La de Ataúd Vacante es, en muchos aspectos, una historia de segundas oportunidades. Lo fue por ejemplo para Silvestre J. Sosa – Silver -(cantante), que en verano de 1983 regresaba a Tenerife tras haber dejado atrás un pequeño descenso a los infiernos por Madrid y Barcelona, “un viaje de piraos”. Meses antes, en mayo más concretamente, había dejado a sus compañeros de Familia Real en la estacada en vísperas de una actuación, firmando con ello el acta de defunción de una de las principales bandas de punk canarias. Como contaría mucho tiempo después para La Gaceta de Canarias, volvía tras “haber metido la pata”, y con mucho miedo de enfrentarse de nuevo a Víctor Arrocha – Pistol-, amigo y batería del grupo. No sabía “cómo iba a decirle que sentía mucho lo de haberme ido sin avisar y que contaba con él para hacer otra banda”.
“¡Qué querrá éste ahora! Se fue a Barcelona, la cagó y ahora a qué vendrá”, fue lo primero que pensó Pistol al verle. Así lo explicaba en “Ataud Vacante. El Mejor Directo del Rock Canario” (Ediciones Idea, 2007) de Juan Manuel Pardellas: “Lo que pasó es ni más ni menos que él tenía una cuenta pendiente con la música”. Y efectivamente lo que intentaba Silver era volver a formar un proyecto musical. En mente tenía, ofrecer el puesto de la guitarra a José Manuel Vázquez –El Máquina-, pero éste se encontraba cumpliendo con el servicio militar. Surge entonces la posibilidad de contar con Rafael Carlos Gamero –Fafe-, amigo de su hermano con el que ha tocado en una banda heavy llamada Epitafio, y que prácticamente se ofrece para el puesto él mismo. Además de equipo musical (amplificador y guitarra) y una “actitud enérgica y positiva de querer formar parte de la banda”, Fafe trae consigo a Valentín Morales –Tin– para que se encargue del bajo. Salvadas las primeras reticencias de Silver y Pistol para formar un grupo con un par de heavies, los cuatro se ponen manos a la obra en noviembre de 1983, adecuando una habitación de la casa del primero entre Santa Cruz y La Laguna para los ensayos.
De entre las dos propuestas dejadas sobre la mesa, Bonito Vacante (en traducción directa de una de las canciones de Sex Pistols) y Ataúd, sugeridas por parte de Silver y Fafe respectivamente, Pistol, en decisión salomónica zanja la cuestión con Ataúd Vacante.
Se marcan un plan de trabajo estricto como única manera de salir adelante: ensayar con la mayor frecuencia y el mayor número de horas posibles. Entre ellos además se dicta una regla con la que poder funcionar: “Tolerar los sentimientos musicales de cada uno y si no se estaba de acuerdo, eliminar de inmediato la estrofa y buscar otra para no retrasar la composición”.
El debut en directo se produce en febrero de 1984 en el pub Graffiti del Puerto de la Cruz, al que acudieron en respuesta a un anuncio en el que se pedía un grupo musical para tocar tres veces por semana. Sus primeras actuaciones apenas congregan a una decena de jóvenes, pero consiguieron eso sí que apareciera la policía para pedirles que bajaran el volumen de la música, ya que en el restaurante situado en el piso de arriba se quejaban de la vibración que éste provocaba en los platos.
La banda empieza a recorrer la isla fajándose en la tarea de ir adquiriendo experiencia en directo. En su repertorio de entonces figuran temas como “Nadie”, “Cannabis”, “No miente”, “Perro come perros”, “Sangre en Los Rodeos”, “Viernes 13”, “Baby face”, “El hombre”, “La silla eléctrica” o “La funeraria que quebró a medias”. Compartirían escenario con bandas del momento como Escorbuto Crónico, Moral Femenina, Marca Acmé, Agamenón, Asunto Familiar Grave… Y sobre todo, comenzarían forjándose un estilo propio a la hora de subirse a un escenario. Silver, todo energía al micrófono, se subía a las espaldas de Fafe en lo que seguía cantando, o se rompía la camiseta para enrollarse con cinta adhesiva… El grupo se marca como objetivo “crear una lista de temas en las que se eliminaban las pausas entre canción y canción para conseguir un concierto ligero donde poder mostrar los temas sin dejar que nos abucheasen si no le gustaba al público”.
