Eduardo Chirinos llega a Barcelona en el año 2002 desde Lima, entre otras cosas, con unas ganas tremendas de hacer música. Así, entra como bajista en Kitou, grupo arty de rock que tras una larga andadura no consigue tener mayor repercusión y acaba disolviéndose en 2007. Ese mismo año pasa a al bajo del trio de power-pop The Electric Shoes, y es cuando empieza paralelamente a componer sus propias canciones. Así, forma Las Ruinas en el 2007, grabando él mismo algunas maquetas caseras -“Búho Demo” (2007), de la cual se haría eco la propia Rockdelux, “Arco Iris Monocromático” (2007) y “Animales Extintos” (2008)– todas siguiendo la misma línea de instrumentación minimalista y ambiente y letras oscuras.
Ya en 2008 decide apostar a tiempo completo por Las Ruinas, dejando atrás otros proyectos como los Electric Shoes o Violet Lades, del que también formaba parte, y graba una nueva maqueta llamada “Lecciones de Submarinismo” (2008) alejada del minimalismo anterior y elaborando un collage sonoro en forma de diecinueve temas que logran captar la atención de la MondoSonoro y que consiguen ser elegidas como la quinta mejor demo de Cataluña del año.
Tras ello, es hora de hacer una banda como mandan los cánones, y enrola a sus filas a sus amigos Toni López a la batería y Jordi Espinach, también ex-Kitou, al bajo. Con esta formación en diciembre de 2009 entran a grabar “Butano!” (Las Ruinas, 2010) en los estudios Micromaltese de Marco Morgione (bajista de The Linn Youki Project). Tras la grabación de «Butano!», Jordi Espinach deja el grupo para centrarse en su proyecto Liannallull. En su reemplazo entra Jaime Bertrán del grupo Volpina. Con esta formación hacen algunos conciertos mientras preparan nuevos temas en el local de ensayo.
El disco recibe una buena acogida, siendo elegido por la MondoSonoro en el séptimo puesto de discos catalanes en su edición de febrero. Además, las canciones empiezan a ser radiadas en programas especializados como Aplasta tus Gafas de Pasta o Audiomantra de Lima, lo cual supone un plus para la proyección de la banda, que pronto se mete en el ensayo a grabar nuevos temas, de nuevo en Micromaltese, y de nuevo con la misma filosofía: grabar en dos días, en vivo, y sin arreglos posteriores. Esta vez Jaime se encargó de los coros y la masterización se efectuó en el estudio de Yves Roussel.
Así nace «Disco de Autoayuda Para Mutantes» (Siete Señoritas Gritando, 2011). La idea era publicarlo en Bandcamp y en vinilo. Entonces, Marco les propone publicarlo en su nuevo sello, Siete Señoritas Gritando, algo que a la banda le parece un avance respecto a la autoedición del trabajo anterior, saliendo esta segunda entrega en marzo del 2011.
Pronto llaman la atención de El Genio Equivocado y el sello decide reeditar los dos trabajos de la banda en «Las Ruinas» (El Genio Equivocado, 2011). Un año después llega su tercer asalto: «Groarrr!» (El Genio Equivocado, 2012). Catorce nuevas canciones grabadas y mezcladas en los estudios Micromaltese por Marco Morgione (Linn Youki) y masterizadas por Yves Roussel. Cortes sucios y ácidos salpicados por el humor y la electricidad.
Su sonido gana en distorsión y contundencia: «En comparación con los dos anteriores es más cañero, teníamos un grupo de canciones rápidas y ruidosas que ya habíamos estado tocando en directo pero no teníamos grabadas, así que pusimos todo ese material aquí». En cuanto a la producción, transcurre como de costumbre, grabación en vivo y en tan solo dos días, sin arreglos ni dobles guitarras. Su idea es trasladar el sonido en directo al disco. «Las letras oscilan entre el amor, la desilusión, y hay una fuerte dosis de historias de serie B«.
En 2013 entregan las caras B de su tercer LP, «Jenny EP» (El Genio Equivocado, 2013), y su cuarto larga duración «Acidez House» (El Genio Equivocado, 2013). Y un año después, fieles a su autoimposición de entregar un disco al año, llega «Toni Bravo» (El Genio Equivocado, 2014), y un año después «Siesta Mayor» (El Genio Equivocado, 2015).
El 2016 nos trae «100% Maximum Pop» (El Genio Equivocado, 2016). Ese es el estilo musical que dicen que define su música. Y es cierto, lo suyo es conjugar inmediatez, sencillez e intensidad para facturar pildorazos con estribillos pegadizos en los que las letras siguen teniendo un peso importante. Edu Chirinos observa la realidad desde su particular prisma cargado de acidez y un humor punzante. Un año después llega «Latidos Cósmicos» (El Genio Equivocado, 2017).
Actualmente, la banda se encuentra en su etapa más activa, con conciertos cada fin de semana, y haciendo temas nuevos sobre la marcha, los cuales van probando en sus directos.
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