En el barrio sevillano de La Macarena llega al mundo un 2 de abril de 1965 una niña de nombre Maria Isabel Rodriguez Lineros. Aunque se crió en el barrio de Triana y de sobra se notará en su estilo. Desde niña dio muestras de su talento artístico, tanto que a los 15 años empezaría a bailar en el famoso tablao sevillano “El Gallo” bajo el nombre artístico La Ruina. Este apodo lo inventó un agente artístico porque decía que podía ser la ruina de todos los hombres, cosas de 1980. Con este nombre le llegará su primer contrato discográfico con solo 17 años, presentándose artísticamente en el popular programa de TVE Aplauso. Allí dedicó unas palabras y presentó su primer single «Por Estar Contigo» (Movieplay, 1981), dejando al público fascinado por la transformación de la timidez de la entrevista a la furia sobre el escenario. Compaginó los primeros conciertos y la promoción del primer disco con sus estudios de idiomas y de ballet.
En 1982 de cara al Festival de Eurovisión decidió cambiar su nombre artístico por el de Lucía, a secas, sin apellido ni decoro. Esto se debió, según declaraciones de la época, a que La Ruina sonaba demasiado a folclórica y no era ése el estilo que quería seguir, decantándose más por el pop. Esto hay que cogerlo un poco con pinzas, porque no es la primera vez que el cantante designado por TVE es moldeado al antojo del director de espectáculos de turno y la imagen que este quiera dar de la candidatura. Su compañía por entonces, Movieplay, decide enviar un par de temas que Lucía tenía en el cajón a TVE, con el desconocimiento de la artista. Es elegida en una selección interna donde sonaron nombres como Bertín Osborne o La Pequeña Compañía. Recibe la noticia francamente bien y es que, en esos años representar a España en Eurovisión era uno de los mayores escaparates para un artista novel. Así comienza todo un bombardeo mediático financiado por TVE, que rápidamente le pide a la discográfica material para elegir el tema que se llevaría el pez al agua. Lucía graba a marchas forzadas 10 maquetas, que se incluirían en un nuevo LP tras su paso por el festival. De entre todas eligen «Él (Movieplay, 1982)», un tango compuesto por Paco Cepero e Ignacio Román, leyendas en el mundo del flamenco. Presentó la canción en el conocido programa De ahora en Adelante, de la mano de Massiel como su madrina artística.
En plena promoción internacional estalla el 2 de abril la Guerra por las Malvinas entre Argentina e Inglaterra. El festival estaba previsto para el 24 de abril en Harrogate, una pequeña localidad de Yorkshire. Ante esto la propia cantante no se atrevía a defender un tango en Inglaterra en pleno conflicto bélico con Argentina, pero ni a los directivos de R.T.V.E. les interesaba dejar pasar esta situación tan suculenta, ni el propio festival permitía un cambio en la canción a dos semanas del certamen. Lucía llegó a Harrogate a los ensayos y aunque no figuró entre las favoritas sí que se le veía capaz de alcanzar un puesto entre el 10 y el 5. Hay que decir que fue un festival de buen nivel musical y Lucia lo dio todo en su actuación, apoyada en un cuadro de baile y una coreografía muy estudiada. Quizás los nervios le pudieron y por ello se la vio algo encorsetada en el escenario, aún así consiguió un meritorio 10 puesto y colarse en las listas de ventas españolas.
Ese año volvió a lanzar dos singles también muy escuchados en las emisoras, «Qué Tontería» (Movieplay, 1982) y «Acuérdate» (Movieplay, 1982). Con estos temas se recorrió todos los programas habidos y por haber de música en 1982, que no eran pocos.
El verano fue sin duda el de más trabajo para la cantante, solo en agosto se contabilizaron 40 conciertos o galas que se decía entonces. A finales de año la prensa del corazón pone la vista sobre ella por su romance con Pedro Ruiz, coincidiendo con la publicación de los LPs de ambos ese año. Este hecho provocaría que en los años siguientes esta sea la faceta más perseguida por el público, aunque Lucía nunca más dio exclusivas ni entró en el juego de la prensa rosa que por aquellos años comenzaba a dar sus primeros pasos devorando la faceta artística de los personajes.
