Manta Ray fue uno de los grandes catalizadores del movimiento musical alternativo en la España de los 90. Marcados con la artificiosa etiqueta de Xixón Sound, fueron de los pocos grupos de aquella movida en desarrollar una carrera musical plena y auténtica, aplaudida tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Manta Ray se inicia en Gijón en 1992, en principio como un dúo conformado por Nacho Álvarez (bajo) y José Luis García (guitarra, voz), los cuales tomaron el nombre para el combo de una canción de Pixies. Por su banda pasan en esos primeros días de tanteo, de forma breve y un tanto oficiosa, gente como Luis Mayo (Screamin’ Pijas) o Jandro (Radio Repulsa). La primera base formal llega en 1994 con Nacho Vegas (guitarras) e Isaías Sanz (batería). Estos cuatro serán los que graben el debut de la banda, “Escuezme! EP” (Subterfuge, 1994), producido junto a Paco Loco, figura imprescindible para entender aquella época y buena parte del indie nacional, y donde ya dejan claro su interés por el ruido y la experimentación.
Al año siguiente participan en el VII Concurso Villa de Bilbao, quedando en segundo lugar en la categoría pop-rock tras Little Fish. A pesar de no alzarse como vencedores, la sensación obtenida es muy buena y se lanzan a por el primer LP, “Manta Ray” (Subterfuge, 1995), un disco que se convierte en una de las sensaciones del año -segundo puesto en la lista de mejores álbumes nacionales de 1995 según la revista Rockdelux, auténtico pulsímetro de la independencia musical del país por aquellos años; el primer puesto se lo arrebató Beef– y, con el tiempo, en uno de los más importantes de la historia del rock español. Como anticipo, en mayo de aquel año se lanza el sencillo “The Last Crumbs of Love” (Subterfuge, 1995), en cuya grabación ya participa Juan Luis Ablanedo (Eliminator Jr.) en sustitución de Isaías. También ese año participan en el álbum “Gijón Goes to the Movies” (Waco, 1995) -igualmente lo harán en el concierto de mismo nombre que se celebró en diciembre en el teatro Jovellanos de la ciudad asturiana-, interpretando la canción “Wicked games” de Chris Isaak -por su inclusión en la banda sonora de “Wild at Heart” (1990) de David Lynch-, con motivo del festival de cine de la ciudad, con el cual colaborarán repetidamente a lo largo de los años, junto a otros tantos grupos locales -entre ellos Yellowfinn, proyecto paralelo por aquel entonces de José Luis-.
Con el público aún estremecido por la intensidad de su debut, los gijoneses se descuelgan con un disco junto a Javier Corcobado, “Diminuto Cielo” (Astro, 1997). El encuentro se origina tras la colaboración conjunta para el disco colectivo “Canciones del Cine Español (1896-1996)” (Astro, 1996) en la que participan con el tema central de la película “El Crack” (1981) de José Luis Garci. Para entonces Xabel Vegas, que había sustituido a Ablanedo en Eliminator Jr., vuelve a hacerlo en Manta Ray. A la vez se incorpora al grupo Frank Rudow, que se encarga de percusiones y teclados, enriqueciendo así el sonido del grupo. Y, aunque no pasaban de ser algo puntual, estos trabajos redundan en el cambio de discográfica de Manta Ray, que pasa a editar con Astro. A finales de ese año volverán a compartir disco -en esta ocasión, cada uno por su lado- junto a la banda francesa Diabologum, “La Última Historia de Seducción” (Astro, 1997), a la que sigue una gira conjunta.
Apenas sin parar, para febrero de 1998 se publica el segundo disco en solitario de Manta Ray, “Pequeñas Puertas que se Abren y Pequeñas Puertas que se Cierran” (Astro, 1998), en el que cuentan con la colaboración de Chris Brokaw y Thalia Zedek, por entonces aún miembros de Come. El álbum refuerza la solidez sonora y la creatividad del conjunto, que se mete sin ambages bajo el concepto del post-rock. A finales de ese año vuelven a colaborar con la organización del Festival de Cine de Gijón grabando en el teatro Jovellanos un concierto en el que interpretan algunas canciones de su repertorio junto a otras tantas pertenecientes a las bandas sonoras de diversas películas. El resultado se plasmó en un CD, “Score” (Astro / Sinedín, 1999), que solo pudo conseguirse junto al número de abril de la revista Rockdelux. Debido a su fácil difusión -y a su relativamente económico precio- este directo se ha convertido en uno de los discos más exitosos del conjunto.