Inspirado quizás en las connotaciones fúnebres del nombre, el dueño del Graffiti empezó a utilizar una serie de calaveras para los carteles que anunciaban los conciertos de la banda. Aunque inicialmente fueron adoptadas como distintivo, las terminarían dejando para evitar asociaciones tan funestas que poco tenían que ver con el espíritu del grupo: “Nosotros éramos todo lo contrario a la muerte”, comentaba Fafe, “Éramos todo rollo positivo, un ataúd vacante, que está vacío; vacío no significa muerte; sino que hay vida”. Aun así en alguna ocasión intentaron utilizar un ataúd, desde el que se suponía que tendría que salir Silver, llegando a arriesgarse a que, encerrado en su interior sin que el resto de sus compañeros se acordaran de ello, muriera asfixiado.
En 1986 entran a grabar en los estudios Aries los temas que compondrían “Lenguaje Abierto” (Aries, 1986). Trabajan allí con Fernández, que al igual que cuando grabó el sencillo “Destruye” (Canary, 1982), de Familia Real, vio en ellos la posibilidad de grabar algo distinto a las orquestas canarias a las que estaba habituado. De hecho no les cobró nada “porque creía que de aquella grabación él iba a aprender”. Tras 20 días experimentando con efectos especiales, nuevos sonidos y demás, las canciones quedarían sin embargo sin el tratamiento que proponía el productor del estudio, más que nada porque los componentes del grupo no se pusieron de acuerdo al respecto.
De la cinta se editarían unas 500 copias y sirvió de carta de presentación inmejorable para el grupo. Canciones con un sonido deudor de algunos momentos de Familia Real, los de las oscuridades de “Depresión” por ejemplo, y de las atmósferas lánguidas de Chameleons, o bien con la fuerza de “Bombas Hess” o “No hay revolución”, para adelantar que algo gordo se empezaba a cocer alrededor del grupo.
En marzo de 1985 aparecen en el programa Tablón de Anuncios de TVE en un monográfico sobre la “Movida de Tenerife”, actuando con Moral Femenina y Signos de la Lluvia. Ataúd Vacante actuaría con un videoclip de la canción “Bombas Hess”. En agosto del año siguiente, 1986, repiten frente a las caras, en el programa Mermelada de Futuro interpretando “Mercenario” y “No nos queda tiempo”.
El grupo empieza a acumular actuaciones a lo largo y ancho de las islas, tocando en la cárcel, en el hospital psiquiátrico de Santa Cruz (1986) y en macroconciertos como el celebrado para la autodeterminación del pueblo saharaui. El 12 de julio estarían teloneando a Gabinete Caligari en la plaza de toros.
Tin, el primer bajo que tuvo la banda, y al que incluso se “perdonó” la poblada melena con la que se presentó ante Silver y Pistol cuando se formó Ataúd Vacante, fue “la persona más estable del grupo, capaz de saber dónde están los límites de lo correcto y de saber cómo comunicarlo al grupo sin molestar a ninguno”. Sin embargo, no encontraba el tiempo suficiente para compaginar su vida familiar y la laboral con la permanencia en la banda. Es por eso que a comienzos de 1986 comunica al resto que los tiene que dejar. Traspasa los trastos (literalmente, ya que incluso le llegaría a vender el bajo) a Joaquín Diego González Tejera –Viola-. Sin embargo la nueva incorporación estaría poco tiempo con ellos porque desgraciadamente fallecería el 1 de abril de ese mismo año por accidente de moto. Ante el infortunio, y por no dejar a sus amigos colgados, Tin volvería a hacerse cargo del bajo.
Ya en 1987 participarían en la Muestra Regional de Música Rock para Jóvenes Intérpretes en la plaza de Santa Ana de Las Palmas tocando con Marca Acmé, Separado, Fieles, La Donna Inmóvil y Krull, grupo heavy que resultaría finalmente el ganador. Ese mismo año, en un concierto en Fuertenventura, Tony, el hermano de Silver tuvo que sustituir de emergencia a Tin que se había roto los nudillos en una actuación la noche anterior. Aprovecharon el viaje en el barco que les llevaba de una isla a otra para enseñarle a marchas forzadas las canciones que la banda iba a interpretar por la noche.