Esta relación le cuesta que en 1983, un año después de su paso por el festival y cuando más expectación tenía el público por ella, no publique ningún single. Aunque sigue con una larga gira de conciertos y estudiando idiomas, baile y canto como llevaba haciendo desde antes. Por su puesto también se implicará en su escaparate en revistas del corazón. Le llegan infinidad de guiones, pero todos de películas del destape o que le exigían desnudarse en algún momento, a lo que ella siempre se negó. Una de las más sonadas y que estuvo a punto de protagonizar fue Carmen de Carlos Saura.
Por fin en 1984 volvemos a tener noticias de un nuevo trabajo y se desvincula de su relación con la prensa rosa, aunque será noticia su nuevo romance con Diego Fernández, jugador del Betis con el que se casará en 1987. Como a muchos artistas eurovisivos les ocurrió, Lucía vio bastante desvirtuada su imagen tras la promoción que TVE hizo de ella a bombo y platillo. Por lo que ella justifica su año de ausencia como una búsqueda de un nuevo estilo con el que se sintiera plenamente satisfecha. El nuevo disco será «Enredadito» (Movieplay, 1984), una obra a caballo entre la Lucia pop que vimos en 1982 y la Lucia más flamenca. La renovada cantante se puso las pilas y volvió a los programas más importantes de esos años en televisión y publicó otro disco «Ese Beso» (Movieplay, 1985). Este último disco no tuvo tanta repercusión como los tres anteriores, además se rompió su contrato discográfico con Movieplay. Seguiría unos años apareciendo en revistas por su boda, embarazo y divorcio con Diego Fernández. Precisamente su boda en 1987 y el nacimiento de su hija en 1988 le llevarían a apartar su lado musical durante un tiempo.
Pero por fin, tras cuatro años, en 1989 vuelve a resurgir la furia sevillana con un nuevo single melocotonazo, «Estando por ti» (Fods Records, 1989). Así se llamó nuevo LP con una Lucia guapísima y con unos dotes vocales increíbles, amén de sus casi 10 años de carrera. Éste y su siguiente álbum «Veneno y Fuego» (Fods Records, 1990) con una estética similar no consiguieron los números de ventas de sus primeros años pero dejaron unos temas interesantes como legado a sus seguidores.
Llegan los noventa y con esta década un nuevo descanso que se hizo más largo que el anterior. Habría que esperar 5 años para ver publicado otro disco “Una Rosa…» (J.J. Records. 1995), sin apenas promoción y que es hoy en día toda una rareza casi imposible de encontrar. Hace unas cuantas actuaciones y apariciones televisivas de nuevo, pero con cada vez menos tirón. Los sonidos suenan más a orquesta de pueblo que otra cosa y aunque hay algunos temas interesantes la producción los oscurece en la mayoría de casos.
A los dos años sigue con un sonido parecido al anterior con «Cuerpo a Cuerpo» (Producciones AR,1997) que le permite seguir con algunas actuaciones en directo sobre todo por Andalucía. A partir de este momento aparece en alguna gala esporádica de la 1 de TVE dedicada a Eurovisión y en congresos de eurofans.
En 2003, en pleno boom de los realities televisivos aparece en uno de ellos de una de las televisiones privadas más vistas, donde comparte concurso con algunos personajillos del mundo de la música como Selena, de Sonia y SelenaAñade este contenido, María Jesús y su acordeónAñade este contenido o Jordi Gómez, hijo de Dyango. Este programa le permite volver al ideario popular y captar la atención de nuevas generaciones nacidas en su etapa eurovisiva. Firma un nuevo contrato discográfico con Fods y lanza un álbum «Bajo los Efectos del Amor» (Fods Records, 2006) con una imagen completamente rompedora y un sonido nunca antes experimentado por la artista. Uno de sus sencillos logra algo de notoriedad pero no termina de romper, llevando a la actriz a dejar el mundo de la música de momento para embarcarse en otros proyectos nuevos para ella. Se la verá en programas de la televisión andaluza como colaboradora, en alguno de ellos con actuaciones, pero de manera muy puntual. Desde 2013 hasta hoy lleva un programa en la televisión de Sevilla llamado Salud y belleza con Lucía, sobre temas totalmente ajenos a la música.
El balance de la carrera de Lucía es el de una mujer luchadora con grandes dotes para la música, con una voz magistral y una fuerza en el escenario arrolladora. Pero no es oro todo lo que reluce y las casas discográficas no siempre cuidan a sus artistas cuando los ven como simples productos para embolsar. Lo importante del arte es que no caduca y en esta era de digitalización una buena parte de la música está disponible para todo el mundo en internet, donde se puede disfrutar de música que sin gozar de éxito no merecen menos atención que otras.
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