Gúdar es uno de los proyectos musicales más sugerentes y extraordinarios de la escena underground e independiente de Barcelona. Un verdadero grupo de culto. Una propuesta a caballo entre la experimentación, la emocionalidad sintiente, la electrónica disidente, la canción popular y la extravagancia. La confesión íntima del malestar vital, las tendencias autodestructivas, y el poder salvífico del amor, de los pequeños momentos de felicidad, del nosotros y de la música son los temas centrales de las letras de Albert Espuña, cantante y alma mater de la banda. La genialidad creativa de Eloy Bernal y su alquímica lírica experimental con los teclados y la electrónica será otra de los grandes activos de la banda. Son, además, el buque insignia de la fértil factoría Hi-Jauh-USB?, que, aunque surgida en el Baix, encontró en un callejón del Poblenou su momento de plenitud y gloria.
Gúdar surge de la interacción de dos bandas del chavalines del Baix: Los Folguis, donde estaban Albert, Olivia y Nele, y Los Probeta, donde tocaban Eloy, Alberto y Elena. Los Folguis y Los Probeta serán las raíces últimas, las dos patas originales, del universo Hijauh. Ya decía el Génesis que todo lo realmente importante se engendra en el instituto, cuando se juntan los raros y se le coge el gustillo a la afinidad. Manuel (Nele) Navio y Albert Espunya iban juntos al cole y desde su primera juventud tocaban canciones de gente rara. Y oían mucho grupo noventero; bandas como Pavement o Sonic Youth. A Olivia Mateu, que era una chica muy especial, la conoció Albert trabajando en la FNAC, con ventipocos años y se emparejaron. Y ya eran tres que flipaban con la música rara y querían hacer música juntos. Independiente y no convencional. La proximidad de la escenita del Baix hizo que bandas locales, como los idolatrados Beef de David Rodríguez o Primogénito López, y espacios como el Depo, el Casino del Prat y los garitos del Baix, actuaran como faro y guía de sus inicios. Al tener Olivia formación musical y tocar los teclados, los tres montaron un grupo indie-pop con Joaquín Luna y Guille Mendía al que llamaron The Folguis, con su punto folkie, su punto pop y su punto marciano. Se repartían las tareas de composición y las voces entre Olivia, Nele y Albert. Cada uno solía cantar las suyas. Las difundieron a través del Myspace y en el circuito de cercanía. Dieron un par de conciertos y recogería algunos temas Marco Alborotador en el programa «Aplasta Tus Gafas de Pasta» de Onda Merlín. Los registros permanecerían inéditos. Tras la marcha de Joaco y Guille los tres emprenden un salto cualitativo impulsado por Albert. En verano del 2007, tras las fiestas del pueblo de la abuela, en la turolense sierra de Gúdar-Javalambre, Albert, Olivia y Nele ya eran otra cosa, ya eran Gúdar. Empezaban a tocar las canciones que salían de la cabeza y garganta locas del Albert y a grabar las primeras maquetas caseras con Nele al bajo, Albert a la guitarra y Olivia a los teclados y los coros. Nada sonaba igual a aquello.
Los Probeta serían la otra pata del proyecto Gúdar. La relación entre José Arrán, Eloy Bernal, Elena Comas y Alberto Rodríguez venía desde cole y del Baix compartido. Alberto y Eloy se conocían desde la más tierna infancia y desde los siete estudiaban juntos en la Escuela Municipal de música de Esplugues de Llobregat. Tocaban la sinfonía de los juguetes de Mozart con carrillones. En el verano de 1995 crearon Los Niños Probeta en un banco del parque. En febrero de 1996 empezaban los tres a ensayar, daban su primer concierto en el Casino de El Prat, que era su garito, y nacían como grupo. Dos años después incorporarían a Marta Masanés al bajo, pero Marta era muy vergonzosa y lo pasaba fatal las pocas veces que pisaban escenario. Cuando abandonó, engañaron a Elena Comas para sustituirla, porque tenían un concierto inminente, y cerraron así la formación definitiva. Eloy y Elena ya eran inseparables e iban juntos a la universidad. Sería en torno al año 2002. Ensayaban muchísimo, todos los sábados, y tocaban poco. Hacían solo dos bolos al año, pero no abandonaron. En el 2006 celebraron su décimo aniversario con un concierto en el mítico Casino de El Prat, donde empezaron. El vínculo con El Prat siempre fue fuerte. Entre el público ya andaban Nele y Albert. En esa época de efervescencia creativa, Los Probeta parirán un buen puñado de preciosas canciones frescas y prometedoras. Algunas las grabarían, autoproducirían y autoeditarían en el álbum «Cambrils» (2006), dándolas a conocer también a través del Myspace.
El encuentro entre The Folguies y Los Probeta tendrá lugar un feliz día de finales de 2006 en un concierto ilegal en un sótano de Gràcia con otras bandas del Baix, que interrumpió la policía. Albert, Eloy y Elena se conocían de verse en la universidad, ya se habían intercambiado canciones de sus proyectos y se reencontraron en aquel concierto. A partir de entonces se hicieron amigos y empezaron a colaborar. Meses después, los dos planetas coordinaban sus órbitas, conjuntaban sus energías y surgía la chispa y la luz. Los seminales Gúdar y Los Probeta pillaban juntos un local de ensayo en Bellvitge, enredándose en un frenesí de amistad y proyectos conjuntos; estaba sembrada la semilla del colectivo Hi-jauh USB?. Bellvitge fue un segundo hogar; el hogar donde nacieron los sueños. Pero son aún un universo cerrado que implosiona en comunión y ganas de hacer cosas. Apenas se relacionan con otras bandas, otros ambientes. Tocan poco en directo. Unos bichos raros en el panorama catalán. No están demasiado conectados con la escena de la música alternativa e independiente de Barcelona, ni mucho menos con la nacional. Están buscándose. Construyen un mundo propio que empieza y acaba en un local donde se adora a los Beef y se suda creación colectiva.
