Desde las notas interiores del álbum “El Loco Mundo de los Jóvenes” (Subterfuge, 1994), la doctora Inckermann nos advierte: “Es pues para mí un deber moral prevenir a padres y educadores de la nociva influencia que sin duda Doctor Explosion representa para el loco mundo de los jóvenes de hoy”. No en vano, los Explosion se jactan de ser cafres, de hacer el subnormal -palabra fetiche de la banda- en el escenario, pero pueden hacerlo también de una carrera sólida forjada a lo largo de casi ya veinte años dando por saco, girando por medio mundo y construyendo un estilo propio que, si bien tiene los referentes bastante anclados en los 60, ha sido capaz de marcar un hito en la escena independiente española de los 90 y de extenderse hasta nuestros días.
Nace Doctor Explosion a mediados de 1989 en Gijón de la mano de Jorge Muñoz-Cobo, Félix Domínguez y Álvaro Coalla. Su primer largo es editado por Romilar D, y para entonces el grupo se ha ido fogueando a través de una serie de EP autoeditados y de sus primeros conciertos, convertidos en todo un espectáculo en el que se entregan al máximo.
El debut no resulta del todo satisfactorio, pero aún así consiguen llamar la atención y fichan por Subterfuge, casa en la que editan “El Loco Mundo de los Jóvenes”, grabado en los míticos Toe Rag Studios de Londres. Se convierte en el mayor hit del panorama indie patrio de la época -poco después llegarían Dover y arrasarían con todo-, con el añadido de que además es editado a través del sello francés DIG en varios países de Europa, además de EE.UU. y Japón, con lo que Doctor Explosion se embarca en una extensa gira europea, ya fuera en grandes capitales o ante cuatro campesinos borrachuzos.
Apenas sin descanso, retornan a Londres para preparar su siguiente disco, “Aquellos Maravillosos 90: Tributo a Doctor Explosion” (Subterfuge, 1996). En una época en la que ya se vislumbra la crisis de la industria discográfica y esta apuesta por discos que exprimen una y otra vez lo ya contado pero de otra forma (recopilatorios, duetos, bonus tracks que rescatan sesiones de ensayos, etc.), Jorge y compañía deciden reírse de todo un poco y se imaginan a sí mismos siendo objeto de tributo por diversas bandas ficticias (cuyos nombres están tomados de bandas reales del panorama nacional e internacional, partiendo de una idea de Álvaro) en el año 2050. Lo que en verdad encierra este álbum es una refrendación de lo ofrecido en el anterior, sumándole uno de sus hits más conocidos, la versión del “Drácula ye-yé” interpretada originalmente por el inefable Andrés Pajares.
Siendo Doctor Explosion un grupo que sobre todo se aprecia en directo, y es por tanto ahí donde más caña se mete -han actuado hasta en Australia, lugar en el que, por cierto, editaron un split junto a la banda Shutdown 66-, Álvaro y Félix deciden poner punto y final a su participación en el conjunto tras la grabación y presentación de “Viviendo del Cuento” (Subterfuge, 1999), debido al cansancio y a la persecución de otros intereses. Jorge convence a Juan Martínez y a Pablo González alias Pibli (Los Buges, La Ruta, Feedbacks) para que se pongan falditas de colegiala y se unan a la banda. En esta nueva etapa se despiden también de Subterfuge, que decide concentrarse en una serie limitada de bandas entre las que Doctor Explosion no se encuentra.
Su siguiente trabajo de estudio, “Música Grabada, Saltos y Cánticos” (PIAS, 2003) nos los muestra con la misma energía que derrochaban ya desde el principio, pero con más contundencia rítmica, si cabe, debido a las nuevas incorporaciones. Además participan en la banda sonora de “Torremolinos 73” (Pablo Berger, 2002) y crean la sintonía de la serie emitida por Tele5 en la temporada 2005 “Maneras de Vivir”, tocando una versión del tema homónimo de Leño. También su canción «Thank you» ha sido objeto de versión, a cargo de la banda franco-alemana Curlee Wurlee en su EP “SOS Mesdemoiselles” (Butterfly, 2003).
Aparte de su proyecto al frente de los Explosion, Jorge también ha abierto un estudio de grabación vintage en Gijón, bajo el pseudónimo de Mister Perrotti, en el que, aparte de los propios Explosion, también han grabado multitud de bandas, entre ellas The Cynics su «Here We Are» (Get Hip, 2007) con la participación de Pibli y Ángel Kaplan. También se encargó de la banda sonora de la película «Kárate a Muerte en Torremolinos» (Pedro Temboury, 2001). Sustituyendo a Juan, que también tiene otro estudio de grabación, al bajo se encuentra actualmente Ángel Kaplan (Bubblegum; en su proyecto en solitario también participa Pibli a la batería). Con él se configura el trío que saca a la luz el primer disco de Doctor Explosion grabado en los estudios Perrotti, «¡¡Chupa Aquí!! (Boomerang, 2009), y se muestra definitivamente asentado en su continuación, «Hablaban con Frases Hechas» (Perrotti / Boomerang, 2011).
Habrán de pasar once años -que se dice pronto y que, en realidad, deberían de haber sido menos de no ser por la pandemia- para que la banda asturiana publique un nuevo LP. Eso no implica que Jorge haya estado de brazos cruzados sino todo lo contrario, con giras por Sudamérica, largas estadías en Austin (TX, EE. UU.), llegando incluso a fomar parte de la banda local The Ripe, y todo eso sin echar la persiana de su Circo Perrotti. Por si fuera poco, el trío original de la banda se vuelve a reunir en el proyecto paralelo Las Munjitas del Fuzz, cuyo nombre ya lo dice todo. Pero al final el esperado álbum llegó, y «Superioridad Moral» (Slovenly, 2022) nos devuelve a unos Doctor Explosion (ahora cuarteto, con Jorge acompañado por César Crespo -guitarra- más Daniel Montero -bajo- y Conrado Martín -batería-, ambos antes en Cooper) más crudos, solventes y directos. Que ya es decir.
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