Los Secretos editan tras el verano de 1983 su tercer LP, un buen disco que significaría su último álbum con Polydor, quedando sin discográfica. De hecho, tras este álbum Los Secretos estuvieron a punto de desaparecer: a contracorriente y muy criticados en la época, la discográfica había dejado de confiar en ellos y tras una nula promoción sus discos, estos se descatalogan y, sobre todo sus dos anteriores entregas, comienzan a ser objeto de colección. A todo esto se añaden problemas personales entre los miembros del grupo, pero lo peor fue el fallecimiento de Pedro Antonio Díaz en mayo de 1984, prácticamente a la vez que Javier Urquijo se marchaba al servicio militar -durante este toma la decisión de no volver al grupo-. De no ser por unas actuaciones que les salen ese año, el grupo se hubiese disuelto en ese mismo momento, y de hecho eso fue lo que se planteó, ya que la muerte de dos de sus componentes y el anuncio de Javier de dejarlo definitivamente era suficiente como para desanimar a cualquiera.
Este disco fue incomprendido y maltratado, recibiendo feroces críticas por parte de periodistas musicales que luego se han catalogado como abanderados de Los Secretos. La discográfica hizo una tirada muy corta e incluso se habló de mal grabación y producción y de flojísimas canciones. A este respecto, se ha de decir que si la grabación es buena, la producción de Juan Luis Izaguirre también lo es, y las canciones no sólo no se quedan a la zaga, sino que son excelentes. Lo que pasa que a su pop vibrante de toda la vida añaden teclados y ya cierto sonido americano con usos de banjo y dobro. De hecho, el instrumental está grabado por el grupo de bluegrass Foiegrass, donde militaba su futuro miembro Ramón Arroyo. Por tanto dejemos claro que el disco mejora al anterior a pesar de ser grabado en condiciones difíciles, con plazos de entrega y crisis personales de los miembros del grupo.
Llama la atención que Pedro sólo cante y componga «En el bar», al viejo estilo de Los Secretos. La influencia americana es patente en temas como «No me imagino», cantada por Enrique o «Hoy no», una obra maestra compuesta por Enrique pero cantada por Álvaro. La extrema melancolía y laxitud de «El tiempo pasa», cantada por Enrique, contrasta con temas muy diferentes a lo hasta ahora expuesto por Los Secretos… Nos referimos a «Tiene que cambiar» o «Perdida la ilusión». Sin embargo, «Algo más» sí suena a lo de siempre, pero con teclado. Por primera vez graban temas de Mamá, separados en febrero de 1982: el inédito «Callejear», que quedó fuera del segundo álbum, continuando de algún modo la tradición de grabar alguna versión.
Es este un buen álbum, que pilla a Los Secretos en un buen momento musical y que uno se pregunta qué hubiese sucedido de haber continuado esta formación, pero como mencionamos antes, el grupo tendrá unos grandes y traumáticos cambios que conllevarán el final de esta etapa. Por último, añadir que el disco tiene una bella portada que siempre gustó a Enrique, gran aficionado al cómic clásico.