Entre finales de 2007 e inicios del 2008, Alberto, Eloy y Elena se integran en Gúdar, sin desintegrar Probetas, conformando la matriz definitiva del grupo y aportando la genialidad lisérgica de Eloy a los teclados y una contundente sección rítmica. Se quedaban al ensayo y acabaron cogiendo sus instrumentos y tocando con ellos. Así de simple. Nuevo cambio de local en Bellvitge y años muy locos y sinergias: se abría una época intensa de creación de temas, grabación, autoedición, bolos, fiesta, gestión y efervescencia de nuevos proyectos. Todo desde la más estricta autogestión del Háztelo Tú Mismo. Aportando sus dineros y su tiempo van adquiriendo equipos para grabar las canciones en el local con cierta dignidad técnica. Ese mismo año se sacan de la manga El Piñonero Grabaciones, un sello fantasma con el que se lanzan a la autoedición con el primer álbum de Gúdar, «Grabaciones Varias, Varias Grabaciones» (El Piñonero Grabaciones, 2008). En este primer trabajo daban salida a antiguas demos caseras y nuevas canciones trabajadas ya colectivamente en el local y grabadas con los nuevos equipos. Los temas revelaban el potencial de la banda, con un pop experimental muy lírico, con aromas folkies, repleto de intimidad y frescura creativa. Destacaban en el disco temas como «Una flor en la solapa«, que sería su carta de presentación en el circuito alternativo, o la delicadeza emocional de «Los animales«.
Se produce entonces otra feliz conjunción estelar, gracias a la interacción reticular que la pionera plataforma Myspace posibilitaba. La gente del colectivo madrileño Aplasta Tus Gafas de Pasta, que andan escaneando el underground emergente estatal, los descubren y quedan fascinados con ellos. Difundirían en el programa de radio las canciones de Folguies, Los Probeta y especialmente Gúdar, alucinando con su magia, su heterodoxia, la cercanía a sus propias propuestas y su excepcionalidad. Incluirán «Una flor en la solapa» en el mítico primer disco recopilatorio del 2007. Finalmente grabarían para el sello el EP «Una Flor en la Solapa» (Aplasta Tus Gafas de Pasta, 2008) que incluía también «Los animales«, «Juliana» y «Nacho Amor«. La conexión definitiva llegaría con la invitación a Los Probeta y a Gúdar para tocar en Madrid en la fiesta de presentación del sello junto a Autofans, el germen de los futuros Alborotador Gomasio. El concierto de la fiesta de Aplasta en la sala El Pez de Madrid, en abril de 2008, es el estreno de Gúdar en los escenarios y un verdadero momento fundacional. Los del Baix salían de la madriguera y enamoraban de golpe a la noche madrileña más alternativa. Son los inicios del estrecho y fructífero intercambio entre el underground catalán y madrileño que caracterizará al Hijauh. Se crearon entonces lazos y redes de afectos, complicidad, afinidad y colaboración que resultaron esenciales para abrir el proyecto más allá de la intimidad, para darle proyección y fertilidad. Para tomar conciencia de sí mismos. Versioneaba Gúdar en Madrid a Daniel Johnston, un icono compartido por todos los miembros del colectivo. A partir de la famosa camiseta del «Hi, how are you?» surgió la broma: una transcripción muy libre del lema; «Hi-Jauh» sonaba bien y les hacía gracia. Olivia y Albert idearon más tarde la marca Hi-Jauh-USB? como una plataforma para proyectar en la web la actividad colectiva. La propia Olivia diseñó con acierto el logotipo y el artwork que pondría imagen al concepto.
Tras el éxito de su debut en el circuito underground, los Gúdar pillan un nuevo local en Esplugues y lo convierten en una factoría creativa, una red emocional y un hervidero de ideas. Lo acondicionaron, insonorizaron y montaron un estudio de grabación medio decente. En Esplugues consolidan Gúdar sobre las bases compositivas de Albert y el trabajo colectivo de las canciones. Experimentan con los aparatos. Crean sin límite. En 2009 editan el EP «Las Perras» (El Piñonero Grabaciones, 2009), con cuatro temas con los que se proyectan a nivel estatal y comienzan, a golpe de entrevista, reseña y boca a boca, a fraguar su identidad como grupo revelación del underground heterodoxo catalán. Ya les salen bolos. Por otra parte, para la grabación del disco se ponen en manos de Cristian Pallejà en la producción, saliendo del Baix y poniéndose en contacto con la escena, los músicos y las bandas de la ciudad. Es el primer trabajo grabado en condiciones técnicas dignas por la formación matriz al completo: Albert, Eloy, Elena, Nele, Olivia y Alberto. El sonido gana en orquestación, con vientos, coros, melódicas y electrónica, pero mantiene la inmediatez y calidez de la banda. «Las perras» es una verdadera muestra del clásico menosprecio de corte y alabanza de aldea. Dos de los temas son sarcásticos retratos del elitismo y postureo del ecosistema del «indie»: la recuperada y regrabada «Una flor en la solapa» y la cáustica «El indie nacional«. La nostalgia por la autenticidad de una ruralidad perdida, una constante de las letras de Albert, está presente en «Las perras» a ritmo de vals, y en «Retorno» generarán paisajes oníricos instrumentales. Pero el EP no deja de ser un trabajo de transición, de cierre de una etapa, porque ya andaban creando las gloriosas canciones de uno de los mejores trabajos de la banda: el fundamental «Vida Gris 32» (El Piñonero Grabaciones, 2011).