Es en ese momento en el que Nacho Vegas, agotado por el ritmo del conjunto que no le permite otras actividades paralelas, decide abandonar la formación para emprender una carrera independiente, primero con el proyecto Diariu y posteriormente en solitario, con lo que Manta Ray vuelve a reducir su formación a cuarteto y así se mantendrá hasta su disolución. Sin embargo, la ruptura no es amarga; Frank Rudow, por ejemplo, producirá el disco «Seis Canciones Desde el Norte» (Limbo Starr / Acuarela, 2001), que Vegas grabará a medias junto a Aroah.
Así que Manta Ray continúa su carrera forzando la máquina y en febrero de 2000 publican “Esperanza”, (Astro, 2000) -en este álbum se acredita a Nacho Vegas a la guitarra slide-, en el que por primera vez participa junto a ellos en las tareas de producción Kaki Arkarazo, como lo hará repetidamente en el futuro. “Esperanza”, como ocurrirá con todos y cada uno de los discos de Manta Ray, propone una evolución respecto al anterior, y aquí expanden el post-rock del anterior apoyado en electrónica; “Rita”, la canción que lo abre y que mejor define dicha fusión, aparece como una de las mejores del año para Rockdelux.
En los desplazamientos de la gira de “Esperanza”, Manta Ray pasan horas escuchando el disco “Hard Listening” (Astro, 2000), de sus compañeros de sello Schwarz, por lo que les proponen hacer algo conjunto. El resultado será “Heptágono” (Astro, 2001), en el que ambas bandas se fusionan como una sola e interpretan piezas de sus respectivos repertorios junto a algunas versiones y un tema conjunto, el que da nombre al disco. Ese año también ve el nacimiento de Viva Las Vegas, proyecto paralelo de Frank Rudow -que igualmente participa en La Jr., evolución de Eliminator Jr.-.
En septiembre de 2002, Manta Ray y Astro deciden de mutuo acuerdo romper su relación por desencuentros creativos, pasando el grupo a trabajar con Acuarela. Ahí editarán “Estratexa” (Acuarela, 2003), que por regla general es definido por el endurecimiento de su sonido. Ese año también editan el EP “Take a Look” (Acuarela, 2003), que aparte de la homónima contiene dos canciones que no serán incluidas en la versión estándar del álbum.
Entre sus dos últimos discos Manta Ray participan en dos colaboraciones. Primero, en 2004 en el disco tributo a El Niño Gusano «Pana Pijama Lana» (Grabaciones en el Mar, 2004), con la canción “Capitán Mosca”, y luego, en 2005, y a raíz de su fructífera relación con Kaki Arkarazo, participan junto a él en las remezclas de Atom Rhumba “Concrete Mixer” (Munster, 2005), encargándose ellos de “Abstract blues”. Finalmente, tras regresar de una gira por territorio americano, Manta Ray empiezan a preparar el que será su último álbum “Torres de Electricidad” (Acuarela, 2006). Tras él, Xabel emprende su propia carrera como Xabel Vegas y Las Uvas de la Ira, antes de que, a finales de febrero, se hiciera público un escueto comunicado en el que Manta Ray anunciaba su disolución. Casi sin darnos cuenta, había desaparecido uno de los grupos imprescindibles del panorama musical español.
Tras el fin de Manta Ray, sus inquietos miembros no tardan en iniciar otros grupos. José Luis García formará Elle Belga junto a Fany Álvarez, mientras que Frank, instalado ya en Barcelona, da paso a otro dúo, Suma, junto a Laura Clark. Sin embargo, ninguno de estos proyectos, sabiamente, ha pretendido cubrir el hueco dejado por Manta Ray que, transcurridos ya algunos años de su época más brillante y gloriosa, parece difuminarse ensoñadoramente, poco a poco, en la lejanía.
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