Se puede considerar a Los Módulos el último gran grupo de los 60 o el primer supergrupo de los 70. Ambas afirmaciones son ciertas, tanto en lo cronológico como en lo musical, porque ningún grupo de su época fue capaz, como ellos, de reunir en un mismo producto el pop comercial de los 60 con la renovación marcada por la música progresiva en los 70. No debe extrañarnos, por tanto, que los seguidores del pop español los consideren un grupo pop y los amantes de la música progresiva lo reivindiquen continuamente como uno de los suyos. Lo que parece quedar claro, etiquetas aparte, es que Módulos fue un grupo de gran calidad, de trabajo meticuloso y formado por cuatro de los mejores músicos y compositores de su tiempo.
Módulos no surgió por generación espontánea, sino que fue un grupo apoyado desde el principio por una potente casa discográfica.
A finales de 1967, Paco Quero, bajista de Los Ángeles, es requerido por la patria para hacer la mili y su puesto es cubierto por un jovencísimo Pepe Robles. El sustituto cumple con creces las expectativas puestas en él e incluso compone un par de canciones para este grupo; sin embargo, el titular regresa. Rafael Trabuchelli, productor estrella de Hispavox, propone entonces a Pepe Robles un lanzamiento importante como solista, pero éste prefiere formar un nuevo grupo. Trabuchelli, padrino del llamado sonido Torrelaguna, en honor del nombre de la calle donde se encuentran las oficinas de la discográfica y productor de Pic-Nic, Los Ángeles, Los Mitos y en alguna época de Miguel Ríos, apuesta desde el primer momento por el proyecto y proporciona un local de ensayo en los sótanos del mismo edificio Hispavox. Para febrero de 1969, Los Módulos comienzan sus maratonianos ensayos (hasta ocho horas diarias), conformado como un cuarteto con Tomás Bohórquez (órgano Hammond y piano), Emilio Bueno (bajo), Juan Antonio García Reyzabal (batería y violín eléctrico) y el propio Pepe Robles (guitarra y voz).
El sonido del grupo queda definido por el sonido mágico del Hammond de Tomás, la guitarra cristalina y la voz levemente quejumbrosa de Pepe y una sección rítmica ajustada y sin tomarse libertades innecesarias. Las influencias de grupos como Vainilla Fudge o The Nice, basados en el sonido del órgano es palpable en los primeros tiempos.
Poco antes del verano del 69 aparece un primer single con «Ya no me Quieres / «Recuerdos» (Hispavox, 1969) con letra de Reyzabal y música de Robles. El disco se vende bien, está varias semanas en el top 20. Hispavox les firma un contrato por cuatro LP en cuatro años consecutivos y su manager, Tony Caravaca los mueve por todos los clubes madrileños. Tras el verano se meten en el estudio de grabación para lo que será su primer larga duración. En una las últimas sesiones de grabación, Reyzabal aparece con ocho compases de una melodía. Trabuchelli les apremia a terminar el trabajo, ya que el LP queda algo corto de minutaje y el grupo desarrolla rápidamente aquel apunte melódico. Cuando Pepe Robles va a registrar a Autores la nueva canción, se encuentra con que ya ha sido registrada por Reyzabal en solitario. Eso va a producir reclamaciones y pleitos entre ambos músicos y sólo la mediación de Hispavox, que tiene contrato con ambos, evita que uno de los dos salga del grupo. La SGAE toma la decisión salomónica de que aparezca firmada por ambos, aunque Reyzabal siempre reivindicará la autoría en solitario. El tema en cuestión es “Todo tiene su fin”, seguramente una de las tres mejores baladas del pop español de todos los tiempos.
El segundo single «Nada me Importa / Todo tiene su Fin» (Hispavox, 1969) aparece en diciembre del 69. Tres meses entre los más vendidos, dos semanas número 1 de ventas, ambas canciones por separado entre las cabeceras de Los 40 Principales… un rotundo éxito empañado por las desavenencias entre ambos autores, que ya mantendrán únicamente una forzada relación profesional y no volverán a firmar una canción a dúo.
Hispavox aprovecha el momento cumbre del single para lanzar en 1970 “Realidad” (Hispavox, 1970), un excelente trabajo que incluye siete temas propios y dos versiones de Beatles. En el verano de ese año aparecerá un nuevo single de cara al verano: «Tu ya no Estás / No Puedo Estar sin ti» (Hispavox, 1970), que no alcanza ni de lejos las ventas de su predecesor.