«Vida Gris 32» lo grabarán durante 2010, y se autoeditará al año siguiente aún bajo el paraguas de El Piñonero Grabaciones, pero ya bajo el espíritu del Hijauh. Supondrá la consolidación de Gúdar como grupo y su elevación a los altares del underground. Es realmente un trabajo redondo y sólido, de gran excelencia creativa; un disco histórico con el que Gúdar forjará su leyenda como banda de culto. Editado físicamente en CD, contenía diez canciones grabadas, mezcladas y producidas por la propia banda en su local con la colaboración de Cristian Pallejà. La portada y el artwork, de estética fancinera, corrió de nuevo a cargo de Guille Mendía. En junio de 2011 lo lanzarían en Bandcamp y lo presentaban en directo en Heliogàbal. Elena Comas ya no figura en la formación, aunque seguía implicada en el colectivo. Se embarcaron en la tarea de mover las canciones en el directo, y el feedback que provocaban en la audiencia elevó a algunas de ellas a la categoría de himnos. Es el caso de «Nada que hacer«, una dulce nana coreable que a medio camino se convierte en caótica pesadilla sonora; una maravillosa historia de cuidados, excesos, amor y libertad. O de «Carretera Perdida«, un tema soberbio inspirado en la película de Lynch, que transmite angustia y tensión creciente de modo magistral mientras se relata la experiencia delirante de la disociación y el extrañamiento. «Los conocimientos» se convertirá en otra de las canciones señeras del repertorio de Gúdar. Una melodía dulcísima, salpicada de teclados como gotas de lluvia, testimonia la tristeza de la ruralidad abandonada; todo un canto a la vida auténtica y la feliz sencillez de los pueblos frente a las alienaciones del urbanita. Albert y Olivia cantan a dúo, como en otros temas del disco. El radical lema «todos los conocimientos para todas las personas» cierra la canción como una proclama libertaria. «Vida gris«, el tema que da título al álbum, escenifica el vacío de las vidas rutinarias de la madurez normotípica entre delirios lisérgicos sonoros y hipnóticos paisajes de lirismo exacerbado. La incertidumbre ante el porvenir protagoniza «Mis relaciones sociales«, en otro ejercicio de experimentación delirante y angustiosa. «El futuro» combina el minimalismo lírico y la dimensión experimental para narrar la pesadilla de un macroconcierto agobiante. La cacharrería instrumental y la vertiente más alienígena resurge en «Las cejas» para evolucionar hacia un pop de corte más clásico. «Bratislava-Cataluña» es un dulce alegato contra los patriotismos vacíos. Por su parte, «Aníbal» es una tierna evocación de la infancia inocente del hijo. El disco cierra con «Me colgué en el Daydream Nation«, un homenaje a la influencia de los Sonic Youth en su universo musical. Algunos de los temas de «Vida Gris 32» presentan ya una estructura no lineal, fragmentaria, escondiendo pasajes yuxtapuestos, cambios de ritmo y rupturas narrativas. Un rasgo que acabará dominando su siguiente trabajo.
«Vida Gris 32» sería saludado por la crítica como uno de los discos del año y recibido con entusiasmo por la creciente comunidad de seguidores de la banda. Con este disco, además, nacieron muchas fidelidades eternas entre la parroquia de un Hijauh naciente, cada vez más numerosa, cada vez más entusiasmada, cada vez más unida. Todo el futuro Hijauh estaba ya allí, los lazos emocionales, las bases de una red de apoyo independiente, el calor de un círculo de cercanía militante, la semilla de nuevos proyectos musicales, de nuevos activismos.
A modo de homenaje a un trabajo fundamental en la carrera de la banda, «Vida Gris 32» se reeditaría en vinilo en 2017, en una colaboración entre Fikasaund y Hi-Jauh USB?, con artwork y minimalista portada gris de Olivia Tirana.
