En 1984 tres amigos de San Sebastián, Mikel Erentxun, Diego Vasallo y Juan Ramón Viles, forman una de las bandas a la postre más exitosas de nuestro país, procedente el primero de Los Aristogatos y los otros dos de Los Dalton. Así, como cualquier banda novel, empiezan a tocar en distintos cafés y pequeñas salas por poco o nada dinero, con un estilo rockabilly muy original y alejado del manido rock radical vasco imperante en la época (curiosamente compartirían manager con Kortatu). Se hacían llamar Duncan Dhu, como un personaje de “Las Aventuras de David Balfour (Secuestrado)” (1886) de Robert Louis Stevenson, un jefe de un clan escocés que había fascinado a Mikel por aquel entonces.
Sería GASA la que les diera la alternativa, permitiéndoles editar sus dos primeras canciones –«Mi Amor» y una versión de «Bésame mucho»- en el doble LP de nuevos grupos «La Última Alternativa» (GASA, 1985). Ese mismo año grababan su primer disco, “Por Tierras Escocesas” (GASA, 1985), un delicioso mini-LP de pequeñas joyas acústicas, rockabilly clásico, cadencias sosegantes y metales desvergonzados provisto de un estupendo single como «Casablanca». Un buenísimo punto de partida, sin duda.
Tan sólo un año después editaban “Canciones” (GASA, 1986), de nuevo producido por Paco Trinidad y consiguiendo, además de superar la nada desdeñable cifra de 175.000 copias, probablemente su disco cumbre, cualitativamente hablando. Un disco de detalles, genuino, de sonidos desnudos que contiene auténticos himnos como “Cien gaviotas” o “Esos ojos negros”, pero que es sustentando por tapados como «No puedo evitar», «Sueño escocés» o «La vieja escuela».
Al año siguiente, la consagración llega en forma de “El Grito del Tiempo” (GASA, 1987), vendiendo 400.000 copias. Con este disco, en el que por cierto Duncan Dhu no graba la instumentación, sino que corre a cargo de músicos de estudio como Luis Lozano o Enrique Mateu de Villavicencio, la banda toca el cielo en popularidad, incluso en Latinoamérica, pero se encorseta y pierde alma a partes iguales. Puede que el sonido desnudo de artificios que atesoraban en sus orígenes estuviera caduco, pero este álbum adelanta una cuesta abajo y sin frenos en la trayectoria de la formación, que no en público, bastante fiel durante toda su carrera.
Sea como fuere, las tensiones comienzan a aparecer en el seno de la banda con la profesionalización, y el trío pasa a ser dúo con la marcha del batería, al cual enseñaron la puerta pero paradójicamente invitaron a que participara en el aspecto empresarial, algo que rechazó. “Acabé en los juzgados. La relación desvarió”, recordaba Viles recientemente.
Tras un disco “limitado” de 50.000 copias de rarezas y Caras B denominado “Grabaciones Olvidadas” (GASA, 1989), se edita “Autobiografía” (GASA, 1989), un doble LP tan extenso que sin duda podría haber sido sometido a un filtrado previo. Y es que por mucho que sus fans más incondicionales lo reivindiquen como obra incomprendida, no se pueden grabar menos de cuarenta canciones y editar treinta (y dos de ellas, colocadas en el “Grabaciones Olvidadas”). El álbum contiene colaboraciones de lujo como las de Colin Vearncombe (Black) y Sam Brown, entre otras, y fue nominado a los Grammy en el apartado latino. Esto les otorga una proyección internacional bastante seria para lo que por estos lares se maneja, ayudado por la inclusión de un par de temas en la banda sonora de “Dick Tracy” (Warren Beatty, 1990). El disco se edita en lugares tan variopintos como EEUU, Bélgica, Holanda o Japón. Del álbum cabe destacar que por fin Diego se atreve a cantar algunas de sus propias letras por primera vez.
Tras una gira de más de 100 conciertos por España, y de actuaciones internacionales como la participación en el Festival de Non en Suiza, o en París junto a Lloyd Cole y Big Audio Dynamite, el dúo comienza a enfrentarse a proyectos personales. Así, Mikel escribe “Hojas secas” para Miguel Bosé y debuta como actor en la comedia «El Anónimo…¡Vaya Papelón!» (1990) de Alfonso Arandia, mientras que Diego debuta en solitario con su Cabaret Pop. Pero Duncan Dhu vuelve de nuevo a la escena con aires renovados en “Supernova” (GASA, 1991), un disco que recicla el sonido de la formación hacia ritmos funky orientados a la pista de baile, con escasa fortuna y continuación.
Sin embargo, su prestigio internacional sigue en crescendo: ese mismo año son invitados a los Music Awards en Londres y al año siguiente viajan a Nueva York con la SGAE para participar en el New Music Seminar en representación española junto a Luz Casal en el Central Park. Muy destacable es el concierto que ese mismo año ofrecen en la EXPO’92 de Sevilla ante más de 125.000 personas, algo histórico para un grupo español.
Los caminos en solitario tanto de Mikel como de Diego les iban distanciando cada vez más, y los rumores de separación no cesan ante la no salida de un disco. Tendría que ser en 1994 que se editara “Piedras” (GASA, 1994), posiblemente el peor disco de la formación, más obvio y repelente. La banda había tocado fondo y seguramente de ello mismo se dieran cuenta más que nadie sus responsables, celebrando y editando un directo de 10º Aniversario / Despedida en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián en 1995, –«Teatro Victoria Eugenia» (GASA, 1995)-.
Desde entonces Mikel y Diego se han centrado en sus carreras en solitario y artísticas. También Viles haría lo propio, bastante tiempo después. Además, como todo grupo relevante que se precie, el número de recopilatorios y discos relacionados no cesa. El primero de ellos fue “Colección 1985-1998” (GASA, 1998).
La sorpresa saltaba en 2001, reuniéndose la formación, sin Viles, eso sí, para sacar un último trabajo de estudio como Duncan Dhu, «Crepúsculo» (GASA, 2001). De resultados desiguales, si que gozó de cierta repercusión y gira que se precie. Venía acompañado de un segundo disco llamado «Crudités» en el que hasta se permitían el lujo de crear nuevas canciones.
En 2005, y con motivo de su vigésimo aniversario, se lanza un disco homenaje con participación de diversos grupos del entramado comercial, como los renacidos Hombres G, Revólver, Despistaos, El Canto del Loco, Álex Ubago, La Oreja de Van Gogh, entre otros. Además editan un disco –«20 Años de Canciones» (GASA, 2005)– con los grandes éxitos, complementado con un CD de maquetas, directos, etc. así como un DVD con videoclips y actuaciones en televisión.
«Si The Police se van a reunir otra vez, por qué no Duncan Dhu», comenta Juan Ramón Viles, con motivo de la publicación de «Duncan Dhu. Crónica de un Éxito (1984/89)» a fecha de 2006, un libro que cuenta con el apoyo de la SGAE y con distribución en Latinoamérica.
Pues el tiempo dirá.
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