En mayo se les invita a tocar en la fiesta de presentación que el Partido Socialista Canario daba como inicio de la campaña electoral, en la sala Utopía de Las Palmas. La actuación duraría poco: “A los seis temas ya nos dijeron que paráramos de tocar, porque se habían dado cuenta de que no hacíamos nada en el ambiente; cobramos y nos fuimos”, contaba Fafe.
A los pocos días la banda se mete en los estudios Manzana a grabar con Carlos Mas, en menos de 78 horas los temas que conformarían su disco de debut: “Nichiquitaunamosca” (Discos Medicinales, 1987). Editado por el sello de Castellón Discos Medicinales en vinilo con todos los temas en una sola cara, DRO se encargó de su distribución por toda la Península.
Telonearían a grandes combos peninsulares de gira por las islas: Ilegales, Loquillo y los Trogloditas, Los Ronaldos… Precisamente con estos últimos, en la actuación que dieron en Teguise (Lanzarote), Silver decide llevar el espectáculo hasta el límite colgándose de los tobillos desde una de las torres de iluminación, a más de 10 metros de altura del escenario, en lo que sigue cantando.
A finales de 1987 se produce el relevo en el bajo. Tras una actuación en El Garaje Hermético, y en lo que están ya departiendo con los seguidores que se han quedado para tomar una cerveza con la banda, reciben la oferta de un misterioso personaje, que contrariado por no haberles podido ver en directo, ofrece unas 56000 pesetas de la época para que vuelvan al escenario. Tin, el bajista por entonces, se ha ido ya a casa, pero deciden recurrir a El Máquina (Santo Grial, La Donna Inmovil), en quien pensaba Silver como guitarrista originalmente para el grupo. Fafe le ayuda mostrándole las pautas para poder tocar al menos un par de canciones. Éste sería el inusual debut del nuevo bajista de Ataud Vacante, en realidad anti-bajista, ya que dada su formación siempre tocó como si lo que tuviera en las manos fuera una guitarra.
Santi Ramirez se hacía eco del “Nichiquitaniunamosca” y de la trayectoria de la banda hasta entonces en el número 28 de abril de 1988 de Ruta 66. Hablaba de las influencias de bandas de Clash, Sex Pistols o Ramones en “una isla que ya les asfixia”. El caso es que ese disco pasa por ser el que quizás contenga los momentos más reivindicativos del grupo, con canciones como “No hay revolución” (recuperada de la cinta “Lenguaje Abierto”), “Soweto” o “Chile”. No sería sin embargo ésta la línea que seguiría en su trayectoria posterior. Silver se mostraba claro cuando echaba la vista atrás, muchos años después: “Fuimos muy claros en nuestras pretensiones y jamás dejamos que nos involucraran en nada relacionado con políticas o temas radicales, ya que nosotros tuvimos la visión acertada de sólo ser artistas con un afán único: forma una banda de rock y crear un vínculo entre nosotros más allá de la música”. En semejantes términos se expresaba también Fafe, marcando distancias con respecto al punk más rabioso: “No queremos ser como La Polla Records que si siempre policías, represión, control estatal, esa historia no nos va nada, que si Ministerio Interior… qué va, tenemos otros problemas”. En su opinión eran ya legión los grupos que hacían esa crítica social.
Esos serán los parámetros en los que se concibe “Chorros de Amor” (Ja Ja / Manzana, 1988), el siguiente trabajo de la banda, que acaba de firmar con Discos Manzana (y su filial Ja Ja Records) un contrato de tres años, a razón de un disco por año. Como contaba Silver para el libro de Jose Manuel Pardellas, su objetivo era “no transmitir ofuscación o violencia (…) No ser político, ni radical; sólo quería transmitir estados de ánimo alegres y divertidos”.
El disco se elabora con una fuerte inversión de dinero por parte de la compañía que incluso manda la bobina a mezclar a los estudios Circus de Madrid del productor Tino Ozores. La banda no quedaría totalmente satisfecha con el resultado final, al considerar que los temas quedaron excesivamente suaves: “Eliminó nuestras clásicas guitarras distorsionadas y sólo dejó las limpias, que siempre he grabado en segundo plano”, se lamentaba Fafe. La caja de la batería de Pistol se sincronizó de manera que a cada golpe sonase sintetizado, el sonido de un disco de los británicos The Police.
