Marta Sánchez es, sin lugar a dudas, una de las cantantes más relevantes de España. Si bien su salto a la fama se dio como vocalista del grupo Olé Olé, fue el momento en que inició su carrera en solitario cuando se destaparon todas sus posibilidades interpretativas y sus facetas tanto artísticas como personales. Su portentoso carisma, sumado a una explosiva figura, le ha valido tanto admiración como animadversión y, en no pocas ocasiones, un apoyo y un lastre para su carrera.
La madrileña Marta Sánchez López, nacida el seno de una familia con grandes lazos con la música, inició su carrera en el grupo Cristal Oskuro, en el que apenas militó unos meses antes de ser reclamada para unirse a Olé Olé, que acababan de perder a su vocalista Vicky Larraz en pos de emprender su carrera en solitario. Estamos en 1986, año en que publica el primer disco con la banda -tercero de la formación- “Bailando Sin Salir de Casa” (Hispavox, 1986). Ya desde la portada, la figura de Marta acapara toda la atención y será así hasta su marcha en 1990. Aparte del mencionado, Marta graba otros tres discos con Olé Olé, que ha transformado su sonido desde el synth pop de sus inicios a otro más comercial con un punto pícaro en algunas de sus letras.
Con el cambio de década, Marta decide que es el momento de emprender su carrera en solitario. Olé Olé encontrará una nueva cantante, Sonia Santana, pero todo el peso público se lo ha llevado Marta y no recuperará jamás el gancho que tuvo con la cantante rubia.
A finales de ese año se produce uno de los acontecimientos más pintorescos de la carrera de la cantante, que marcha al Golfo Pérsico en navidades para animar a las tropas enviadas al lugar en el marco de la Guerra del Golfo. Actuó para ellos en la fragata Numancia en un evento que fue posteriormente transmitido por Televisión Española en una costosa y maratoniana operación que tuvo como estrella la interpretación del tema “Soldados del amor”. Imagino que a largo plazo fue una labor encomiable, pero a corto plazo mandar a una rubia despampanante cortita de ropa y oliendo a flores acompañada de dos coristas bailando a elevado ritmo debió traumatizar a una manada de hombres rodeados de testosterona, polvo, calor y mala leche. En cualquier caso fue una buena forma de concentrar la atención en su figura solista.
Los siguientes años los pasa perfilando lo que será su debut, “Mujer” (Mercury, 1993). No fue en balde, pues hasta la fecha sigue siendo su álbum más exitoso, con la canción “Desesperada” como estrella indiscutible. Su promoción fue intensa, en galas, conciertos, etc., que redundaron en un saldo positivo. Ese mismo año se estrena igualmente su debut cinematográfico, “Supernova” (Juan Miñón, 1993), junto a Javier Gurruchaga; una estrafalaria película de la que la cantante no guarda buen recuerdo, pues, en sus palabras, se sintió como un objeto. Al punto ha sido así que no ha vuelto a rodar una película, siendo su debut igualmente su despedida. Hay que señalar que el apoyo que entonces se tenía en la figura de sex-symbol de la artista era especialmente intenso, pero concretamente esta cinta tiene como único interés ver a Marta ligerita de ropa o con modelitos bien marcados.
Pasado el desencanto del celuloide, continúa la magia de la música. En mayo de 1995 publica “Mi Mundo” (Mercury, 1995), que contiene su debut como compositora, “Enamorada sin querer”, si bien las canciones promocionales, y por ello de más éxito, fueron “Dime la verdad” y “Arena y sol”. Como ocurre con varios discos de Marta Sánchez, se edita también una versión para el mercado internacional que cambia algunas de las canciones interpretándolas en inglés. Esta estrategia funciona, pues participa en el álbum conmemorativo de los Juegos Olímpicos de Atlanta, “Voces Unidas” (EMI Latin, 1996) junto a Thalía, Gloria Estefan, la malograda Selena, etc. En él, Marta interpreta “Sueños de gloria”.
Igualmente, ese año es invitada para interpretar junto a Slash (Guns n’ Roses, Velvet Revolver) su canción “Obsessed”, el tema principal de la película “Curdled” (1996) de Red Braddok -titulada en España “Tú Asesina, que Nosotras Limpiamos la Sangre”-, producida por Quentin Tarantino. No se trata, pues, y contrariamente a lo que piensan algunos, de la sucia maniobra de una facinerosa artista usando a un guitarra mercenario necesitado de parné, sino más bien lo contrario.
