Guiller Momonje

Guiller Momonje

Compartir:

Incansable artista total, cantante, músico, productor y creador de un universo enteramente personal

A tenor de la trayectoria que ha seguido, uno diría que la constante en la carrera de Guillermo Monje es la de componer y grabar incansable y compulsivamente. Itinerante como ha estado, la localización y condiciones de trabajo tampoco han supuesto nunca freno a su iniciativa. Ejemplo de lo que podría definirse como artista total, ha probado con palos bien diferentes manteniendo siempre en su obra una mezcla de lo que podría ser aparente ingenuidad, surrealismo y una disparatada convicción de hacer las cosas a su modo, por raro que eso pueda parecer al resto.

Empezaría allá por el 1983 con Kombulsiones SA, el dúo que formase con su hermano Mariano cuando vivía con su familia en Santiago de Compostela. Querencias afterpunk que terminarían por denominar con un nuevo nombre, Los Monje. Mariano se encargaba de la guitarra y Guillermo empezaba ya a apañarse con lo que encontraba para montar una batería: «Bidón de gasolina de plástico, la maleta y los muelles de un flexo a modo de platillos«. Con el fichaje de dos amigos, Adrián y Nacho (Cuadros Malvendidos), que aportaban guitarra y un bajo, respectivamente, surgiría en 1986, Efecto Pogo, en el que ya contaría con una batería normal mientras el hermano se limitaba a cantar. Post punk, pop, algo de ska y versiones de Dead Kennedys o Plasmatics fueron los argumentos de la banda, que le valdrían para telonear a Radio Océano y para salir unas cuantas veces en la recién inaugurada televisión autonómica gallega.

Es ese mismo año, 1986, en el que comienza a grabar cosas en solitario, cambiándose el nombre además a modo de scratch de hip-hop: Guiller Momonje. En concreto parece que una versión de «Surfin’ bird» elaborada con «guitarra distorsionada y ármonica dedicado a la leche con galletas» es el primer tema que grabó.

Tras un breve paso por Getxo (Vizcaya) en el que continúan las actividades musicales rupestres: «grabaciones caseras en solitario con la guitarra y a grabar algún blues en idioma inventado sobre una base de ruido de onda corta de un transistor que andaba por casa«, en 1987 llega a Villaviciosa de Odón (Madrid). Allí en sus cintas entra una macedonia de rap, música africana, discos al revés, punk, sevillanas cantadas en gallego, rumbas, versiones imposibles y un largo etcetera que no duda en calificar como «puras aberraciones (…) Todo rozando el horterismo y lo desagradable como forma de catarsis conmigo mismo y asombro o desagrado del oyente amigo o familiar«.

Una amiga común le presenta a Murky López (Pretty Fuck Luck, Grimorio, Patrullero Mancuso, Los Caballos de Dusseldorf), que tocaba por entonces en Los Calambres con Jaime Godino. Tras pasar por casa del primero para escuchar su colección de discos de The Cramps, decide montar con él un dúo, Villavil. Con la colaboración de Eva García (Pretty Fuck Luck, Solex) llegarían a grabar unas 7 cintas entre 1988 y 1990 donde cabía rockabilly, rancheras, tangos, psicodelia, instrumentales retrofuturistas, rock and roll sideral, garage…. La última de ellas, que contiene material con la calidad suficiente como para plantearse una futura edición en disco, se registraría en Telesound, el estudio de Tele, batería de Triana.

Es precisamente en Villaviciosa de Odón, con Telesound como marco de grabaciones y entre el núcleo de amigos que rodean al sello Alehop! (con Eva y Murky como responsables directos) en el que nacería el que quizás sea su grupo con mayor solidez: Patrullero Mancuso. En su formación participarían Murky, Guiller Momonje y los hermano Godino, Jaime y Manuel.

El primer trabajo del grupo sería el EP «Vacío» (Munster, 1990), funcionando a partir de entonces con una inevitable simbiosis entre los grupos que tenían sus componentes en paralelo: bien de la última época de Villavil, las composiciones demasiado pop de Pretty Fuck Luck en el caso de Murky o las composiciones del propio Guille.Así temas como «No estar«, «Adictos al gazpacho«, «Qué poquita cosa» o parte del «Torremolinos«, dispersos por el repertorio de Patrullero son en realidad descartes de su producción en solitario.