Silver contaba a Ruta 66 al referirse a este disco: “Somos más accesibles y estamos realizados para un ente más comercial, entendiéndose por esto que somos un grupo más amplio y podemos llegar a más gente”. Incluían en el mismo además elementos de hiphop, en una transición similar a la de bandas como los madrileños TDeK. En entrevista al blog Adios Lili Marlem reconocían la influencia de grupos como Beastie Boys, Technotronics o el hip-hop-metal de Anthrax.
El single que salió acompañando al disco, “Caminando Sin Mirar / No es Amor” (Ja Ja / Manzana, 1988), sonó incluso en los 40 Principales, en una prueba más de la amplitud de estilo que proponía la banda. Eso sí, no pudieron contener en ocasiones algún que otro exabrupto en relación al perjuicio que ciertas emisoras ejercían en la música radiada en las islas, incluso a la que promocionaba su último disco: Silver acababa una entrevista en la Cadena SER afirmando que “Los 40 Principales son una mierda”.
La potente campaña de promoción incluyó entre otras muchas cosas la participación de la banda el 28 de mayo del 1989 en un concierto con La Pista Búlgara en el Parque Viera y Clavijo. En aquel concierto Silver se vio obligado a actuar con la pierna escayolada por rotura de tibia y peroné. Repetirían compañeros de cartel en la actuación que dieron en la Prisión Provincial.
Asimismo e inesperadamente, los canarios consiguieron publicidad de un frente insospechado. Y es que el banquero Mario Conde, entrevistado por la periodista Julia Otero, declaraba no entender los gustos musicales de sus hijos, citando a La Polla Récords y Ataúd Vacante.
A pesar de todo no consiguen las ventas esperadas del disco, y desde el sello comienzan a economizar gastos en lo referente a la banda. Aún así les ofrece renovar el contrato que les une precisamente los días previos al lanzamiento del que sería su nuevo trabajo: «En Facturation» (Ja Ja / Manzana, 1990).
Para el nuevo LP, Ataúd Vacante trabaja con mucha mejor comunicación con Carlos Mas, el técnico y productor de los estudios Manzana Records. Reconocen inspiración en Transvision Vamp en lo musical y en un álbum de Los Ramones para la portada del suyo. Un disco con temas cuidados en sus remates y que combinaba acercamientos de terrenos de pop elegante y poderoso con himnos imperecederos como “Tú seré”.
En 1990 vuelven a aparecer en TVE Canarias, en el programa Rock Canario. E igualmente repiten una activa presencia en los escenarios, como los de las Fiestas Laustrales de Santa Cruz de La Palma, o su participación en las actuaciones organizadas por el colectivo cultural Tómatelo Rock junto a La Pista Búlgara, Moral Femenina, Mortimers y Entre Paréntesis. Aparcadas radicalidades y crítica política la banda hacía gala sin embargo de su “bronckal-roll”.
Pero donde realmente quieren empezar hacerse notar es en la Península. Sienten la necesidad de dar el salto al Godo y defender allí sus discos y su directo. Preparan, con el contacto de Domi (Familia Real) en San Sebastián, una serie de citas en distintos puntos. El primer aterrizaje de la banda en tierras peninsulares arrancaba en la capital donostiarra el 26 de julio de 1991 y un par de bolos a principios de agosto y los llevaba por Galicia, Cataluña (con varias actuaciones en Barcelona, en la sala KGB, Communiqué…) hasta terminar en La Coruña, tras casi 90 días seguidos fuera de casa, el 28 de diciembre.