De todos modos, el buen rollo se salda con la colaboración de Slash en el siguiente disco de Marta, “Azabache” (Mercury, 1997), en la canción que lo abre, “Moja mi corazón”. Este disco representa un ligero cambio en la imagen del artista, que se enfoca más en sus cualidades interpretativas y ahonda para ello en matices soul. Importante asunto, pues con ello se empieza a fraguar una imagen más madura y menos pija de la cantante. Buena parte del gran paso lo da su colaboración con el tenor italiano Andrea Bocelli en la canción “Vivo por ella”, del álbum recopilatorio “Romanza” (Philips, 1997) en su versión hispano-italiana (la canción original se titula “Vivo per lei” y es interpretada por Andrea, también a dúo, con la cantante Georgia; y, aunque quede muy chovinista, la interpretación de Marta Sánchez es muy superior a la de su colega italiana). El éxito del álbum, en cualquiera de sus versiones, es tremendo y su estela se extiende hasta hoy, pues esa canción sigue emitiéndose en la radiofórmula española con cierta asiduidad.
Inmediatamente se embarca la madrileña en su siguiente álbum, “Desconocida” (Mercury, 1998), que sin embargo está más enfilado al pop, como sus primeros álbumes. Tras él se produce un largo parón de cuatro años discográficos, saldado con la edición de un recopilatorio. En esos años Marta Sánchez se embarca en un nuevo proyecto interpretativo, en este caso un musical, “La Magia de Broadway” (Luis Ramírez, 2000), que repasa diversos números de los más exitosos musicales estadounidenses.
Finalmente llega un nuevo álbum de estudio en una nueva compañía discográfica que le diera mayor margen, “Soy Yo” (Muxxic, 2002) y que, en una época en que las ventas empiezan a languidecer, supone un nuevo superventas para la artista. La canción que le da título se convierte en una de las fundamentales del repertorio de Marta Sánchez. Se abre una nueva etapa para la artista que alcanza también la estabilidad emocional y abraza la maternidad en 2003. A ellos se suma el duro trance de perder a su hermana melliza en 2004. Por todo ello, la carrera de Marta se hace más pausada, pero ello no supone que se baje el listón ni la presencia mediática.
Hasta la publicación de su nuevo álbum de estudio, “Miss Sánchez” (Universal, 2007), se editan un nuevo recopilatorio de su carrera y un álbum en vivo –“En Directo: Gira 2005 La Coruña” (Muxxic, 2005)-. Pero sin duda el mayor éxito fue la canción “Colgado en tus manos”, del venezolano Carlos Baute, que vio la luz en 2008 y que ha batido récords de descargas, radiodifusión, etc. La canción a dúo apareció en la edición coleccionista del álbum “De Mi Puño y Letra” (Warner, 2008) y aunque es la que lo abre, al propio Baute siempre le ha llamado la atención el enorme éxito de esa composición, que consideraba demasiado personal. En cualquier caso, barrió con todo, oiga.
Con esa satisfacción Marta Sánchez decide que esta vez sean otros los que colaboren en sus temas, por lo que en noviembre de 2010 edita “De Par en Par” (Universal, 2010), compuesto casi en su totalidad de dúos sobre sus pretéritos éxitos. Y, tratándose de quien se trata, no le han faltado candidatos.
A mediados de 2012 se anuncia la próxima salida de un nuevo álbum de estudio pero éste finalmente no se produce. Sí ven la luz, sin embargo, la canción «Get Together» (Universal, 2011) (en inglés y con la participación de D-Mol), parte de una campaña de promoción de una bebida espirituosa, así como «Mi Cuerpo Pide Más» (Universal, 2012), las cuales hacían presagiar que aquel habría sido un nuevo álbum orientado a la pista de baile.
Ese mismo 2012 Marta inicia una relación sentimental con Daniel Terán, trasladándose ambos a Miami en 2014; de hecho es Daniel quien produce el nuevo álbum de la madrileña, «21 Días» (Entrearte, 2015) y que cuenta con la particularidad de que Marta es autora o co-autora (junto a Daniel) de todas sus canciones -menos una, proveniente del espacio televisivo «Hit: La Canción» (TVE, 2015)-. En 2016 canta la sintonía de La Vuelta (la vuelta ciclista a España) y en 2017 Marta decide regresar a España. A primeros de 2018 inicia, con un concierto en el Teatro de la Zarzuela (Madrid), una gira conmemorando sus 30 años de carrera -a mí me salen más-, saltando a la primera plana de todos los medios cuando en dicho concierto inaugural decide interpretar el himno de España con una letra de su autoría, despertando halagos desmedidos y ataques exacerbados debido a la delicada situación socio-política que se vivía en el país en esos momentos.
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