En 1944 Luis Manuel Ferri nace en el pueblo valenciano de Aielo de Malferit, aunque pronto se trasladará con su familia a Valencia. Allí estudiará bachiller elemental y en 1960 se colocará de aprendiz de joyero. Por esas fechas va a conocer a Vicente López, un alevín de músico que le escucha cantar y le introduce en el ambiente musical de su ciudad. Funda con dos amigos el trío Los Hispánicos con los que debutará en 1961 en un concierto organizado en la sociedad coral El Micalet. Comienzan a actuar en distintas localidades de la región y llegan a finalistas de un programa radiofónico nacional Fiesta en España. A finales de 1963 deciden separarse.
Luis Manuel es requerido poco después para ocupar la plaza de vocalista en Los Superson, en el que milita como bajista su amigo Vicente y donde pronto conocerá a los hermanos Pepe y Vicente Juesas. Luis Manuel siempre fue un hombre de lealtades y precisamente buena parte de aquellos Superson serán en el futuro su banda de acompañamiento.
Cuando el grupo empieza a hacerse un nombre a nivel local, el ejército reclama a Luis Manuel que se ve trasladado durante año y medio a Cartagena. Piensa tirar la toalla y olvidarse de la música. Sin embargo, entre tanto, Vicente López ha contactado con un locutor y manager valenciano, contándole maravillas del cantante de su grupo. Se sacude por fin el caqui en 1968 y se presenta en un certamen para noveles en Vall d’Uxo, impresionando al jurado y convenciendo a su reticente manager, Miguel Siurán. Éste va a rebautizar al cantante como Nino Bravo, nombre que usará a partir de entonces.
Mánager y artista viajan a Madrid, donde tras ser rechazado por RCA, es fichado por el sello Polydor, dependiente de Fonogram. Tras ensayar con Los Superson durante aquel invierno, el 16 de marzo de 1969 alquilan el Teatro Principal de Valencia para hacer una presentación a bombo y platillo con la asistencia de un público no excesivamente numeroso, pero que sale maravillado de la voz de aquel nuevo cantante. Aquello casi lleva a todos a la ruina, pero Nino ya está en marcha. Casi simultáneamente sale a la venta su primer single con dos temas del compositor Manuel Alejandro, artífice de muchos éxitos de Raphael. El resultado es descorazonador. Vende en todo el país alrededor de seiscientos ejemplares.
Antes de acabar el año, editará un nuevo disco con canciones de la pareja Herrero y Armenteros, procedentes de Los Relámpagos, que tampoco da en la diana. Participa en el Festival de la Canción Mediterránea, donde es eliminado en primera ronda y edita un tercer sencillo que funciona ligeramente mejor con “Voy buscando” como canción principal.
En 1970 participa en el Festival de Atenas, logrando el cuarto puesto y es preseleccionado para Eurovisión, puesto que finalmente recaerá en Julio Iglesias. A mediados de 1970, se empeña en grabar una canción de Augusto Algueró: “Te quiero, te quiero”, que antes había sido grabada por Lola Flores,pero que nunca había llegado a ser editada. El disco sale en junio de 1970 y en principio no es excesivamente valorado, pero poco a poco va siendo demandado hasta convertirse en un éxito. Las dos últimas semanas de 1970 y las siete primeras de 1971 encabeza las listas nacionales de ventas. Buena parte de culpa de este triunfo lo tiene el programa Pasaporte a Dublín, en el que varios cantantes compiten por un puesto en Eurovisión. El triunfo oficial fue para Karina, pero el gran vencedor del evento fue sin duda Nino Bravo, que salió de aquellas semanas de programa convertido en uno de los grandes de la música española.
A partir de ahí, los acontecimientos se disparan y Nino Bravo arrasa en América y España. Temas como “Noelia”, dos semanas en 1971, o “Un beso y una flor”, cinco semanas en 1972, vuelven a ocupar el nº 1 absoluto de ventas y lo convierten en el principal cantante español del momento. Participaciones exitosas en festivales como Montreux, el Festival del Atlántico en Santa Cruz de Tenerife y un controvertido segundo puesto en el Festival Internacional de Río de Janeiro con trampa palmaria del jurado norteamericano incluida, lo encumbran. Nino Bravo representa la voz española por excelencia, romántico y fuerte, dulce y duro a un tiempo, con un directo en el que no escatima esfuerzos. Esas características, junto a la humildad y discreción que destila en las entrevistas, hacen de él una figura equiparable a las de Tom Jones o Engelbert Humperdinck en Gran Bretaña.
En 1971 se casa con María Amparo Martínez en una boda en secreto para eludir a la prensa que continuamente le sigue los pasos. Todo lo que toca se convierte en oro. Además de sus singles, edita varios LP con excepcionales ventas para un artista español, entre los que destaca “Mi Tierra” (Polydor, 1972). Precisamente en este LP se incluye “Libre”, que con el tiempo se convertirá en su canción más emblemática y que llegó a estar prohibida en algún país sudamericano.
Se le instó en varias ocasiones para que se estableciese en Madrid, pero él siempre quiso seguir viviendo en su Valencia, en la que a finales de 1972 monta la sala Julio Verne, destinada a dar oportunidad a jóvenes valores de su tierra. Precisamente, en un viaje a Madrid, junto a su amigo y guitarrista José Juesas, y los dos componentes de un dúo valenciano al que producía, el BMW conducido por el propio Nino se sale de la carretera y da varias vueltas de campana cerca de Tarancón. El cantante fallece horas después. Era el 16 de abril de 1973 y Nino Bravo aún no había cumplido los veintinueve años. A su entierro acuden más de diez mil personas que colapsan durante horas las calles de Valencia. Se publica su LP póstumo “…Y Vol. 5” (Polydor, 1973). En ese disco que él grabó solo unas semanas antes de su muerte, se incluye “América, América”, que ocupará cinco semanas el primer puesto de ventas.
En septiembre de ese mismi año, la Plaza de Toros de Valencia acoge un macrofestival en el que su paisano Bruno Lomas, Fórmula V, Manolo Escobar, Julio Iglesias, Los Puntos y todas las primeras figuras del momento le rinden un homenaje. El 27 de noviembre de 1973 nace su hija Eva María.
Se han sucedido desde esa fecha ediciones, remasterizaciones, forzados e imposibles duetos. Se han vuelto a publicar todos sus singles y long plays. La fama de Nino Bravo es tal que casi cuarenta años después de su muerte sigue siendo uno de los cantantes españoles que más venden dentro y fuera de este país. La discografía que se adjunta recoge sus discos originales y alguna recopilación, pero basta darse una vuelta por cualquier sección de discos para descubrir nuevas recopilaciones que cada año ven la luz, esa luz que a él se le apagó tan pronto.
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