Tras la aparición de «Vida Gris 32» los Gúdar se embarcan en una frenética etapa de ensayos, bolos, colaboraciones, composición y nuevos proyectos personales y colectivos. Se multiplican las colaboraciones. Desde sus inicios participaron en obras colectivas y en recopilatorios autogestionados de la escena catalana y madrileña, sobre todo con el apoyo de colectivos y proyectos como Aplasta Tus Gafas de Pasta, que les editó su primer EP «Una Flor en la Solapa» y les incluyó en sus recopilatorios, o LaFonoteca Barcelona. Siempre les gustó colaborar con las escenas locales. Ya como colectivo se lanzaron a editar un recopilatorio de bandas del Baix y de Barcelona de homenaje a Beef, «Homenaje a los Caídos» (El Piñonero Grabaciones, 2011), donde Gúdar aportaba «Sweet bavarian«, con un inicio digno de los postindustriales alemanes de los 80. En el tema daban rienda suelta a su desvarío sónico para generar un hipnótico mantra lleno de fractales. En 2012 aparecería «Nice people» dentro del 7″ «Los Vivos / Los Muertos» (La Fonográfica General, 2007) con los grupos y el dinero recaudado en las fiestas que organizaban en Barcelona, la última el 20 de diciembre de 2012 en la sala Be Good. En «Nice people» el mantra es coral: «La gente buena no se enamora necesariamente de los buenos«, repetido obsesivamente entre una disonancia espectacular de ocarinas y pitos de sinte. Hay gente mala. El tema sería también incluido en el recopilatorio «Friends Of Tired Hippo But Now Even The Martin Is Gettin’ Old Ed» (Tired Hippo. 2013). En 2014, Gúdar participarían en el excelente recopilatorio «Mar y Montaña» (LaFonoteca Barcelona / Shook Down / Mama Vynila, 2014), con el que LaFonoteca BCN, la revista Shook Down y el sello Mama Vynila radiografiaban a las bandas emergentes más exquisitas de la Barcelona del momento. Aparecería ahí uno de los grandes temas del repertorio de Gúdar: «De nada«. Una canción del clásico «pa tí la perra gorda» en las incomunicaciones de la pareja, acelerada y alegre, con guitarra rasgada y desgañite. Y uno de los más fabulosos papararapas del indiepop heterodoxo. «Me da igual si siempre tienes razón, yo te la doy para siempre«. En la versión colgada en Bandcamp aparecerá un texto en el que se describe acertadamente a la banda: «Gúdar son las canciones de Albert Espuña dejadas ir entre todos un poco y con el resto de lo que sale en cada uno de los ensayos, que tienen que ser diferentes cada vez y raros a poder ser. Gúdar son un homenaje a la vida, al día a día, al tedio, al cariño por las cosas muy pequeñas y a los momentos fugaces que se nos escapan continuamente«. En 2014 aparecía también otra exquisitez, el split «Puente Aéreo vol.1: Gúdar + Hazte Lapón» (LaFonoteca / Lafonoteca Barcelona, 2014), un single de 7″ editado por La Fonoteca BCN, Molar y Ultra-Local con el que se inauguraba la colección de mano-a-mano de bandas de Madrid y Barcelona. Hazte Lapón y Gúdar se versioneaban mutuamente dos temazos: «Muerte en Bangkok» y «Carretera Perdida«, apropiándose de las canciones propias y ajenas. La versión de «Muerte en Bangkok» de Gúdar es exquisitamente buena y original, dotándola de un ritmo, intensidad, emocionalidad y una deconstrucción digna de un El Bulli sonoro.
En 2014 comienzan a salir las nuevas canciones del «Pasarás de Todo» (HiJauh USB? / La Resistencia, 2014), el siguiente álbum de Gúdar. Un disco que registra un periodo de grandes cambios en la banda y en el colectivo tras «Vida Gris 32». «Pasarás de Todo» es una obra mucho más elaborada, compleja y caótica que la anterior. Cocinado a fuego lento. Con temas que venían fraguándose desde Bellvitge y Esplugues. Pero cuando salga el trabajo ya lo hará en el Hijauh, en la factoría artística y musical que el colectivo ha montado en un callejón del Poblenou tras un accidentado proceso de cambios y reorganización funcional.
Aunque la tremenda energía magnética del proyecto Gúdar actuaría como aglutinante y matriz del colectivo, desde sus inicios convivieron proyectos paralelos, y pronto emergieron nuevos proyectos personales de sus miembros, siempre arropados por los demás. De este modo quedó solventada, más o menos, la problemática de compatibilizar las inquietudes e intereses individuales y las metas compartidas. Esa dinámica de emergencia de diversidad, de hiperactividad colaborativa en un contexto de efervescencia creadora, se intensifica en el local de Esplugues con el pequeño estudio de grabación y obligará a redefinir prioridades. Olivia acabará abandonando nominalmente Gúdar para centrarse en su proyecto personal: Tirana. Alberto también tuvo «low-fi proyect» propio con Rorro. Nele pondrá en marcha Neleonard con Elena y Eloy. El hiperactivo e inquieto Eloy Bernal, por su parte, desarrollaba las canciones de Hibernales con su hermana Elisa. Sin contar Probetas. Más tarde será Elena quien siga su propio camino con Die Katapult, junto a Anna Ganglios. Un maravilloso ramillete de brillantes proyectos que obligó a ralentizar la gestación del siguiente trabajo de la banda matriz.
Y aún más, una catastrófica circunstancia en el local de Esplugues les obligará a redefinir sus metas y, a la postre, a dar el salto a Barcelona. Sufrieron un robo en el local: se quedaron sin equipos electrónicos y de sonido, desaparecieron los ordenadores con numerosas maquetas y pistas grabadas; los trabajos que las bandas estaban pariendo en plena efervescencia creadora. Un palo. Y entonces surgió la posibilidad de trasladarse a un local del Passatge Caminal, en el Poblenou. Y nació el Hijauh.
Un único problema; el alquiler es elevado, más de lo que pueden permitirse. Dudan, pero el local les convence, se enamoran del espacio, del barrio y lo arriesgan todo. Dan el salto definitivo e idean la forma de hacerlo real y sostenible. En el verano de 2013 un grupo de amigos del Baix se constituyen como Associació per la Cultura Independent Hi-JauhUSB?, del Poblenou. Nele, Nerea, Albert, Alberto, Eloy, Olivia y Elena constituirán el núcleo duro de la cosa. Piensan que los gastos del local pueden autofinanciarse con conciertos de las bandas propias y del underground de cercanía. En la parte de arriba iría el estudio. Abajo montarían un pequeño escenario al fondo y pondrían una barrita con las cervezas y vermut que les permitía los resquicios de la ley. Los conciertos, los sábados por la tarde para los socios. Olivia prestó imagen corporativa a la idea encargándose de la parte gráfica. Lanzaron un Bandcamp, ya como Hi-Jauh USB?, donde fueron colgando todo el material editado por ellos y los trabajos recientes, como el disco colectivo de homenaje a los Beef «Homenaje a los Caídos» (2012). Pusieron en marcha un blog donde verter crónicas y convocatorias. Establecieron redes con colectivos cómplices y vecinos, como Carme y Raul de Ultra Local Records, Atienza, de La Fonoteca BCN, Rubén del Shookdown y la gente de L’Eix Del Mal. Tenían claras las metas, un local de ensayo y grabación para los proyectos propios y los ajenos, un espacio común para la música y la creación artística que les mola, disfrutar juntos, compartir, autogestionar y socializar ese disfrute, compatibilizar lo individual y lo colectivo, promover la creación independiente y alternativa, crear red, y priorizar siempre los vínculos afectivos y la comunión.
