Tras haber militado en dos de las bandas con mayor peso en la escena punk de los 80 y los 90 de Canarias, Familia Real y Ataúd Vacante, junto a su amigo Pistol, Silver abandonó la música. Confiesa el cantante que sencillamente se distrajo con la construcción de su casa: «No me arrepiento de nada, vivo en mi casa, hecha por mí, soy uno de esos que les da mucha importancia a estas cosas«. Pistol, batería en los dos combos antes citados, participó en Brutalizzed Kids, pero Silver en cambio sólo había jugueteado con su cuatro pistas tras la disolución de Ataúd Vacante en 1997. Fue precisamente en un homenaje a esta banda, doce años después de haberlo dejado, que se volvió a subir a un escenario enfrente de unas cuatro mil personas. En dicha actuación, y en vista de que no hacía nada por llevar a cabo su sueño tras haber visto a la guitarrista de The Cramps («formar una banda en que las cuerdas fueran féminas«), su amigo Pistol le presentó a Deborah diciendo: «¿Tú no estabas buscando a un par de pibas para hacer un grupo? Pues ésta es una«.
Deborah les habló inmediatamente de Karol: «Éramos dos ‘chicas’ del panorama musical actual de Canarias que irrumpimos con ‘performances’ (teatro, danza) nunca vistos en Tenerife«, nos comenta la primera, que había tocado también en The Back Seat Beachers y Eider, grupo en el que concidió con Karol, que militó además en Loop Sound y Gaf.
Los cuatro montan un grupo en el que Silver cantará, Pistol se encarga de la batería, Deborah del bajo y Karol de la guitarra. Para el nombre terminan quedándose con 13 Motos. Silver cuenta que la idea empezó a gestarse el 11 de septiembre de 2008 al encontrar al novio de Karol leyendo en el local de ensayo un libro sobre el III Reich. «Se me pasó por la cabeza llamar al grupo ’11 Nazi’, me sobrecogí, pero no le di mayor importancia (…). Barajamos Las Motos, pero Pistol y yo nos mirábamos extrañados. Un día lo arreglé, me gustaba eso de Motos, de ser rebelde, aún le faltaba algo. Vi a mi hija jugando, ella nació un día 13, ella le puso el nombre a la banda. 13 por la osadía y Motos por la rebeldía«.
Para la dinámica interna de la banda el local de ensayo desempeña un papel fundamental. Deborah profundiza sobre la importancia que le conceden a dicho espacio: «El local siempre forma a una banda, para nosotros es como estar en nuestra casa. Formamos parte de un grupo, de una idea. Tiene su propio ser. Y es en nuestro local donde ha pasado casi todo, han venido, se han ido, hemos discutido. Pero también hemos reído y nos lo pasamos en grande. Dentro de nuestra gran y particular familia«.
Son los guitarristas los que se han ido de la banda. A Karol, que se fue tras poco más de un año, la sustituiría Carlos Pérez Martín (Katana, The Merrys), con el que la banda compondría una quincena de canciones. También rodarían un videoclip con Goyo Cairos del tema «Bajo el fuego«. Sin embargo tendría que ser reemplazado por Carlos Martín (Templo Sur, Zen), al que conocían Silver y Pistols de la vez que Familia Real fue a tocar a Madrid en la sala Wurlitzer Ballroom. Tras un par de conciertos y medio año de ensayos el nuevo guitarrista abandonaría a su vez el grupo. La estabilidad llegó con Edu (Comsat) que cambió el rock alternativo por el punk-rock.
Debutaron en una casa ocupada, y desde entonces han pasado por multitud de escenarios: «Discotecas donde no quieren volver a vernos, sótanos asfixiantes, concentraciones Harley Davidson, el auditorio Adan Martín…«. Han compartido cartel con multitud de grupos como Hypnosis Rock, Los Positivos, Garrote Vil, Enema Social, The Rellenos, Asco, etc., y han vivido los avatares propios de toda banda que empieza: «Al comenzar como nueva banda busqué, sobre todo, colarnos en conciertos con varias bandas, tocamos los primeros, aceptando lo que fuera para conseguir las tablas necesarias para conjuntar el grupo«.
Resulta inevitable enfrentarles a la comparación con los comienzos de Familia Real y Ataúd Vacante: «En aquella época éramos totalmente desconocidos, ahora tenemos una cierta ventaja. Antes íbamos a cualquier cosa solo porque era novedad. En estos tiempos la gente cree que eres como la tele y se llevan un chasco, somos muy malos, apenas llegamos a la suela del zapato a grupos que ven a diario bandas que visitan la península con toda su corte, sus shows, sus correspondientes productoras y sus comunes puestas en escena. Cosas que copian con magnífica nota todos los grupos afines a ello. Nosotros solo tenemos la música, eso que no se puede copiar ni adrede. Tenemos que sorprender por nuestras melodías y forma de tocar. Estamos en desventaja. Antes y ahora sigue siendo toda una aventura«.
