El nombre que más aparece en los créditos es el de Bernd Voss, con algunas de las mejores canciones del disco. Una de ellas es la que abre el disco «Se qué volverás». Aparece con un sensual y delicado saxofón y tras esto, lo que tantos años llevaba en silencio la irreconocible Lucía. Sí es cierto que su voz había madurado más y no va a llegar a los tonos de antes, pero sus tonos graves son magistrales también. Una gran obertura.
Vuelve a aparecer en la segunda mitad del disco; esta vez con «Convénceme» donde demuestra ser un muy buen compositor, además de que la producción es genial, con sonidos de olas de mar incluidas. Por otro lado, el coro es bastante gracioso mencionando el nombre de la cantante.
Hubo tres singles en este disco, diferentes pero que son lo mejor del disco. El primero fue «Loca por tus huesos» el tema más potente del disco y que contó con el segundo videoclip de la sevillana en su carrera. No funcionó mal pero podría haber dado el pelotazo con más publicidad. Otra fue la que dio nombre al disco «Bajo los efectos del amor», verdadero protagonista. La canción perfecta para conducir por las referencias que va haciendo. Musicalmente está bien ese aire nocturno y los efectos bien trabajados, sobre todo el solo de guitarra que le da a la canción el sonido rock que necesitaba.
El tercero fue «Tu nombre», un tema mucho más tranquilo e íntimo que los otros. La verdad es que casa muy bien con el resto de canciones y toma un poco de todas, así que era la idónea para ser lanzada como single, al principio tiene un toque soul, después aire pop rock y una letra muy íntima, es decir, lo que nos íbamos a encontrar en el LP.
«Lejos de ti» es la más melancólica del disco, pero la que tiene un toque más pop-rock. Esa letra pegadiza y el buen hacer vocal nos hacen confirmar que es uno de los mejores temas del disco, además de reconocer en algunos momentos a la Lucía de Movieplay.
Tenemos a un invitado en el disco, Alejandro Vega, que se marca un increíble dúo con un aire aflamencado a la vez que con toques gospel y R&B. Sin miedo lo digo, uno de los mejores dúos en España.
Y como no podía ser de otra manera, un cover, esta vez de un archiversionado tema, «Yo no te pido la luna» al que Lucia le da un aire muy sensual, siendo de las versiones más buenas de esta canción.
El aire aflamencado viene ya al final del disco y sólo con una leve pincelada. Con un suave bolero «Tan sólo tuya» nos da una quinta parte del flamenco que podía darnos esta trianera, pero su estilo ya es otro y ese aire le viene genial para este buen bolero.
Para cerrar el disco y definitivamente la carrera de Lucía tenemos a los mismos compositores que aparecían en la primera canción de su trayectoria ya en un lejano 1981. Si, Paco Cepero e Ignacio Román vuelven a aparecer por reversionar su tema insignia, «Él», la canción de Eurovisión. Hace un remix que aunque respeta los violines y el tambor de la original, aquí multiplicado, le quita majestuosidad, que si ya en versión album en 1982 la bajó, aquí ya es casi imperceptible. Pero como metáfora de su carrera está genial, acabar por el principio de todo.
Finalmente tenemos un disco redondísimo, quizás el mejor de toda su carrera, aunque el nivel está alto. Alejada totalmente de sus discos de antaño, opta por el pop más agradable de escuchar, haciendo de él un disco de lo más comercial a la par que de calidad, pero que una vez más pasó desapercibido y marcó el punto y final en la discografía de esta luchadora sevillana.