Por el contrario, la vertiente más rockabilly de lo que iba componiendo con el equipo de sonido de Willy Cortázar, tío y padrino de Guiller y pianista de Julio Iglesias entre los año 1969 y 1974, iría engrosando el capital musical de su vertiente como solista.

También simultanearía toda esta actividad con la pertenencia a Papagayos, el dúo que formase con José, hermano de Eva, con el que se centraría en hip-hop, funky y aproximaciones a Philip Glass.

Su primer trabajo en solitario: «Guiller Momonje» (Alehop! , 1996), exponente de su amor por «el glam, la psicodelia, el rockabilly y la música italiana» sería registrado entre el 1992 y 1995 con un cuatro pistas que le prestaron los componentes de La Secta. Se grabó en localidades tan diferentes como Villaviciosa, Marbella y Getxo.

Y es que en 1991, tras el disco «Vacío» de Patrullero Mancuso, Guiller volvería al País Vasco por una temporada. Con miembros de dicha formación bilbaína fundaría ? (banda con una interrogante por nombre) que aportaría el tema «No T.V.» al recopilatorio «Munster Dance Hall Favorites Vol. V» (Munster, 1992).

En Getxo además entraría a formar parte en Yogur, banda formada en 1993 y en la que figurarían, entre otros, miembros en el futuro de Atom Rhumba. Guiller, que se encargaba de uno de los teclados cuenta de los problemas de sus cambios de domicilio: «Yo ensayaba los conciertos y las grabaciones en casa solo con cintas que me enviaban, pues al poco de formarse el grupo, regresé a Madrid a vivir y sólo me juntaba con ellos, directamente, para grabar o para tocar«.

De igual manera durante su estancia en tierras vizcaínas, que se extendió hasta la grabación del «¡Viva Bonito!» (Munster, 1994) de Patrullero Mancuso, la actividad de esta banda se desarrolla durante las visitas de Guiller a Villaviciosa.

Precisamente el empujón definitivo para su proyecto en solitario se lo daría la oferta de Alejo Alberdi (Derribos Arias) para poder utilizar libremente su miniestudio de cuatro pistas: «Ahí se me abrió otro mundo de posibilidades a la hora de grabar» nos confiesa Guiller.

Incansable en su búsqueda por asociaciones con otros artistas, Guiller encontrará entonces en Nuria Huélamo –Laluli– uno de los emparejamientos musicales más estables. Hermana de Germán, del fanzine Consomé Royal y uno de los ilustradores que colaboraba en el universo gráfico tan personal de Alehop!, Laluli pertenecía al trío Ciento Volando. Dotada de una voz que la convertía en «el delfín humano capaz de romper vasos Duracel con un leve chillido«, una amiga común les sugiere trabajar juntos como dúo tras oir la versión que ella había hecho de un tema de Simor & Garfunkel, «April come she will«, que se incluiría más tarde en el recopilatorio «La Cagarruta Sónica» (Alehop!, 1997).

En ese mismo disco Guiller participaría también como Momonje y su Conjunto con el tema «Cuentos de amor en un avión» y en el seno de Eko Sisters, un trío formado junto a Olaf Ladousse (Solex, Los Caballos de Dusseldorf), Óscar (Imperial Surfers) con los que llegaría a tocar en directo compartiendo cartel con Tav Falco y Demolition Doll Rods.

La esquizofrenia en su pluriempleo musical se había puesto de manifiesto un año antes con la edición de «Momonje y Laluli / Guiller Momonje y Su Conjunto» (Alehop!, 1996), un compartido de los dos proyectos en activo en ese momento de Guiller. Así, el disco traía por una cara el debut del tándem «a lo Pimpinela, a lo Chico y Chica, como Lee y Nancy, Sergio y Estíbaliz o Dolly Parton y Porter Wagoner» con clara orientación country y por el otro, las canciones grabadas con Momonje como voz y guitarra, su hermano Juan (luego en Solex) a la trompeta, Fernando a las teclas (como ya había hecho en el «¡Viva Bonito» de Patrullero Mancuso) y el Capitán Entresijos a la batería. Éste era, con la posible sustitución a la batería por parte de Murky o Cristina (Undershakers) el acompañamiento más estable que tenía Momonje antes de asociarse con Laluli. Para su debut en directo, sin embargo, la banda la compusieron los dos hermanos Momonje, Ernesto González (Pribata Idaho, Grupo Salvaje) al bajo y Curry (Pribata Idaho) a la batería.