Reconocen tener gustos de lo más variopinto pero no sienten que eso tenga influencia alguna en su música. «La mezcla de todos es la que sobresale«, dice Silver, que detalla cómo componen las canciones: «Obligo a Edu a que traiga riffs nuevos, que nos recuerde alguna vivencia y luego busco la forma de poder contarla. Entonces nos ponemos todos al 25%. Somos cuatro«. La inspiración para las letras proviene del mismo grupo, de las cosas que les pasa, como si de componer la banda sonora de 13 Motos se tratase.
Para grabar las canciones de «Social» (Autoproducido, 2013), el CD de debut que se autoprodujeron, fueron a los estudios de David Correa, «técnico de sonido de los grandes de aquí». Quedaron a gusto con el resultado final: «A Pistol le parece la mejor vez en que se han grabado las voces. Estamos contentos, podía haber sido mejor pero esto es lo que hay y con esto vamos a luchar«.
Los galones conseguidos años atrás tienen su reconocimiento en la escena insular. La presentación de «Social», con actuación en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife en agosto de 2013, tuvo eco en los medios: «Contactamos con toda la prensa escrita, se portaron de maravilla con nosotros. El periódico de mayor tirada nos puso en la portada«. No ocultan el entusiasmo que les generó la puesta de largo del disco: «El concierto estuvo fenomenal. Al día siguiente cogimos un barco hacia la isla de la Gomera, allí presentamos el disco en el Villa Rock, un festival de verano con varias bandas de las islas. Fue volver a las chiquilladas, nos bañamos en la playa de la Cueva, nos reímos hasta hartarnos y terminamos tirados, borrachos y dejando la caja de la batería detrás. Rock’n’roll«.
Preguntados por el público que tienen y por lo que esperan del grupo nos dicen: «Una parte quiere pasarlo bien. Han trabajado toda la semana y hoy han salido a disfrutar de un rato de ocio. Estos son los mejores porque te perdonan los fallos y se ríen, se divierten. Luego están los críticos, que te ayudan a mejorar, pero que no los soportas. Creo que tenemos un buen repertorio y una puesta en escena curiosa. Debería ser suficiente. Y vemos que al público de aquí le parece bien-notable, estamos muy cómodos con su respuesta. Ha sido mas de lo que esperábamos«.
De todas maneras el salto a la Península es la prueba de fuego. «Es la idea principal. Viajar a la península, siempre harto difícil, conlleva buscar la estancia y los contactos casi al mismo tiempo«. Tienen la experiencia de haber llevado a Ataúd Vacante a Barcelona en su momento. «Sé lo que es pasarlas«, nos dice Silver, «En aquella ocasión contaba con colegas inolvidables que nos ayudaron muchísimo. Ahora ya no están todos. No tenemos mánager ni productora, todo depende de nosotros«.
Esa autogestión es la que, por ejemplo, ha fructificado en el interés mostrado por algún que otro sello en Madrid con el que editar y distribuir su música.
El grupo se mueve entre el punk y el rock, aunque hay quien ve pop en momentos de «Social». «Hacer coros es algo pop, aunque la música sea más dura, temas como «Errantes», «Alo Bey» y «Tiempos felices» son muy pop. Creo yo«, aclara Silver cuando mostramos cierta extrañeza. Preguntado entonces por la mejor definición para su propuesta, zanja la cuestión con diplomacia: «¿Nuestra música…? Sincera y divertida. Punk por la rabia contenida, Pop por las melodías pegadizas que inspiran los buenos momentos«.
Parecen cimentar sus bases 13 Motos en la buena química existente entre sus miembros independientemente de la diferencia de edad entre sus componentes. Silver no duda en desarrollar la cuestión a partir de su propia experiencia personal: «No nos vemos como bichos raros, iríamos al fin del mundo sin preguntarnos ‘sabes que yo caeré antes que tu’. La unión es mutua, aprender es curiosidad y dar es de humanos. He aprendido a vivir con mis hijos, el grande y la pequeña, a saber estar, a diferenciar sus estados de ánimo y ellos han visto que todo es natural. No debemos mostrar que pueden haber diferencias, no podemos crearlas y perdernos su compañía«.
Todo indica que lo mejor para 13 Motos está por venir y además tienen ganas de vivirlo.
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