario de la fundación de la banda, pues tras ella el grupo graba nuevo álbum de estudio, «Esta Vez Va en Serio» (BCore, 2012), que ve la luz a finales de 2012 y dando pasa a la segunda etapa de la banda.
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