“¿Qué es el rock and roll, sino un ejercicio de arrogancia?”. Con estas palabras termina Jorge Martínez, guitarrista, cantante y líder absoluto de Ilegales, su saludo inicial en el concierto de celebración de los veinte años de la banda asturiana, que tuvo lugar en la plaza de la Catedral de Oviedo el 9 de septiembre de 2002. Y es que, además de su música, en cuanto a actitud Ilegales destilan rock and roll por los cuatro costados, tal y como lo entiende este grupo: energía, rapidez, insolencia, provocación, incorrección política y, en resumen, chulería.
Además de la actitud, reflejada en sus declaraciones, conciertos y, sobre todo, en sus canciones, no les falta, ni mucho menos, calidad como músicos. Jorge Martínez se ha fabricado un personaje y una leyenda para su banda en la que ya es difícil saber, a estas alturas, qué es verdad y qué es mito. Lo que no ofrece dudas es que estamos hablando de un excelente guitarrista, de un músico con una gran cultura musical, tremendamente perfeccionista con el sonido y que sabe en todo momento qué música quiere hacer. Sus canciones están muy trabajadas, tanto su sonido como los textos, y elige concienzudamente a los músicos que pasan por su banda. Tiene una peculiar forma de componer las letras, buscando frases contundentes y lapidarias y, de forma general, prescinde casi por completo de la rima en sus canciones, que reflejan una mirada dura y ácida sobre el mundo marginal, callejero y la supervivencia en la jungla urbana; la fatalidad sobre los personajes, seres antisociales, incapaces de escapar del mal, y la violencia en un mundo donde los débiles terminan mal, alternan con letras surrealistas, presididas por el cinismo y el humor negro, e incluso directamente la provocación.
Jorge María Martínez García nació en Avilés, creció en Gijón y vive en Oviedo, donde había cursado sus estudios universitarios en los años 70, en la Facultad de Derecho. Es un apasionado de las guitarras, instrumento del que es gran conocedor y coleccionista: posee más de cuarenta. También colecciona soldaditos de plomo y, aparte de la música, le gusta el buceo y los peces tropicales. En 1977, después de militar en varios grupos que, según sus palabras “lo que pasó es que me echaron o se disolvieron violentamente”, junto con su hermano Juan Carlos y el batería David Alonso forman el trío Madson, que dos años más tarde cambiaría su nombre a Los Metálicos. Tras el abandono de Juan Carlos Martínez y la entrada en el grupo del bajista Íñigo Ayestarán, la banda se rebautiza de nuevo y es así como, en 1981, nacen los Ilegales.
Por iniciativa de David Alonso, graban una maqueta y la presentan al concurso pop-rock Villa de Oviedo, que ganan. Este premio les da derecho a participar en un disco colectivo, titulado “Primera Muestra de Pop Rock en Asturias” (Sociedad Fonográfica Asturiana, 1981), junto con otros tres grupos asturianos, Sombrero de Copa, Rimmel y Squizo, de los que no se ha vuelto a saber nada. Cada uno de los grupos tenía derecho a incluir dos canciones en el citado recopilatorio, pero Ilegales consiguen incluir tres: «Europa ha muerto«, «La fiesta» y «Princesa equivocada«.
La discográfica independiente Arrebato!, viendo el potencial mostrado en esas canciones, les ofrece grabar un single. El grupo acepta y, de esta manera, se edita “Revuelta Juvenil en Mongolia / La Pasta en la Mano” (Arrebato!, 1982). Además, los propietarios de los estudios Norte, en los que se registraron las canciones del citado disco colectivo, Pedro Bastarrica y Rene de Copedeaud, les ofrecen grabar un álbum completo con la idea de vendérselo luego a una discográfica. Paco Martín, entonces en Ariola, compra la producción de este disco, que se edita por la discográfica creada al efecto, con el título de “Ilegales” (Hi-Fi Electrónica, 1982) , utilizando los canales del sello.
Nada más salir a la calle el debut, Íñigo deja el grupo, siendo sustituido por Willy Vijande, que venía de tocar el bajo en el grupo punk asturiano Suybalen y Terlenca. Tras una campaña de promoción en la que, según Jorge Martínez, es decisivo el locutor de Radio3 Jesús Ordovás, (“Me pasó todas las direcciones de todos los programas a los que tenía que ir, de toda la gente que tenía que ver para hacer una campaña de promoción”), Ilegales se recorrerá toda España, tocando en cualquier ciudad o pueblo donde les es posible, y ganándose al público con un directo más que convincente, repleto de energía y de insolencia. Mucho más salvaje que sus discos y que se hace famoso tanto por su manera de interpretar las canciones y su presencia en el escenario, como por las proclamas de Jorge Martínez, en la línea de sus letras, desafiantes y provocativas. Se logrando hacer con un público fiel, por tanto, de forma que el disco, con portada de la fotógrafa Ouka Lele, se vende muy bien. Tanto como que se agota y acabaría reeditándose en 1984 por Epic.
