“LA MÚSICA NO ES LO MÁS IMPORTANTE. CONTRADICCIONES DE UN MELÓMANO CON SU PASIÓN” (LIBROS.COM, 2021)
JAVIER BECERRA
«Lo que él hace es muchísimo más difícil y enriquecedor que escribir una crítica de un grupo de culto en una revista especializada. […] La música tal vez pueda volver a ser lo más importante si establecemos una relación más natural con ella»
David Saavedra («Prólogo»)
«Marzo de 2020. Coronavirus, confinamiento y miedo al futuro. Una canción, ‘Resistiré’, del Dúo Dinámico, se erige como un himno al que se abraza todo el país. Pronto surge un rechazo muy particular. Los que saben de música se empeñan en ridiculizar el gusto popular para exhibir el suyo, el correcto. Y todo ello en medio de una pandemia que tiene al mundo en vilo. Ese es el punto de partida de «La Música No Es Lo Más Importante», una mirada crítica a la relación sentimental que los melómanos establecen con ella, que muchas veces deriva en lo patológico, ridículo e infantil. Una reflexión con tintes autobiográficos sobre cómo el conocimiento paradójicamente se puede convertir en el obstáculo para el disfrute«. Este es el punto de partida del nuevo libro de Javier Becerra, autor de libros como «Los Eskizos. Electricidad a Contracorriente» (Ediciones Díscolas, 2015) o «¡Esto Es Pop!» (Mont Ventoux, 2019).
Nos encontramos con una reflexión sobre la música, sobre nuestros gustos, placeres culpables, limitaciones y perjuicios. Es complejo tratar un tema tan personal como nuestra relación con la música, porque muchas veces es algo cambiante, que depende del ambiente y de nuestras relaciones con esas canciones que forman parte de la banda sonora de nuestra vida. Siempre ha habido fundamentalismo musical y lo seguirá habiendo, pero no sólo hay fundamentalismo en la música, lo hay en la vida en general, y en el arte en particular. Es cierto también que madurar, a veces, trae consigo liberarse de cargas y de ciertas cadenas… y fundamentalmente de perjuicios. Aprender, en cierto modo, a disfrutar de las cosas que nos hacen sentir bien sin analizar o intelectualizar ciertos aspectos.
De la misma forma, no creo que tenga que haber unanimidades. Es decir, que haya gente que no pueda ver delante a Mecano, Barón RojoAñade este contenido o Xoel López, no significa un acto de militancia o que sean unos talibanes musicales. Tampoco que no disfruten esos grupos por perjuicios. A veces, simplemente no lo soportan. Creo que el mapa sonoro de nuestras vidas depende de muchas cosas: parejas, familia, perdida de personas cercanas, experiencias vitales, noches de fiesta, nostalgia… esa banda sonora son como cicatrices en la piel de cada persona. Y lo que una persona siente con Mecano a lo mejor otra lo siente con Hombres G, por poner un ejemplo. A veces, en los gustos entran en juego tantas variables que hace que cada persona tenga motivaciones distintas.
El libro es una invitación a la reflexión sobre nuestra actitud ante la música, desarrollando una especie de diario vital sobre esas canciones, grupos y discos que han marcado la vida del autor. Anécdotas y experiencias personales que sirven de análisis una relación con la música que va cambiando con los años y con la experiencia.
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