La pareja Laluli-Momonje participaría en «Mondo Velcro» (Nana, 1998), un EP compartido con unas cuantas bandas más con el tema «Orient X press«; el «Operación Bikini» (Subterfuge, 1999) con «The summer of the donuts and txakoli«.

Con su conjunto firmó «Como un ángel«, una canción que aunque no aparece en la película, sí pertenece a la banda sonora «Freak Town (B.S.O. from «The Killer Barbies» (Subterfuge, 1996).

Como Guiller Momonje incluyó «El paseo del lagarto«, tema de una maqueta que casi edita en CD el sello Triquinoise, en «Spicnic En No-Mundo – Homenaje a Tim Burton» (Spitnic, 1997) y «La oración«, versión de Desechables en «Destruye y Mata» (Munster, 1999).

Todas estas participaciones en trabajos de otros sellos nos hace plantearle la cuestión de si, en el fondo, una obra como la suya hubiera podido encontrar acomodo en otra filosofía diferente a la de Alehop!: «Lo de Alehop! era cosa de amistad. Recuerdo que Carlos Subtefurge me ofreció grabar con él, pero me dio pereza tener que comprometerme o tomármelo más en serio. ¡Quién sabe lo que podría haber pasado. De todas formas Alehop! es el sello más molón del mundo, seguro que si no hubiese conocido a mis amigos, sería el sello en el que hubiera querido grabar«.

El disco que editaría algunos años más tarde se centra exclusivamente en Laluli y él. «Momonje y Laluli» (Alehop!, 1999) sería una edición muy especial, con un libreto fanzine con tebeos ilustrando las historias de vaqueros y pescadores de las canciones. Cuatro artistas gráficas, de total confianza de la banda y afines a la filosofía Alehop! participaban en él.

Aunque sus actuaciones en directo fueron muchas menos que las que realizó en el seno de Patrullero Mancuso, reconoce que «Los 90 fueron un no parar«. Recuerda haber teloneado a El Vez, Subsonics o Bob Log III.

Finalmente la actividad con Laluli terminaría por acabarse: «No decidimos nada, simplemente, no volvimos a quedar para ensayar, ni grabar, ni teníamos conciertos a la vista«. Además Guillermo se va a vivir a Gijón en 2001.

Incapaz de concederse respiro alguno, ha estado como miembro de la banda de acompañamiento de los primeros discos en solitario de Ibon Errazkin (Le Mans, Single) tocando la batería. En ellos, también tocarían sus amigos de Alehop!: Olaf, Murky y en el segundo .

También ha hecho de productor en numerosas ocasiones, participando directamente en trabajos de Capitán Entresijos, Jugos Lixiviados, Solex y temas de diferentes bandas (Piolines por ejemplo) que participaron en «La Cagarruta Sónica» (Alehop!, 1997).

No deja por ello de componer y seguir tocando («una o dos veces al año«). De hecho cuando se nos ocurre preguntarle si ha parado su trayectoria musical, se revuelve y responde: «Momonje es un proyecto siempre vivo, es parte importante de mi vida y se acabará cuando crie malvas ¿Está claro?«. Como el agua.

Va almacenando material para lo que espera sea un LP: «Lo que grabo desde que vivo en Gijón es lo que hubiese hecho, en parte, de seguir Patrullero«. Lo define como una especie de pop indefinido con toques country, de psicodelia, cosmic rock, barroco y exótica. Para ello cuenta con la ayuda de una serie de amigos, como los que conforman Las Muelas del Juicio Final, una banda que le acompaña cuando toca: Scattini (Cuarteto Bendición) al bajo, Mar Álvarez (Pauline en la Playa, Undershakers, Petit Pop) a la batería y Joan Vich (Frankien Booties, Joston, Single) al Korg MS 20. Arropado con dicho conjunto se le ha podido ver en actuaciones en la televisión del Principado de Asturias o en un vídeo que se exhibió en la FNAC de Madrid interpretando «Luna» del poeta Ángel Guache.

De sus entregas más recientes tenemos la participación en «La Legaña Sinfónica» (Alehop!, 2003) con «Veni con noi» y la inclusión de «Amor de perro galáctico» de su repertorio en solitario y el «Búfalo» del single de Momonje y Laluli en «Animals» (Gramaciones Grabofónicas / Walden / Glitter End / Maravillosos Ruidos / Cofradía de la Pirueta, 2012), una banda sonora que incluía una gran cantidad de bandas como Chiquita y Chatarra, Los Claveles, Montañas, Los Ginkas, etc..