Al año siguiente, la Sociedad Fonográfica Asturiana les edita un single con dos de los temas anteriormente registrados para el citado recopilatorio, “Europa ha Muerto” (Sociedad Fonográfica Asturiana, 1983). Ese mismo año entran de nuevo en un estudio para grabar su segundo larga duración, “Agotados de Esperar el fin” (Epic, 1984), pasando a una discográfica más grande gracias a la mediación del cantautor asturiano Víctor Manuel, quien compra los derechos de la Sociedad Fonográfica Asturiana y la integra en EPIC-CBS, de la que era accionista. Esto les garantiza tener la adecuada distribución y promoción, en un momento especialmente importante para la banda, que estaba en la cima de su popularidad, vendiendo grandes cantidades de copias para un grupo de su estilo y características.
Pocos meses después sacan su tercer disco, “Todos Están Muertos” (Epic, 1985), producido ya por el mismo Jorge Martínez, nada satisfecho con el sonido del anterior. Se trata de un trabajo lleno de humor negro en el que endurecen, si cabe, su propuesta, sobre todo en cuanto a letras se refiere. Este es el momento de máximo éxito de la banda, vendiendo muchas copias y dando, por fin, el salto, con la primera de sus giras por Sudamérica donde, con el tiempo, se han convertido en un grupo de los grandes, llenando grandes recintos y vendiendo muchos discos (incluso su página web oficial se gestiona desde allí).
Ilegales aprovecha este gran momento para crear su propio sello discográfico, productora y editora musical, con el fin de grabar sus discos bajo su propio control exclusivo, sin presiones de las compañías, a las que después ofrecen el material ya grabado. Este sello, bautizado como Discóbolo Records, se estrena publicando un directo, “Directo” (Discóbolo, 1987), en el que recogen un concierto grabado en la discoteca Big Ben de Mollerusa, en la provincia de Lleida. Es entonces cuando se plantea la posibilidad de realizar una gira más larga por América Latina.
Antes de dar comienzo a la misma, David Alonso, el batería, sería sustituido por Alfonso Lantero. El directo pone fin a un ciclo en la banda, ya que para el siguiente disco Jorge Martínez decide introducir bastantes cambios en el sonido de Ilegales, con la inclusión de un teclista, Antolín de la Fuente, y un saxofonista, Juan Flores, conocido como El Hombre Lobo de Mieres. Con esta formación graban el disco “Chicos Pálidos Para la Máquina” (Hispavox, 1988). En algunas tiendas, con las primeras copias regalaban un single con dos temas inéditos, “Con la Niebla / Acabaremos Mal (Hispavox, 1988), canciones que se incluirían más tarde al reeditarse el disco en formato CD. Tras este disco, los Ilegales se embarcan en una gira que les llevará por toda España, Sudamérica y, por fin, Europa, terminando en Berlín.
En este momento, Willy Vijande abandona el grupo debido a discrepancias con Jorge del camino a seguir, y es sustituido en principio por Alejandro Felgueroso y posteriormente por Rafa Kas, conocido como Nenuco, que es quien participa en la grabación de su siguiente disco, continuando en la misma línea: “(A la Luz o a la Sombra) Todo Está Permitido” (Hispavox, 1990). Después de este disco Jorge Martínez decide tomarse un año sabático, momento que aprovechan Rafa Kas y Alfonso Lantero para continuar su carrera como músicos, integrándose en los Desperados. De modo que, para el siguiente disco, se incorpora un nuevo batería, Jaime Belaústegui, y regresa al bajo Willy Vijande.
Con esa formación el grupo graba “Regreso al Sexo Químicamente Puro” (Hispavox, 1992). El último para Hispavox, en una línea parecida a los anteriores, da ciertos síntomas de agotamiento lo que, unido a que los tiempos, en el mercado y en los gustos discográficos, empiezan a cambiar, hace que los Ilegales dejen de tener tanta repercusión y pasen a un segundo plano aunque, eso sí, manteniendo una base fiel de incondicionales tanto en España como, sobre todo, en Latinoamérica. Al terminar la gira de este disco y aprovechando el paréntesis que vendría después, Willy deja definitivamente el grupo, formando, junto con Rafa Kas, los Electric Playboys. “El momento de Ilegales ya había pasado, y era todo muy difícil” diría años después el bajista.
