La escena underground gallega está viviendo una de sus mejores épocas. Con el do it yourself por bandera y al abrigo de la autocomplacencia cada vez surgen más formaciones que huyen de las etiquetas para dejarse llevar por el ruido y sus derivados. Podemos hablar del Galician Bizarre, de Rafa Anido, Franc3s y Triángulo de Amor Bizarro, de Mequetrefe y Noise Project, de Cudevaso y Metralletas Lecheras… y seguir así un buen rato pero prefiero no hablar de etiquetas, ni de movimientos, ni de escenas; cada banda sigue su propio camino. Lo importante es hablar de Telephones Rouges, de cómo han alcanzado la independencia suficiente para desarrollar una personalidad propia que produce brillos centelleantes.
La banda nace en O Grove (Pontevedra) en el 2007, como un proyecto personal de Rubén Domínguez (guitarra, teclados y gritos) al que pronto se suman Matías Auch (guitarra, teclado y gritos), Álex (bajo y gritos) y Foso Común (batería y gritos). Como no disponían de instrumentos y mucho menos de local de ensayo, tuvieron que tirar de amistades como Rafa Anido para conseguir instrumentos y experimentar con el ruido en un ático. Su concepción del ruido es anárquica, no tiene ningún sentido ni ninguna forma preconcebida, aunque en sus desarrollos podamos apreciar retazos noise, garage, kraut o punk y ecos de Yo La Tengo, Sonic Youth, Indómitos o Swell Maps. “El ruido toma su dirección y nosotros lo abofeteamos”.
Pronto llegan los conciertos, el primero el 13 de abril en Coruña, y enseguida las primeras grabaciones: “Liberté, la Nuit” (For Noise’s Sake, 2008) -CD-r limitado a 50 copias- y “Telephones Rouges” (Telephones Rouges, 2008). También llega el reconocimiento y alcanzan las semifinales del Proyecto Demo 09. En el 2010 el grupo da un salto cualitativo importante y se acerca a los estudios Abrigueiro de Friol (Lugo) para grabar “Radiocontrol” (Mama Vynila, 2011) con Arturo Vaquero y Jael Chinas. Un EP con cinco canciones que ve la luz en noviembre y que es elegido por la revista Mondosonoro (sección Galicia-Castilla y León) como la mejor demo del 2010. El corta duración tiene tan buena acogida que será editado en 10” por el sello barcelonés Mama Vynila.
Su sonido ha ido evolucionando en este tiempo, frente a un carácter más punk y amateur en sus inicios han desarrollado un estilo personal caracterizado por la experimentación, la pulsión rítmica, la rabia y la actitud. Antes de terminar el año colocan “Cúspeo xa” en el recopilatorio en 12” “Galician Bizarre” (Galician Bizarre, 2010) y en febrero del 2011 la productora Magnetova anuncia la realización del vídeo de “Helio”.
El 2012 comienza fuerte y en enero publican de la mano de Mama Vynila «Telephones Rouges & Piñata: Max Split» (Mama Vynila, 2012). Un split en vinilo 7″ con los barceloneses Piñata en el que cada formación aporta dos temas.
Los Telephones Rouges continúan en plena forma, destilando energía, frescura y contundencia a raudales. En «Gute Krankenheit» muestran su lado más oscuro aderezado con ritmos post punk, noise y alemanes. De hecho Matías se atreve con el alemán y con una letra triste y punzante: «¿Por qué no tienes amigos? / No lo pensaría / cuando veo la miseria / pienso realmente que es cierto / corre, acércate a mí / tus ojos parecen tristes…«. «Traurige Einsamkeit» (triste soledad). Su reverso es «Ei meu«, cadencia garage con una voz en grito y una pulsión acelerada totalmente infecciosa y adictiva.
En octubre por fin llega el primer LP de la banda, «Disenso» (Mama Vynila / Matapadre, 2012). Once nuevas canciones producidas por la propia banda con ayuda de Iñaki Bea (Nadadora), grabados en los estudios A Ponte en agosto del 2012 con Tomás Ageitos y el propio Iñaki -menos las voces y overdubs grabados en el Círculo Polar Estudio (O Grove)- y masterizado en los estudios Planta Sónica de Vigo con Pancho Suárez e Iñaki Bea. Del diseño se encarga Begoña García-Alén y de la edición Mama Vynila y Matapadre.
En diciembre de 2013 la banda anuncia que se separan por un tiempo, debido a problemas logísticos. Dan su último concierto en casa, en O Grove, el 27 de diciembre; en la sala Twist & Shout.
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