Acondicionaron el local durante ese verano y llegó septiembre de 2013. El 28 se inauguraba el nuevo Hi-Jauh del Passatge Caminal por todo lo alto con el festival Ultra-Jauh y un cartel de lujo. Compartían festi con Ultra Local y estarían arropados por buena parte de la escena alternativa madrileña y local, una multitud de amigos y de bandas cómplices. Tocaron nada menos que Ran Ran Ran, Alberto Azul, la banda hermana del Baix Primogénito López, Alborotador Gomasio, Wild Cirkus, Combray y Raúl Querido. Fue el acontecimiento del año. Lo que vino después, el milagro musical del Poblenou, es de todos conocido. Pronto se convertirían en un espacio de referencia de la Barcelona musical más alternativa y autogestionada, en un paraíso.
En esa tesitura, en 2014 ve la luz el esperado «Pasarás de Todo», aunque la edición en vinilo aparecería en 2015 en coedición de Hijauh USB? y La Resistencia. Las canciones se presentaron en público en una fiesta en el Hijauh del Poblenou el 24 de mayo de 2014. La mayoría de los temas son anteriores al traslado, pero en el nuevo local acabaría tomando forma el álbum. La formación: Albert, Eloy, Nele y Alberto, con colaboraciones de Olivia a los coros y cacharrinos. La producción corrió a cargo del propio grupo junto a Raúl Querido. Las canciones del disco fueron grabadas durante 2013 y 2014 entre Esplugues, Bellvitge y Poble Nou. Olivia Mateu se encargaría del artwork y del diseño de la cuidada edición en vinilo, que incluye poster y la edición en CD. La referencia explícita a Takeshi Kitano y su televisivo concurso «Humor Amarillo» impregna todo el album. La conexión japonesa se remarca al encargar la ilustración de la carátula al artista japonés Motohiro Kawahara.
En realidad, el disco aparece en dos versiones. El vinilo recogería la versión unificada en seis temas de larga duración: «Nos queremos«, «Mujer y madre«, «No es fácil«, «La nueva canción«, «Humor amarillo» y «Me han cantado«. Cada tema está compuesto de varias partes yuxtapuestas, sin una estructura lineal. La versión del CD es la versión fragmentada, partida y desorganizada. También es un trabajo más complejo y experimental a nivel compositivo, alternándose hasta el paroxismo los líricos momentos de intimidad, tan característicos de la banda, con los pasajes de caótico y vanguardista delirio instrumental. Es sin duda, un trabajo de escucha más difícil, fruto de un gran ejercicio de vanguardista libertad creativa, sin concesiones a los patrones estándar de la canción indie.
«Nos queremos» es una alabanza a la emocionalidad compartida del grupo de cercanía, una declaración de amor grupal en dos partes, a su vez dividida en múltiples pasajes instrumentales. Apareció inicialmente en un recopilatorio de la revista Plástica. «Mujer y madre» es una intimista canción al amor duradero, con pasajes de gran profundidad lírica y retrogusto folkie minimalista.
«No es fácil«, sobre las dificultades del reconocimiento, consta de cuatro partes con gran protagonismo de la deriva instrumental. «La nueva canción«, de compleja estructura y desarrollo fragmentado, fue el primer tema en presentarse. Reflexiona sobre el fenómeno del hit entre delirios mentales y pasajes sonoros intensos. «Humor amarillo» es un divertido homenaje al famoso programa concurso de Takeshi, recorriendo las diferentes pruebas a través de cortes diversos y locos. Olivia y Raúl Querido meten las voces que narran el desarrollo. Se presentó en formato video con imágenes fragmentadas del programa, realizado por Olivia y Miguel de la Fuente. «Me han cantado», por su parte, es una delirante genialidad de gran altura experimental, repleta de frases crípticas y emocionantes: «Me han tratado mal, y me ha gustado tanto, os quiero tanto«, «Para todos los hombres que han sido los avanzados, la mente disfruta mientras tú intentas dilatarla«, «la música siempre presente«. Un Gúdar esencial.
La versión CD resalta la fragmentación del trabajo al presentar las canciones deconstruidas en sus diversas partes y en orden diverso, de modo que cada parte puede ser escuchada aleatoriamente. La fragmentación característica de este trabajo llega al paroxismo en un añadido «Pasarás de todo megamix«, una caótica mezcla de pistas del disco abrumadoramente superpuestas. En el CD también se incluían «Muerte en Bangkok» del split con Hazte Lapón y «De nada«, aparecida en el recopilatorio «Mar y Montaña».
«Pasarás de Todo» es probablemente el trabajo más experimental, arriesgado y extraño de su biografía, con una gran dificultad para trasladar los temas al directo, pero tuvo una excelente acogida en la parroquia y en la crítica underground.