Quienes no conocen al artista pudieron interpretar el largo silencio que siguió a estas últimas ediciones como muestras evidentes del final de su carrera musical. Sin embargo lo que Giller tenía entre manos era la cocción lenta y sin prisas de lo que sería su debut en LP. Para el mismo concibió una especie de collage cósmico construido a partir de pequeños retazos recopilados desde muy atrás, un procedimiento que, por otro lado, lleva realizando desde los años 90. «En este disco lo he llevado al límite construyendo alguna a partir de improvisaciones grabadas por varios músicos en sus respectivas casas y encargándome de añadirle lo mío y de darle sentido al conjunto. En este sentido he llegado a introducir en una de las canciones una grabación de 1983 del primer grupo punk que tuvimos mi hermano Mariano y yo : Kombulsiones SA«, nos cuenta. El resultado tiene con ello un marcado toque de atemporalidad.

Incorporando canciones compuestas justo al parar Patrullero Mancuso, entre 2000 y 2001, y una vez instalado definitivamente en Gijón, diferentes retales elaborados entre 2005 y 2017 reunió material suficiente para lo que terminaría siendo «Retorno a Titán» (Walden, 2017).

No trabajó en estricta soledad, ya que se apoyó en la colaboración de amigos que, o bien le mandaban sus contribuciones por WhatsApp o las grababan en visitas a domicilio. Igualmente aprovechó improvisaciones de familiares y hasta de sus alumnos de percusión, a los que grabó maniobrando con platos, xilófonos o baterías. Hasta su hijo, pequeño entonces, aparece cantando.

Utilizó luego con todo ello el cuatro pistas de cinta de cassette que le regaló David Rodríguez (La Estrella de David, Beef, La Bien Querida): «Quería darles una pátina de antigüedad y suciedad, y de paso añadirle alguna voz, arreglo instrumental o alguna de las grabaciones hechas con el móvil«.

Finalmente todo tiene un indudable hilo conductor marcado por lo cósmico y espacial, pero el mismo Guiller cuenta cómo en un principio, esto no iba a ser así: «El concepto del disco iba a ser una dualidad entre la cocina y el espacio, de hecho escribí alguna canción dedicada a la cocina, el disco se titularía Gastronomía y Gastrofísica, pero las canciones dedicadas al cosmos fueron ganando hasta abandonar esa idea«. Para el título se dejó llevar por la sugerencia de su padre, apasionado de Mahler y de su Sinfonía nº 1, a la que llamaban precisamente «Titán».

Es cierto que hay detalles de música clásica, pero igualmente se distingue free jazz (jazz espacial a lo Sun Ra puntualiza el artista), barroco sicodélico, country como el que hacía con Laluli, aires tenebrosos, robóticos, de lisergia marciana o sencillamente de serie de dibujos animados.

El debut en LP lo editó Discos Walden, atento siempre a todo lo que se coció alrededor de Patrullero Mancuso, el sello Alehop y demás creaciones de aquella troupé de amigos surgidos de Villaviciosa de Odón. Y precisamente con uno de ellos, Godino, fue con el que se hizo acompañar el 16 de diciembre de 2017 en la madrileña sala TrashCan para presentarlo.

 

Álbumes:

Larga duración:

Retorno a Titán

2017

Este «Retorno a Titán» de tiene un tanto de viaje en el tiempo, y no precisamente porque su temática de...

Corta duración:

Momonje y Laluli

1999

La tercera entrega de Guiller Momonje, la segunda con Laluli, es una pequeña obra de arte en su diseño y...

Momonje y Laluli / Guiller Momonje y Su Conjunto

1996

Si en su primera entrega se le veía ansioso por mostrar cuatro posibles aristas de su universo musical personal, en...

Guiller Momonje

1994

El debut en vinilo de recoje producción de entre los años 1992 y 1995, con grabaciones realizadas hasta en tres...

Recopilatorios y directos:
No existen álbumes de recopilatorios y directos relacionados a este grupo.
Reediciones:
No existen álbumes de reediciones relacionados a este grupo.

Grupos:

Lleva toda una vida dedicada al activismo...
Villavil pertenece a la protohistoria de proyectos...
En algunas ocasiones, de donde menos se...
Los comienzos musicales del Capitán Entresijos se...
Si se suponía que los 90 iban...
Es mucha la experiencia que atesora Fela...

Comentarios

Dejar un comentario

El registro no es requerido


Comentando aceptas la Política de Privacidad

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.