En 1971 se editan casi simultáneamente el LP “Variaciones” (Hispavox, 1971) en la línea del anterior, con instrumentaciones parecidas aunque menos frescura y una versión de «The sounds of silence» de Simón y Garfunkel. Este disco contiene una joya: “Solo tú”, que será editada en single junto a “Adiós al ayer”. Este single –«Sólo tú / Adiós al Ayer» (Hispavox, 1971)-vuelve a colocar a Módulos arriba de las listas y propicia para el grupo un segundo verano cargado de galas por toda España.
La discográfica les insta a repetir la jugada al año siguiente, grabando en los primeros meses de 1972 el LP “Plenitud” (Hispavox, 1972). Aquí van a surgir las primeras discrepancias entre un grupo que quiere abrirse a la música progresiva de formaciones como Yes, King Crimson o Genesis y una empresa que quiere repetir la fórmula que se ha demostrado exitosa anteriormente. El resultado es un álbum irregular con canciones muy largas, cargadas de toques de mellotrón, moog y otros aparatos electrónicos y unas letras anodinas y monotemáticas. Una especie de quiero y no puedo (o no me dejan) hacer lo que verdaderamente deseo por parte del grupo. Se extrae “No quiero pensar en ese amor” como single y, , se le acopla una Cara B inédita en el LP; en este caso: “Mari, Mari, Mari”. El LP, un tanto incomprendido, se vende poco; sin embargo, el single –«No Quiero Pensar en ese Amor / Mari, Mari, Mari» (Hispavox, 1972)– escala los primeros puestos de las listas y está entre los más vendidos de aquel verano.
1973 es un año en blanco que frena en seco la marcha del grupo. Pepe Robles estrella su coche y está a punto de perder la vida. Meses de hospital y recuperación y los otros tres componentes prácticamente en dique seco. El cuarto LP contratado con Hispavox se graba, por tanto, en 1974. Es sin duda el trabajo más flojo del grupo, que abandona las baladas cargadas de toques clásicos de teclados y guitarra para proponer un pop ligero, lejos de su estilo, con un Pepe Robles en baja forma vocal y con discusiones continuas con el productor Trabuchelli acerca de los arreglos de los distintos temas. El LP “4” (Hispavox, 1974) y el single «Sólo Palabras / Al Ponerse el Sol» (Hispavox, 1974) no funcionan comercialmente, a pesar de que Hispavox ha intentado forzar un producto ultracomercial.
Una vez finalizado su contrato, Reyzabal abandona el grupo en 1974 y es sustituido en la batería por Juan Cánovas, procedente de los recién disueltos Cánovas, Adolfo, Rodrigo y Guzmán.
En los siguientes años grabarán dos singles más con Hispavox. En 1975 «Perdido en mis Recuerdos / Hacia el Siglo XXI» (Hispavox, 1975) y en 1976 «¿Recuerdas? / Consumo S.A.» (Hispavox, 1976). Las letras de contenido social, sobre todo en las Caras B, disgustaron notablemente a la discográfica en un momento político complicado en el país y con un dictador agonizante. Estos discos no fueron promocionados debidamente. Las ventas cayeron en picado y con ellas el número de actuaciones y el caché del grupo. A finales de 1976 son invitados a abandonar la compañía. Emilio Bueno abandona el grupo siendo sustituido en el bajo primero por José Luis Campuzano, Sherpa, que más tarde formaría Barón Rojo. También Cánovas es sustituido por Chupi de la Fuente.
En 1978 autoproducen el LP “Módulos” (Olimpo, 1978), el trabajo más libre y personal del grupo. Un trabajo de calidad poco valorado en su tiempo y casi olvidado en la actualidad, que mereció mejor suerte. Tras ser rechazados por varias compañías, será editado por la modesta independiente Olimpo. Hasta cierto punto fue un álbum de culto, pero que por falta de promoción no llegó al gran público y fue ninguneado por las emisoras. En 1979, justo diez años después de su formación, Módulos echa el telón a una trayectoria profesional impecable.
Llevados por la vena de la nostalgia Bohórquez, Bueno, Reyzabal y el guitarrista Pibe Iglesias se reúnen en 2000 para algunas actuaciones y editar el CD “Pensado y Hecho… en la Intimidad” (EPF, 2000), que contiene 9 versiones de temas antiguos y 6 nuevas canciones. Entre tanto, Hispavox y otras compañías ha seguido explotando el filón Módulos en forma de recopilatorios y Medina Azahara ha grabado versiones de sus canciones, que no mejoran en ningún caso las originales. El primer módulo en dejarnos para siempre ha sido Juan Antonio García Reyzabal en octubre de 2015. A éste le siguió en abril de 2018 Tomás Bohorquez, que con sus teclados definió el sonido de Módulos.
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