Cuarteto asturiano nacido en plena efervescencia del llamado Xixon Sound (absurda etiqueta que aglutinaba grupos tan dispares como los propios Medication con Australian Blonde, Manta Ray, Yelowfinn, Eliminator Jr y cualquier otro grupo que hiciese ruido, cantase en inglés y viniese de esa ciudad aún con coordenadas estilísticas de lo más dispares).
Entre sus principales referentes podemos encontrar a The Fall o a la Velvet Underground (o más bien a los seguidores de la propia Velvet, cosa bastante habitual en los miméticos años 90). Buscaban una especie de canciones basadas en repeticiones propias del rock alemán, revestidas de ruido a lo The Jesus and Mary Chain, aunque en muchas de ellas (sobre todo en el primero de sus dos EP) latía un corazoncito pop que les hacía distanciarse, para bien, de sus contemporáneos.
Ensayaban en el mismo local que Penélope Trip, y a partir del año 1992 comienzan a tocar de forma más habitual. Sus conciertos eran caos de ruido, repeticiones, alargar las canciones hasta el límite de lo soportable… todo lo que podía esperarse de un grupo que peleaba a la contra por ser reconocido entre el marasmo de bandas que nacían y morían a diario en el subsuelo del rock independiente español.
Llegaron a adquirir una fama bastante considerable y un gran respeto del sector crítico y del escaso público de los primeros 90. De hecho eran una de las grandes esperanzas del indie.
Y esto con tan sólo dos EP publicados, el «Medication» (Acuarela, 1993), y el «Medication 2» (Acuarela, 1994). Su sello anuncia el larga duración para el año 1996, pero aunque su salida es comentada en varias ocasiones, el grupo alarga hasta lo indecible la grabación, y se separa con el disco a punto de ser terminado de grabar.
Un ejemplo perfecto de cómo eran las cosas, para bien y para mal, en aquel momento de nuestra música.
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