Aparentemente no hay ninguna razón para que este efímero grupo, que desarrolló su carrera discográfica entre 1962 y 1963 aparezca citado en casi todas las historias del pop español. Y sin embargo, aparece. Esto es debido a los nombres emblemáticos que dieron sus primeros pasos en él. Lo primero que ya a finales de los 50 llamó la atención de esta orquestina es que estuviese encabezada por una mujer: Maryní Callejo, que años después sería la productora más influyente del panorama patrio, tutelando la carrera de Los Brincos, Fórmula V y tantos otros. Pero entonces, Maryni acababa de terminar sus estudios de piano en el Conservatorio de Madrid e intentaba abrirse camino, formando una orquestina de música ligera. Junto a ella, Eduardo Polo (guitarra), Jorge Moreno (batería), Manuel Sánchez (saxo) y los hermanos gemelos Carlos (cantante) y Enrique García (contrabajo). Aquel Carlos García pasaría a la historia como una de las principales voces de los 60 con el nombre artístico de Tito Mora.
Pronto se convierten en amenizadores de las fiestas madrileñas más copetudas: Club de Tenis, Club de Hípica, fiestas privadas y algún baile en salas de juventud eran su territorio. Se hacen asiduos de las emisoras de radio que en aquella época se prodigan en programas cara al público. Practican una música melódica con mucho juego vocal al estilo más almibarado y sus acompañamientos no son nada estridentes. Vaya, son el arquetipo de los buenos chicos de familia bien de la época. Pero donde dan la nota es grabando temas publicitarios para radio y televisión, llegando a registrar la música de más de cien anuncios en cuatro años.
En 1961 los dos gemelos son reclamados en defensa de su bandera para hacer la mili y son sustituidos por un muchacho de Gijón, recién aterrizado en Madrid, llamado José Luis García (cantante) y el bajista Joaquín –Quim– Laria. De discos, nada de nada hasta que a principios de 1962 la casa Zafiro se interesa por contratarles y hacen su debut en el microsurco con una peculiar versión de “El Porrompompero”, un tema grabado en primera instancia por El Príncipe Gitano y subido a los altares de la música nacional por Manolo Escobar. En ese mismo disco, aparece una versión en español del clásico de Henry Mancini: “Moon river”.
Ese mismo año de 1962 Los Brujos sacan a la venta hasta cuatro EP y en ellos lo único destacable es lo bien que canta su solista José Luis. Las prestaciones vocales del grupo les hacen participar y llegar a la final en Benidorm con la canción “Quisiera”, que obtendría el segundo puesto… el primer premio de aquella edición fue para un prometedor muchacho llamado Raphael.
Como las cosas les habían rodado estupendamente en aquel evento entre lo musical y lo turístico. Zafiro aprovechó el tirón para que el grupo grabase dos EP con canciones sacadas de aquel festival, que fueron editados simultáneamente. Tras aquellas grabaciones el saxofonista Manuel Sánchez abandonará el grupo.
En 1963 van a publicar su quinto EP con el hit italiano “Ojos negros, cielo azul” en el mascarón de proa. La lenta, pero seria ascensión de Los Brujos va a verse rota de cuajo. Más de una discográfica le ha echado el ojo a su cantante y ese mismo año, José Luis García va a cambiarse el nombre por el de Luis Gardey con el que cosechará importantes éxitos durante toda la década. Maryni Callejo casi va a deshacer el grupo, que finalmente se convertirá en Los 4 Brujos,y será únicamente un grupo vocal. Solo Joaquín y ella participarán en esta segunda aventura, que pronto tocará a su fin, pues Maryni Callejo comenzará a producir y dirigir grupos y su primer trabajo será nada menos que con Los Brincos, a los que convertirá en unos meses en el principal conjunto español. Por su parte Quim Laria muchos años después fundaría la Radio Topolino Orquesta.
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