¿Qué tipo de actividad es la política para que quienes se dedican a ella nos parezcan tan incompetentes? Es cierto que a la política le encomendamos la misión de gestionar problemas complejos que no se resuelven con una pericia profesional al uso. La política está sostenida sobre un frágil lecho de incertidumbre y de contingencias que limitan sus posibilidades de éxito. Pero no es menos verdad que a veces, simplemente, está dirigida por gigantescas mediocridades. Esta ineptitud se ve amplificada por el hecho de que sus actores se afanan en escenificar su antagonismo hasta niveles ridículos. Hay que diferenciarse del contrario a toda costa, piensan, otorgándole al desacuerdo político un prestigio exagerado. Ser fiel a tus propios principios es admirable; defenderlos a capa y espada sin un ápice de ductilidad es condenarlos a un inútil estancamiento.
Por vez primera en la historia de la reciente democracia española nos vemos abocados a nuevas elecciones tras el infructuoso intento de formar una coalición de gobierno. Uno de sus más mediocres protagonistas se encontraba lanzando dentelladas desde la oposición en 2005, año en que Beef le dedicó una canción dentro de su álbum «Victoria Principal» (El Ejército Rojo, 2005). Como la mayoría de los temas compuestos por la banda catalana, la letra de “C’mon Rajoy” tiene pasajes inextricables y quizá fuera sólo una broma, pero conociendo el espíritu crítico y la tendencia ácida y misántropa de David Rodríguez, se percibe en ella una colleja en toda regla al hoy presidente-plasma.
El vegetarianismo en política es una utopía. Los políticos son carnívoros por naturaleza, Saturnos prestos a desollarse vivos. Uno de los significados posibles de la palabra inglesa beef es ‘carne’. Además, la música de Beef es contundente, proteínica, un solomillo de primera irreverente y muy especiado, con una costra que recubre un corazón lleno de ternura. «Victoria Principal» es eso, por fuera todo un complejo mundo de sabores musicales: estructuras repetitivas, bajos distorsionados, trombones, teclados atmosféricos, cambios de ritmo imprevisibles, silbidos, guitarras acústicas, chifladuras varias… que se mastican blandamente mientras estallan todos sus jugos en la boca.
El melón de la portada vamos a tomarlo aquí por su sentido figurado. Así pues, si algún político se siente señalado, tal vez no sea sin motivo. A la espera de que llegue el día para votar de nuevo, preguntémonos con Beef
«A quién debo seguir,
con tanto al que elegir.
Nuestro gobierno traerá
emociones de verdad.»
Twitter: @goghumo
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