Disco más profesional que el anterior donde vemos una Lucía más madura vocalmente. También se nota en las letras, como la canción que le da nombre al disco y lo abre, «Enredadito» es todo un caramelo con las dosis justas de ñoñería y las subidas y desgarros vocales que merece. Sin duda el tema de más trascendencia del disco, incluso ha conocido otras versiones en grupos sudamericanos que le han dado sonido de cumbia, que habría sido muy curioso escucharlo en la voz de Lucía a modo de remix.
Con los mismos aires de balada pero mucho más de bar a la hora del cierre tenemos «Quédate». Describe la pena y desesperación de una mujer abandonada, que acaba borracha en hoteles con desconocidos. Un poco turbio si tenemos en cuenta que Lucía solo tenía 20 primaveras, aunque su voz en este tema es mucho más madura.
Los mejores temas en mi opinión y los más cañeros vienen firmados por una mujer, Mara Kepler, de la que sabemos poco ya que no compuso mucho más, pero para este disco compone tres temas. El primero es «Tómalo o déjalo» el más pegadizo, que habla de ese tema tan trillado como es el amor y lo que hay que dejarse llevar cuando llega a tu vida. La producción no deja indiferente, llegando a meter incluso un teléfono sin venir a cuento.
La segunda «Aunque sigas siendo guapo» es la más divertida de todas, rozando lo bizarro. Un tema sin duda para rellenar un poco y meter algo divertido a la vez que tranquilo.
La mejor de las tres es la que cierra el disco «San Borondón» un tema que tendría que haber sido sí o sí single y seguro se hubiese escuchado en la onda de Olé Olé y estos grupos de pop suave y alegre. La canción habla de la misteriosa isla de Canarias que se supone emerge del mar cada tantos años, en fin, un pretexto para hacer un tema bastante interesante con un puente musical que a día de hoy sigue siendo inexplicable.
Tenemos dos versiones de temas clásicos. El primero «Pensamiento (Va pensiero – De Nabuco» tema de Solera y Verdi aquí adaptado al español pero dejando su aire clásico. Hasta que no aparece la voz parece un tema pop. Es la única versión en español de esta obra y no deja de ser curioso, pero se hace demasiado larga y el coro opaca la voz principal, cuanto todo es una rareza en la discografía de esta sevillana.
Otro tema no tan antiguo pero ya clásico es «Vola colomba», ganadora del primer Festival de San Remo en 1951. La canción en italiano ya es muy bonita aunque suena ya trasnochada, y en español empeora la cosa. Se hace aburrida y la voz fuerte de Lucía le hace flaco favor a la melodía, que tapa toda la música y desconcierta bastante.
También hay otra versión de un tema supuestamente tradicional, escrito en español, que sin duda es lo más bizarro. Con un sonido egipcio va narrando cómo iba de turismo por El Cairo y la secuestra un egipcio antiguo que hacía de guía mientras le enseña las paradisíacas tierras de Egipto. Tiene que haber de todo en un disco.
Acabando la cara B no encontramos lo mejor de esta. Una experimental «Me da igua» con compositor flamenco pero sonidos tecno pop, una mezcla rara pero que no llega a desagradar, para un rato claro. «De las tierras pardas» vuelve a ser divertida sin muchas pretensiones pero quizás la más pegadiza de todas .
El disco en sí no está mal, tiene baladas muy potentes y canciones más pop, que en comparación con las anteriores están más renovadas y suenan más modernas. Quizá el problema esté en el conjunto y es que no casan bien unas con otras y el orden elegido da demasiadas subidas y bajadas.