Los cuatro años que van desde la aparición del «Pasarás de Todo» en 2014, hasta la presentación del siguiente trabajo, «AUF!» (HiJauh-USB?, 2020), en 2018, serían los años dorados de la factoria Hijauh-USB? en el callejón del Passatge Caminal del Poblenou. El Hijauh se convirtió en el gran centro cultural de la escena musical alternativa de Barcelona. Sala de conciertos, red de apoyo de grupos, local de ensayo de numerosas bandas, lugar de encuentro de la escena local más underground, estudio de grabación y sello discográfico exquisito, centro acelerador de ideas, crisol y fábrica de proyectos, referente de la creación colectiva autogestionada, lugar para la fiesta; en Hijauh se respiraba el entusiasmo y la hiperactividad. Fueron también los años en los que, al calor del local de ensayo y el estudio de grabación, explosionaron y se multiplicaron los proyectos musicales personales y paralelos del colectivo y de los miembros de la banda matriz. Olivia Mateu se centrará en Tirana, su exquisito proyecto de pop confesional atormentado y minimalista. Nele Navio, en compañía de Elena y Eloy, lanzará con gran éxito Neleonard, su personal aventura de pop elegante y exquisito, consiguiendo fichar por Elefant y logrando una gran proyección en el universo indie nacional. Por su parte, Eloy alumbraba con su hermana Elisa Hibernales, un delicado ejercicio de poesía musical de intenso lirismo. Bajo la sombra del Hijauh, Elena Comas y Anna Ganglios crearían Die Katapult, un fascinante proyecto de Krautpop electrónico en alemán que acabaría también fichado por Elefant. Y aún otros muchos proyectos como Ran Ran Ran, Las Ruinas, SeñaladaAñade este contenido, Los Ganglios o La Estrella de David, encontrarían hábitat de desarrollo en la factoría Hijauh.
La frenética actividad de programación semanal de directos, fiestas, bolos, colaboraciones, ensayos, grabaciones, edición, agendas múltiples y salidas pasaron cierta factura al proyecto matriz: Gúdar, convertidos ya en leyenda y banda de culto. Con parte de sus miembros centrados en sus propios proyectos, atados al trabajo exigente de atender un espacio en plena efervescencia hiperactiva, y condicionados por las prioridades familiares y laborales, se espaciaron los ensayos, las actuaciones, el trabajo de composición de Albert y la construcción colectiva de las canciones. Aun así, el local del Poblenou, que será la casa común, les brindaba la posibilidad de tocar, ensayar y experimentar cuando quisieran. No dejaron de hacerlo.
El parón creativo dará un vuelco en 2017, cuando se produzca un importante cambio en la formación: Nele, el bajista, un pilar de Gúdar desde sus inicios, ahora centrado en Neleonard y con un proyectado traslado de lugar de residencia, sale de la banda. En su lugar, se incorpora a la formación un verdadero icono de la escena de la música independiente a nivel estatal: Laura Antolín, bajista y cantante de los Doble Pletina. La llegada de Laura supondrá casi de inmediato la reactivación y renovación de Gúdar como proyecto. Albert entra de nuevo en fase creativa y la banda comienza a trabajar en el local los nuevos temas, en los que se empieza a adivinar toda una revolución en la trayectoria de la banda: están naciendo las canciones de un nuevo Gúdar sorprendente y bailable, las canciones del «AUF!».
El 28 de junio de 2018 se lanzaban las canciones del nuevo disco, titulado «AUF!», y saltaba la sorpresa: Gúdar habían hecho un disco de electropop experimental bailable. Una semana después lo presentaban en directo en el Hijauh! Efectivamente, la nueva formación y el nuevo trabajo suponían el advenimiento de una nueva etapa para la banda, con un cambio de registro importante. La incorporación de Laura Antolín al equipo no parece ajena a las transformaciones. Frente al delirio marciano de «Pasarás de Todo», su anterior trabajo, más orgánico y experimental, «AUF!» es un disco mucho más electrónico, más pop, más rítmico y secuenciado, pensado para mover el cuerpo en pista, mucho más luminoso y ondulante. Bajo, percusiones, teclados, secuencias y sintes le ganan la batalla a la guitarra. Con una producción del propio grupo más preciosista y limpia. Atesoran ya mucha experiencia, cada vez tocan y se autoproducen mejor. Sin embargo, «AUF!» tampoco supone una ruptura radical. Temáticamente gira en torno al malestar, al estar mal, y el «nosotros y la música» salvadores; dos constantes de las letras de Albert. Y siguen fieles al juego experimental, a la fragmentación, a la libertad creativa, a la íntima confesionalidad lírica, al minimalismo y a su autenticidad extraterrestre características. Pero en este trabajo se cuelan detalles funkies, patrones del techno, brochazos del house, del electropop y del trip hop, y auténticos homenajes al italodisco, absolutamente novedosos en el universo Gúdar.
«AUF!» es el primer trabajo netamente facturado en el Hijauh USB?. Todas las canciones fueron grabadas, mezcladas y producidas por Gúdar en el local del Poblenou entre noviembre de 2017 y marzo de 2018. La cuidada maquetación y diseño corrió de nuevo a cargo de Olivia Mateu, que replicó la icónica portada del «NEU!» (Brain, 1972) -el disco de la banda alemana de rock experimental homónima, otro referente de los Gúdar- conservando la tipografía original y cambiando tan solo el color. Olivia colaborará también a los coros y teclados en varios temas.
