Iñigo Garcés –Cabezafuego-, inquieto multiinstrumentista puede acreditar haber militado en un buen número de bandas: Mermaid, Basque Country Pharaons, Jugos Lixiviados, Royal Canal, Black Lagun, Separatistas, Half Foot Outside, Atom Rhumba, Bizardunak… En todas ellas contribuía, además de con sus capacidades musicales (como bajista, acordeonista, percusionista, teclista, guitarrista) con un marcado carácter transgresor e inconformista.
Pero no fue hasta 2013 que comienza a plantearse en serio la posibilidad de lanzarse en un proyecto en solitario: «Había canciones, sabía que tenía que tirar del carro yo sólo«. Adopta el nombre de Cabezafuego, simple traducción del Firehead con el que se había dado a conocer con Mermaid: «Fue un cambio lógico, y un apodo que no empezó como artístico, sino como dirección de correo electrónico fácil de recordar«.
Ya se había encargado de cantar en algunos de esos grupos, pero es sólo ahora que se reserva dicha responsabilidad como única ocupación. Tiene claro además el porqué de su decisión: «Me rodeé de gente tan buena, que era estúpido tocar ningún instrumento… de hecho, ¡ni cantar tenía que haber intentado!«. Y es que uno de los ases que se guarda en la manga es la larga lista de colaboradores, amigos más concretamente, que le van a echar una mano con el trabajo de debut: la guitarra de Joseba Irazoki (Atom Rhumba, Nacho Vegas, Duncan Dhu) o la de Germán Carrascosa (Sonny & The Sunsets, Bananas, Lorena Álvarez y Su Banda Municipal); las baterías de Nacho Beltrán (Atom Rhumba) o de Felix Buff (Willis Drummond, Duncan Dhu) y el bajo de Chechu Brainloster (Mermaid, Green Manalishi).
Los convoca en los estudios Color Hits, puestos en funcionamiento por él mismo con nombre en homenaje a Josetxo Ezponda (Los Bichos) en Villava (Navarra) entre jueves y sábado santo de 2014. En lo que tuvo mucho de reunión de viejos compañeros, se grabaron los temas que conformaron el «Camina Conmigo» (Folc, 2014).
Trabajo de debut en el que se muestra como cantautor de un pop-folk psicodélico y surrealista, confeccionando canciones libres de cualquier atadura estilística, cuyas letras oscilan entre la ironía, la nostalgia y la mala baba, aunque Cabezafuego no parece querer concederles excesiva relevancia. Recuerda dónde se inició en las composiciones de sus historias: «Empecé en Basque Country Pharaons, pero eran letras muy chorras, para hacer el tonto… No sé, quiero decir cosas y las digo, que suenen ‘entendibles’, no quiero hablar de la cuadratura del círculo«.
Como contaba al programa de radio «Ruta 130», Íñigo concibe el disco con muchos arreglos, con una estructura de sinfín de detalles que aunque no coartasen la aportación de cada uno de los colaboradores si les sugería cierto patrón por donde discurrir.
«Somos amigos, nos queremos y respetamos nuestras carreras, así de fácil y así de complicado«, responde Íñigo al ser preguntado acerca de la elección de sello para la edición de un disco para el que tenía elegido nombre mucho antes de terminarlo: Se apoyó en la película de David Lynch, «Twin Peaks: Fire Walk With Me« (1992), compuesta a partir de la serie de televisión de nombre similar, con la que el director estadounidense relataba la historia previa de la protagonista Laura Palmer.
La presentación del disco en directo no representa problema alguno a quien se crece ante el público, a pesar de no contar con aquellos con los que lo grabó. Cuando está en escena solo, puede aparecer como hombre orquesta guitarra eléctrica en mano «y un invento que me hicieron que puedo tocar el bombo y la caja pero de pie, es muy divertido«. También se hace acompañar para formar trío de percusiones, guitarra y violín… «Unos Dirty Three a la navarra«, o bien en formato «ragtime, tuba, banjo, violín, washboard y tambores«.
De alguna de estas guisas se le pudo ver desde comienzo de septiembre de 2014 por localidades navarras y vascas, así como su paso por el Rock Palace de Madrid y el Monkey Week de El Puerto de Santa María (Cádiz) a comienzos de octubre.
Habría más noticias suyas en forma de disco cuando editó «Somos Droga» (Color Hits / Autsider Comics, 2017), un auténtico órdago, no ya en lo musical, ya que sigue la misma línea deliciosamente desquiciada de su trabajo anterior, sino en el acompañamiento en forma de libreto lleno de comics con lo que le acompañaba. En la empresa gráfica recibe la ayuda, desde Olaff de Los Caballos de Dusseldorf para la portada, como de una nutrida lista de viejos conocidos suyos como Mauro Entrialgo, Víctor Coyote, Jorge Parras, Don Rogelio …
En su nueva entrega continuaba transitando por la senda de una deliciosa psicodelia, aparentemente desquiciada, tanto por la combinación de elementos y sonidos de muy diferente clase, como por la utilización de insospechadas letras, ácidas y mordaces en ocasiones y de una inesperada dulzura en otras. Igualmente bien acompañado por amigos cercanos (y no sólo geográficamente, ya que se trata de navarros en su casi totalidad) para las cuestiones de voces y de piano, teclado o guitarra, Cabezafuego volvía a dar muestra de una capacidad envidiable para facturar discos personales e intrasferibles.
El 15 de febrero de 2019 se desplazó a Madrid para acompañar sobre el escenario a Mohama Saz con motivo de la presentación de su tercer disco.
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