Para la gira se llevarán como bajista a Sergio de Paiz Morales –El Potaje– que tocaba por entonces en Marca Acmé, porque El Máquina, que ya tenía complicado lo de compaginar los ensayos con su trabajo, no podía dejar las islas por tanto tiempo. Para “Caminando Sin Mirar” (Lágrimas y Rabia. Los 80 Pasan Factura, 2014), libro con escritos y recortes sobre la banda, el nuevo fichaje contaba la cara de sorpresa y decepción de los que iban a ser sus nuevos compañeros al ver el bajo que sacaba para el primer ensayo en el local que tenían encima del bar Badem Badem: “Cuando desenfundé mi bajo Aria Pro II de estética puramente onchentera (rojo y casi sin cuerpo, muy apropiado para el grupo del que yo venía), más próximo al pop bailón y desenfadado que para nada encajaba con la estética punk que se le debe exigir al que pretendía ser el nuevo bajista de Ataud Vacante, los tres, Pistol, Silver y Fafe pusieron, cada uno a su manera, la misma arrugada cara, síntoma indiscutible de que aquello no encajaba. Sin embargo, elegantemente lo dejaron pasar sin decir nada. Ya arreglarían ese detalle llegado el momento”. Lo terminaría cambiando por un viejo Fender Mustang que había desechado inicialmente porque sonaba peor, justo lo que le pedían para la banda. También le pedirían dos cosas más: no pellizcar las cuerdas del bajo al tocar y colaborar en los coros, a lo que en principio se mostraba reacio por no cantar bien. Silver le dio el remedio para ello: “Sentimiento y pa’lante”.
Entre medias de dos conciertos en San Sebastián precisamente, encontraron hueco el 2 de septiembre para aparecer en Telemadrid, en el espacio Te Espero en Madrid, una cita que les ha conseguido el sello discográfico. Interpretan la canción “En Facturation” en un playback en el que el bajo lo empuñaba Domi al no poder acompañarlos a Madrid Potaje. Hasta gamberrearon con silbidos en la entrevista que tras su actuación están haciendo los presentadores a la actriz Beatriz Carvajal, cuando ésta se refiere a Tenerife.
Al regresar de la primera parte de la gira peninsular en noviembre de 1991, Potaje, deja la banda, en principio con idea de abandonar toda actividad musical, aunque tras un tiempo en la docencia volvería a las andadas con un proyecto llamado Pot et Po.
La gira pudo catalogarse de un gran éxito. Se dieron a conocer en su mejor versión ante un público que no les conocía. Cosecharon buenas críticas y entre otras cosas, atrajeron la atención de muchos. Uno de ellos, Marc, bajista de Subterranean Kids o Malas Influencias, estuvo hablando con la banda tras el concierto que dieron los canarios en la KGB de Barcelona. “A Marc le invité a tocar en Tenerife y se vino sin condición alguna. Increíble”, contaba Silver a Adios Lili Marlem. “Marc no se lo pensó dos veces y aceptó. Se vino a Tenerife un mes. Ensayamos, hicimos un bolo y de nuevo para la Península”, completaba Fafe, refiriéndose al concierto en el pub La Factoría el 22 de noviembre de 1991, justo antes de volver de nuevo para completar la segunda parte de su periplo por territorio peninsular.
En la visita que harían por El País Vasco antes del final de año, Fafe no dudaría en sacar pecho al declarar para El Tubo, olvidando eso sí, las incursiones de los también canarios Escorbuto Crónico y Guerrilla Urbana de Zurda: “Somos el único grupo canario que rompemos y que tenemos los huevos de venir pa’arriba”.
De vuelta ya a casa, y tras la marcha de Marc, la banda vuelve a restructurarse con la entrada de Alfonso Morales Gonzalez –Sito– (Servicio Público) y con el cambio de nombre. Y es que la compañía les impone renombrarse como Tractores para seguir trabajando con ellos, argumentando que así se facilitaba la promoción de la banda. Fafe, al ser preguntado por ello en entrevista para La Gaceta del Ocio decía: “Llegamos a la conclusión de que como Ataud ya no teníamos la constancia de antes (…) Creemos que era necesario cambiar para ofrecerlo nuevo que queríamos dar y de paso evolucionar en nuestro trabajo”.
La presentación de lo que se supone es la nueva etapa de la banda se produce sin embargo con la reedición en forma de recopilatorio, «Ataud Vacante Fin Tractores» (Ja Ja / Manzana, 1990), de temas de los dos trabajos anteriores: . También se incluyó una revisión del “San Papusio”, en el que se habían eliminado las menciones a estar “hasta la polla de las libretas de ahorro”.