En «Voy«, el tema que abre el disco, se alternan pasajes ambientales minimalistas con tiempos de ritmos electrónicos secuenciados, hipnóticos y obsesivos, para referir inconexas confesiones vitales y dificultades de conexión celular: «¿Alguien tiene wifi?», «¡puta geolocalización!». «Paraÿso» adopta un formato más complejo, con estructuras del rap y el jazz, y ramalazos de electrónica experimental, para contarnos una proclama crítica contra la industria musical y una defensa de la creación independiente: allí donde nacen los paraísos. «El trabajo de mierda nunca nos va a salvar. Solo importa la música. No os la vais a cargar. Solo queréis la pasta.» «Nosotros tenemos la música. Hay un paraíso«: obviamente, el paraíso lleva el nombre del Hijauh. «Nada que temer» es el tema más cercano al repertorio clásico de Gúdar, casi una segunda parte del memorable «Nada que hacer» del Vida Gris. Es el tema más orgánico del disco. Otra dulce nana a la guitarra y las voces a dúo de Albert y Olivia sobre insomnes noches de fiesta interminables y mañaneo. De nuevo el «lo has pasado bien» y el «vamos a seguir«, que ya vendrán los madremías. La alarma salta en «Colega«, una advertencia sobre las adicciones tóxicas y la dificultad del control. La canción está presidida por la contundencia de la secuencia rítmica electrónica, alimentada por las exquisitas líneas melódicas del bajo de Laura, y cubierta por fin con las oleadas hipnóticas de sintes y teclados de Eloy. El ritmo de las hospitalarias pulsaciones cierra la escena. Vuelve el malestar en ese angustioso monólogo doméstico de Albert que es «Estoy igual«, con insatisfacción vital y declaración de amor incluidas. Como la banda sonora de un carrusel, el repetitivo riff de armonio desemboca en una maravillosa orquestación de aromas mediterráneos.
«AUF!» es el tema que da título al disco, el más representativo del cambio estilístico y el que más repercusión ha tenido en el mundillo musical del país. Se trata de un himno directamente concebido para el baile, como deja claro Olivia Tirana en el video que creó para la canción: una sucesión de escenas cinematográficas de baile sincronizadas con el ritmo. Un hipnótico ejercicio de pop electrónico minimalista, repetitivo e irresistible. El cuerpo se mueve solo desde el mismo inicio, con una maravillosa demostración de maestría en el electro dance experimental. Ecos del italodisco, en la voz autotuneada de Albert, de grandes de la lírica experimental electrónica, como Chris and Cosey, del tecno y el house. Mientras, el «auf!», del agobio ante la conciencia de lo que se viene, y el «voy a morir» del no va más existencial, protagonizan el ritmo del relato de Albert. Probablemente se trata de una de las mejores canciones en el repertorio de Gúdar, teniendo desde el momento de su lanzamiento un lugar central en sus directos, como momento de comunión colectivo. El álbum se cierra con «Vamos bien», otro magistral ejercicio de confesional autoayuda envuelto en circularidad hipnótica y repetición rítmica, perfecto para seguir bailando ante el desastre. Puros latidos danzantes despiden el disco.
«AUF!», un disco redondo en su apuesta por la electrónica experimental bailable, supuso todo un giro y revitalización para Gúdar, retomando de nuevo la dinámica de los directos, siempre que lo permitieran las múltiples agendas y deberes, y teniendo una excelente proyección y acogida en el circuito de la música independiente y sus popes. Rodarían las nuevas canciones en directo con la nueva formación en el propio local del Poblenou, en la sala Almo2bar, en el Petit Format de L’Hospitalet, en circuito de cercanía.
Sin embargo, el prometedor futuro que abría para Gúdar la publicación de «AUF!» se vio comprometido por los avatares de la vida. En marzo de 2019 echaba el cierre el mítico local del Hi Jauh de la calleja del Poblenou. Las presiones inmobiliarias, cierto agotamiento interno y los planes de volver al Baix y abrir una sala profesionalmente en L’Hospitalet acabaron con el legendario espacio y hubo que reestructurar los proyectos del colectivo. Abrió efectivamente el Espai Z0W1E de Hospitalet en otoño de 2018, con Albert y Olivia volcados en su gestión y programación, y buena parte de la actividad y conciertos del Hijauh se trasladaron a la nueva sala. En octubre materializarían el traslado con una fiesta Hijauh en la que Gúdar compartió escenario con Les AtxesAñade este contenido, Ran Ran Ran y Black IslandsAñade este contenido. En enero de 2019 tocarían en la Zowie con Betacam y La Estrella de David en la fiesta «Baix Per Tú». El 30 de marzo se sellaba la despedida definitiva del Hijauh de Poblenou con una última fiesta. Toda la actividad del colectivo se trasladaba entonces a la Z0W1E de Hospitalet, tras una importante inversión en equipamiento y con una brillante programación de músicas alternativas. En otoño de 2019 se organizaba una fiesta de colaboración del Hijauh con el exquisito sello independiente andaluz Caballito Records. Como resultado directo de dicha colaboración surgirá la oportunidad para Gúdar de volver a Madrid en noviembre, para compartir escenario en la Sala Maravillas con Pablo Prisma y las PirámidesAñade este contenido. El encuentro con Pablo Prisma y Caballito tendrá su trascendencia, porque de allí nacerá el siguiente proyecto discográfico de la banda. En un ambiente ya enrarecido, ambas bandas volverían a juntarse el 7 de marzo en la fiesta «Let’s Zowie» acompañados por José Ignacio MartorellAñade este contenido. Una semana después llegó la demoledora pandemia, el confinamiento, la proscripción de la música y el cierre de locales. El proyecto de la sala Z0W1E, el Hijauh y las propias perspectivas de futuro de la banda, como toda la escena musical del país, entraron en dique seco. Y añádansele cambios de curro, nuevas maternidades y paternidades y cambios vitales varios. Las interminables juventudes iban, mientras tanto, quedando atrás. Y aun así los Gúdar y el Hijauh, sorteando dificultades y coyunturas adversas, se mantuvieron en activo al ralentí durante confinamientos y nuevas normalidades, componiendo nuevos temas, ensayando cuando se podía y proyectando la próxima entrega. Retomarían el directo junto a Kokoshca en octubre de 2022 en el Espai Z0W1E.
