La década de los 50 fue pródiga en parejas de hermanas cantoras. Primero fueron las Hermanas Fleta, después las Hermanas Serrano y ya en los 60 otros fraternales dúos femeninos siguieron su ejemplo. Uno de esos dúos fue Tina y Tesa. Claro que primero nació Tesa (Teresa) en 1939 y tres años más tarde la siguió Tina (Josefina). Y todo eso ocurría en Alicante. En 1948 la familia Almagro Rico se traslada a vivir a Barcelona.
La verdadera artista musical de la familia era Teresa, que había estudiado desde niña piano en el Conservatorio del Liceo y ella embarcó a su hermana que con dieciséis años trabajaba ya de auxiliar administrativo.
Los padres de todas las épocas han estado preocupados por el porvenir de sus retoños. Seguramente si hubiesen sido chicos, el suyo les habría regalado un balón para garantizarles un futuro brillante; sin embargo, eran chicas y decidió regalarles una guitarra. Una de esas guitarras eléctricas de caja, semiacústica, por la que ahora los coleccionistas y músicos caprichosos pagan un pastón. Desde entonces Tina y Tesa aparecerán con ella en todas sus fotografías. Tina era la voz principal y Tesa se encargaba de la guitarra y segunda voz.
Participan en el programa radiofónico “El Correo de la Radio” y el locutor José Caballero las anima a meterse de lleno en el mundo de la canción. Se examinan de profesionales el 12 de febrero de 1962 y de la mano de Eduardo Arguedas inician su carrera artística. El primer contrato que les sale es en Barcelona, cobrando trescientas pesetas. Allí actúan en salas de fiesta. Su imagen con el pelo cortado a lo garçon, sus voces gritonas y su inseparable guitarra no pasan desapercibidas. Un cazatalentos les propone grabar su primer disco y antes que acabe el año “Balada de la Trompeta / Lección de Twist / Tómbola / ¡Eh, Nena!” (Regal, 1962) está en la calle. Casi siempre con su madre al lado actúan formando elenco de las salas de variedades y participando en algunos festivales importantes.
En marzo de 1963 sale su segundo EP, que obtendrá mejor acogida que el anterior. “La Locomoción / El Ritmo Bossa Nova / Ven al Twist / Échale Cariño” (Regal, 1963) constituye un pequeño éxito y se escucha bastante por las emisoras de todo el país. Poco después de salir a la venta, concretamente el 21 de abril, van a actuar en un gran festival celebrado en el Palacio de los Deportes de Barcelona. Junto a ellas muchas figuras juveniles emergentes: José Guardiola, Los Pájaros Locos, Encarnita Polo, Franciska, Salomé, el Dúo Rúbam, Kurt Savoy y otros jóvenes artistas. Van a grabar también algún programa musical en los estudios de Miramar y ese verano van a moverse bastante por las salas de la costa mediterránea.
Basta leer los títulos de las canciones de sus discos para saber cuál era su estilo. Expertas en todos los nuevos ritmos y buenas bailarinas ellas mismas, le hincaban el diente a todos los bailes que venían del otro lado del Atlántico: twist, rock and roll, madison y hasta la carioca bossa nova conformaban un repertorio juvenil de lo más movido.
Después del agitado verano del 63 va a aparecer su tercer disco a ritmo de twist, un nuevo EP que no confirma las buenas expectativas abiertas por su anterior disco y que enfría bastante los ánimos de las dos hermanas y de sus mentores discográficos. Tras cumplir los contratos del siguiente año, postergan un tanto su carrera.
En 1966 van a intentar un regreso de la mano del sello discográfico Belter. La casa catalana lo intenta en uno de los muchos festivales de segunda o tercera fila que pueblan los veranos españoles. Tina y Tesa participan en Alayor con dos canciones en el III Festival de la Canción Menorquina. A raíz de su prestación festivalera se publica “Siempre / Que lo Digo Yo” (Belter, 1966). Algunas actuaciones y el citado disco no logran poner el acento sobre Tina y Tesa, que deciden tirar definitivamente la toalla.
Tesa seguirá durante unos años ante el micrófono como locutora de Radio España de Barcelona hasta que lo dejará a principios de los 70.
Un dúo femenino escasamente conocido que supone una perfecta estampa sonora y visual de una época en la que la música pop española daba sus primeros balbuceos e imitaba con mejor voluntad que calidad las esplendorosas y envidiadas figuras extranjeras.
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