La relación entre la banda y el sello discográfico comienza a deteriorarse. Los ahora Tractores entienden que el siguiente paso lógico a dar para garantizar la evolución del proyecto es poder garantizar una estancia suficientemente grande en la Península, no sólo para tocar en directo, sino grabar allí y presentar nuevas canciones garantizando in situ su distribución fuera de las islas. Pero no es así como lo entienden en Discos Manzana, preocupados por intentar recuperar lo mucho ya invertido hasta entonces en el grupo.
Es por ello por lo que la gira que darían en verano de 1992 corre prácticamente en su totalidad a cargo de ellos. Zaragoza, Huesca, Barcelona, Puerto Urraco, Burgos, León, Oviedo, Gijón, Gerona, Galicia, Castellón, Albacete, Murcia, Valencia… terminan por recorrerse casi todos los rincones del Estado: «Recuerdo ir actuar en sitios de la Península que no tenían ni idea de quiénes éramos ni de cómo sonábamos«, contaba en el libro de Pardellas, Sito, el recién incorporado bajista. Y en todos los lugares el resultado era el mismo: audiencias convencidas de lo que habían visto.
La receta que garantizaba dicho éxito era el de la constancia y la fe ciega en las posibilidades propias. Una actitud que explicaba los arranques de garra y rabia con los que se superaron algunas de las contrariedades vividas en la gira. Como cuando Silver explota, al ver que le tocaba dormir prácticamente en el suelo al fallar los contactos programados en una ocasión: «Yo no soy una mierda, yo soy Silver, toco en un grupo de rock and roll, en Ataud Vacante, estamos tirados en el suelo, pero somos los mejores”.
Uno de los objetivos principales de este nuevo periplo fuera de casa es atraer el interés de algún sello que apostara por ellos desde la Península. Y lo logran, en parte, desde dos frentes: los vascos de Basati Diskak y los catalanes de Tralla Records. Ambos trataron de llegar a un acuerdo con Ja Ja / Manzana Records, que se daba casi por hecho por parte del grupo. Con estas expectativas fueron a la gira por Italia desde el 30 de abril hasta el 4 de mayo de 1993. Tocaron en el centro social El Paso de Turín con dos bandas de thrash metal (Fluxus y Bad Head), en el Leon Cavallo de Milán ante unas 2000 personas, donde además venderían el medio centenar de discos que llevaron, en Padua y en el Combat Rock de Bolonia. Para el viaje, que empezó con un bolo en Barcelona a principios de abril, no llevaron más que bajo y guitarra, tocando con la batería y amplificadores que les prestaban en los sitios a los que iban.
Al volver a Canarias y tras tocar el 14 de agosto de 1993 en la 1a Edición del Ruido en la sala La Calle de Las Palmas junto a Vicious Soul, Sold Off, Los Mártires, Vacarrudas y Luger, deciden entrar a grabar con el guitarrista Juanjo Jorganes. Se trata de unos cinco temas («Recuerda«, «Sexo«, «Hola hemos venido«, «Living in Sunday» y «Ruido«) con los que pretenden avanzar el material nuevo que tienen entre manos.
Para el recopilatorio de bandas canarias que editase el periódico local La Gaceta de Canarias, “Música de Siempre. Volumen 3 Pop Canario” (La Gaceta de Canarias, 1994), se incluyen los temas “H de huella”, firmado por Ataúd Vacante, mientras que bajo Tractores aparecían “El trato” y “En facturación”. Los otros grupos que completaban la entrega eran La Pista Búlgara, Venus en Surf, Taller y Almargen. Del disco se editarían más de 50000 copias.
Se llega entonces a una situación sin retorno entre banda y sello. Manzana no considera las ofertas que ha recibido para la rescisión del contrato “Lo que nos ofrecían era una ridiculez, así que decidimos quedarnos como estábamos” declaraba Alberto Segura, uno de los dos hermanos responsables de la discográfica. El grupo, por otro lado no siente que les estén apoyando, que no les promociona como desean. “Manzana dice que no vendemos, pero la culpa de que Tractores no sea rentable es su ineptitud”, declaraban para La Línea del Frente. Desanimados deciden encerrarse en los estudios Multitrack de Santa Cruz de Tenerife ese mismo año, 1994, para grabar con Juanjo Jorganes sin comunicárselo al sello. «Estudios Manzana nos tenía bien cogidos y aquella grabación fue un gesto de rebeldía por las ganas que aún teníamos de seguir tocando y el bloqueo a que nos sometían«, comentaba Fafe. Trabajaron además mezclando todo ellos seleccionando con calma la gente con la que colaboraron.