Habría que esperar cinco largos años desde la aparición del «AUF!» hasta que en febrero de 2023 se materializara un nuevo disco de Gúdar. Es el tiempo que usualmente corre entre cada trabajo. El nuevo disco se trataba de un split compartido con Pablo Prima, de críptico nombre «Guerra Haiku» (Caballito Records, 2023), el exquisito sello de La Línea dirigido por el inquieto Santi Caballito. La guerra la pondrían los Gúdar en la cara A, los líricos haikus el madrileño en la B. El disco fue grabado colaborativamente por Gúdar y Pablo Prisma entre julio de 2021 y julio de 2022 y aparecería en febrero de 2023, con colorida portada de comic surrealista del ilustrador y dibujante gallego Berto Fojo.
«Guerra-Haiku» es un disco nacido de la pandemia, y refleja la oscuridad y distopía del momento. En los tres temas de la cara A, Gúdar abandona la electrónica de baile del anterior trabajo y se sumerge, con la vuelta a un sonido más atmosférico, en las negruras del nihilismo y el desconcierto. Albert, Eloy y Pablo Prisma se confinaron juntos tres días en el local y de allí salieron dos canciones compartidas y la energía conjunta para dar a luz el resto de temas del disco. Encontrarían en Caballito Records la plataforma y el apoyo perfecto para materializarlo.
Los Gúdar volvían con este trabajo a la cacharrería sintetizada para generar atmósferas galácticas y lisérgicas plagadas de efectos, brillos, experimentos y delirio. Temáticamente las letras de Albert abordan la devastación y la falta de horizonte, el nihilismo y el desconcierto.
El primer tema, en el que Pablo Prisma colabora, de nombre «1kk«, es un demoledor lamento en forma de himno acerca de la perplejidad ante el sufrimiento constante y sin salida. Vidas castigadas por la complejidad humana, los aprendizajes inadecuados convertidos en adicciones destructivas y la diversidad psíquica problemática. La dificultad de alcanzar cierto grado de estabilidad y sosiego, cierto nivel de comprensión ante el dolor incomprensible. «No entiendo nada de esta vida; esta vida no la entiendo» es el mantra que se repite mientras una cascada de teclados angustiosos y lisérgicos envuelve progresivamente la letanía. La escatología vuelve en «Me hago pipí«, una dulce balada tristísima, apenas acompañada por un teclado y unos paisajes sonoros etéreos sobre la madurez, el paso del tiempo y la falta de control de los esfínteres emocionales. En «La meta» vuelve el uso lisérgico de los sintes y las atmósferas siderales para ilustrar un monólogo interior sobre vidas falsas, replanteamientos vitales y refugios íntimos ante el desastre. La voz de Laura gana protagonismo como contrapunto de Albert en el transcurso de la pieza. Gúdar también acompañará a Pablo Prisma en «Rey de la India«, una fantasía sobre la omnipotencia, exótica y onírica. Los tres temas que la banda presenta en este trabajo compartido apuntan a profundos malestares ligados a las transformaciones, rutinas y renuncias de la madurez. En ellos no hay ya atisbo de los ritmos de baile del «AUF!». Más bien revelan una profundización en las aguas de la psicodelia electrónica, heterodoxa e intimista que es santo y seña de la banda. Mantenían intacta su aura de grupo de culto.
El 7 de octubre de 2023, Pablo Prisma y Gúdar presentaban «Guerra Haiku» en directo en la Z0W1E de Hospitalet en una fiesta conjunta del Hijauh USB? y Caballito Records, junto a Katovit y Estrella FugazAñade este contenido. Una semana después repetirían en el Café La Palma de Madrid, acompañados por KatovitAñade este contenido, en la fiesta de Caballito Records.
Gúdar no se prodiga en directo, nunca lo hizo. Si acaso, en los años dorados del Hijauh del Poblenou. Sin embargo, desde la salida de su último trabajo la banda ha continuado componiendo nuevos temas y actuando de forma esporádica. Desde los conciertos de presentación de «Guerra Haiku» han ofrecido un puñado de actuaciones, siempre fieles a los entornos de la música independiente y underground, como en la Jazz Cava de Vic, o la pequeña gira de otoño de 2024, con paradas en la madrileña Sala El Sol, junto a Los Lagos de Hinault, la Sixtyparty de Cáceres en otoño de 2024, junto a Hazte Lapón y Die Katapult, donde se marcaron una excepcional versión del «Alas de algodón» de Vainica Doble, o la participación en el BIS Concert Series, en la sala Almo2bar de Barcelona, junto a Candela Escobar. En enero de 2025 tocarían junto a Declive, Pyramides y Galgo Diamante en Can Batlló.
El repertorio ofrecido en estas últimas apariciones revela un conjunto sólido y rodado de nuevos temas de la banda que auguran un futuro y esperado trabajo discográfico. Temas como «Avanzar«, «Subid en mí» o «Nada me importa» prometen la vuelta de un Gúdar más luminoso en plena madurez musical, repleto de himnos eternos del malestar en la particular voz de un Albert Espuña en plenas facultades y nuevos paisajes excitantes de electrónica íntima e inclasificable.
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