Es sustituido por Alejandro Blanco, con el que graban “El Corazón es un Animal Extraño” (Avispa, 1995), un disco más oscuro, con introducción de sonidos soul y hasta funk, para el que Jorge decide prescindir también de los teclados, quedando la formación reducida a cuarteto. Formación de cuarteto que repetirían, con un cambio de batería, entrando Rubén Mol, para la grabación de su siguiente entrega, una vuelta al rock salvaje y básico de sus inicios, “El Apostol de la Lujuria” (Avispa, 1998). Después de esta entrega, el grupo desaparece del mapa, momento que aprovecha Jorge Martínez para realizar otras actividades, como aparecer, con su habitual espíritu provocativo y polémico, en tertulias y programas de debate televisivos, en Canal Sur o en la cadena privada Telecinco, en el programa Moros y Cristianos.
Casi cinco años después, Ilegales se vuelven a reunir volviendo al formato de trío: Jorge Martínez, Alejandro Blanco y Jaime Belaústegui, quienes, para celebrar sus veinte años de vida, el 9 de septiembre de 2002 celebran un concierto en la Plaza de la Catedral de Oviedo, que sería grabado para editar un doble CD y un DVD. Para ello fueron invitados a subir al escenario la práctica totalidad de los músicos que pasaron por la banda: los bajistas Willy Vijande, Rafa Nenuco y Alejandro Felgeroso, los baterías Alfonso Lantero y Rubén Mol, el saxofonista Juan Flores y el teclista Antolín de la Fuente. El concierto se editaría con el título de “El Día que Cumplimos Veinte Años” (Santo Grial, 2002).
Tras la publicación de este disco, se embarcan en una nueva gira por Sudamérica, y crean su propio sello discográfico, La Casa del Misterio. En este sello editan un nuevo disco, “Si la Muerte me Mira de Frente, me Pongo de Lao” (La Casa del Misterio, 2003), un disco en el que siguiendo la línea del anterior, recuperan la fuerza de antaño: contundente, rabioso y salvaje. Además, este sello está tratando de recuperar sus primeros discos, que llevan tiempo descatalogados, con el fin de reeditarlos remasterizados y con extras. De momento, el año 2005, ya lo han hecho con su primer disco, “Ilegales”, añadiéndole sus primeros singles.
Finalmente, y a través de su alianza con el sello Pop Up, surge la oportunidad de reeditar, por fin, todos los discos de la banda. En vez de hacerlo poco a poco deciden editar toda la discografía de un solo golpe, incluyendo alguna maqueta inédita y temas grabados para la ocasión: el resultado son nueve compactos envueltos en una caja de cartón, a la que añaden un libreto con información, anécdotas y la historia de cada disco, y que titulan “126 Canciones Ilegales” (2010, Pop Up).
Como todo no van a ser buenas noticias para los fans, este lanzamiento se hace, coincidir con la despedida de los Ilegales para dar paso al nuevo proyecto, Jorge Ilegal y los Magníficos, en el que los miembros de Ilegales, acompañados por otros músicos, van a dedicarse a recuperar sonidos añejos, como si de una orquesta de los años 40 se tratara, incluyendo, claro está, la recuperación de instrumentos de época, algunos de ellos auténticas piezas de museo.
Es esta formación la que graba la última canción de Ilegales, que haría el número 127. Aunque no estaba previsto grabar nada más con el nombre de Ilegales, Acordes por la Paz les solicita participar en un recopilatorio a beneficio de Médicos Sin Fronteras. En él, multitud de bandas de diferentes procedencias rinden homenaje a los Beatles por su 50 aniversario. Esta versión finalmente es la de “I should have known better” y, según el propio Jorge Martínez “puede ser la última canción grabada por Ilegales o la primera grabada por Los Magníficos, según se mire, y la cantamos en un inglés igual de malo que el español con el que los Beatles cantaron el ‘Bésame mucho’.”
Como despedida, en la primavera del año 2010 los Ilegales se integran en una gira que, el título de “Adiós Amiguitos” y con inicio en el festival Wanted de Zaragoza, les iba a llevar por siete ciudades españolas e iba a tener como colofón un concierto en el Festival Internacional de Benicàssim, el 16 de julio, con un repertorio elegido por sus fans a través de Internet.
Finalmente, y debido a la fuerte demanda generada, la gira se extiende hasta bien entrado 2011. Se despiden de Madrid con un concierto en la Sala Penélope el 11 de diciembre, que fue grabado por Radio 3 y emitido el 4 de marzo de 2011.
“Adiós Amiguitos” finaliza ya en el mes de febrero con un concierto en la Sala Camelot de Santa Pola, en la que Ilegales se despiden de los escenarios españoles, aunque no de su público, ya que, a través de la página de la revista Rolling Stone, la banda se despide el 13 de marzo con un mini set de seis canciones, elegido por los fans, grabado en sus propios estudios: La Casa del Misterio.
La trayectoria de Ilegales se cierra con una serie de conciertos en América, en lugares como Quito o Guayaquil.
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