De la grabación sin embargo no editarían nada, salvo unas pocas cintas, a la espera de darle forma de disco más adelante: «Si fuera por nosotros, el disco (..) ya estaría en la calle; es mejor andar con paso lento, unos veteranos no pueden hacer una tontería. Queremos realizar un buen trabajo para que el grupo no caiga«.
Tocan en Las Palmas en el Festival Casas de Colores con Los Dalton, Garrote Vil y Def con Dos, donde Silver vuelve a hacer gala de una mezcla de agilidad y temeridad escalando a la barra de las luces.
En mayo de 1995 van a Madrid a tocar en la presentación del libro «El Rock en Canarias» (Colección Añaza, Cabildo de Tenerife, 1994) de Juan Manuel Pardellas, que junta en la sala Revólver a Afán de Lucro, Vicious Soul, Los Passos, Las Ratas y D-Tractores.
Unos meses después, en octubre, recibirían la carta de libertad por parte de la compañía discográfica. El año terminaría con actuaciones en diciembre en Radio Isla y en la fiesta del Rock Canario celebrada en la sala Ruta 66 en las que compartirían escenario con Conemrad, Hermanitas, Afán de Lucro y Los Passos.
Tras un largo período de pocas actuaciones deciden hacer un bolo en la casa ocupada Tamaragua en La Laguna en 1997. Tras el mismo se decide parar. La banda accedió a una invitación que ya había declinado Guerrilla Urbana por no estar conforme con las condiciones ofrecidas. En lo que pudiera entenderse como síntoma de las distancias que empezaban a establecerse en el seno de la banda, la vuelta a los orígenes («entrada gratis«, «compartir un escenario que se caía con grupos que empezaban«) no se apreció de igual manera entre los componentes del grupo. Mientras que Silver recordaba sobre todo la gente borracha, lo precario del escenario, la mala calidad de sonido: “No era lo que yo quería para mi grupo”, para Fafe aquel retorno a lo básico fue la mejor manera de despedirse.
Una vez disueltos, Fafe formaría CAP con Pistols, que duraron menos de un año y en septiembre de 2002 Brutalizzed Kids. Por su parte Silver y Pistols pondría en marcha 13 Motos.
En 2007 se edita la ya mencionada biografía de la banda “Ataud Vacante. El mejor directo del rock canario” (Idea) de Juan Manuel Pardellas. Aprovechando la ocasión, la formación clásica junto a El Máquina al bajo, reaparecen para dar una serie de conciertos. Lo que iba a ser una reunión temporal se transforma sin embargo en una gira por las islas y en la grabación casera en casa de Fafe de casi una veintena de temas que autoeditarían (unas 50 copias para amigos) bajo el nombre de «Dejen Eso» (Ataúd Vacante, 2007).
Sería en 2014 cuando por fin vería la luz “¿Subiremos al Cielo?” (Los 80 Pasan Factura, 2014), un trabajo que recuperaba la grabación, hasta entonces inédita, que hicieran en Multitrack. El disco eso sí dejaba de lado alguno de los temas (“Back to the running” y “Long live replacement”, versión esta última tomada del repertorio de The Replacements). Por el contrario, eso sí, incluía una versión nueva del tema “Hospicio” de su LP “Nichiquitaniuna” grabada en los estudios Guamasa con Ayoze Hernández y “Un verano eterno”, compuesta cuando se reunieron en 2007 y que grabaron en enero de 2014 en los mismos estudios.
La salida a la calle de tan esperado disco, junto con la reedición de “Nichiquitaunamosca”, se hace coincidir además con la celebración de los 30 años del comienzo de la carrera de Ataúd Vacante. En una sesión doble, 14 y 15 de febrero de 2014, el grupo da en el Aguere Espacio Cultural de La Laguna, un concierto especial delante de todos sus seguidores.
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