Bom Bom Chip fue un grupo infantil que desató el fenómeno fan entre los niños de la época con edades comprendidas entre los 10 y 15 años. Como cualquier otro grupo de fans, cada uno de ellos proyectaba una imágen estudiadamente diferente, creando un conglomerado de perfiles bastante tipificados. Así, Rebeca Macos Morales, la más peque del grupo, era la más coqueta; Cristina Hervás Boti era la más eléctrica y marchosa; Estela Sala Cebrián, la sensible y amiga de los animales; Sergio Martín Flecken, el guaperas y que, al igual que Rebeca, antes de formar parte del grupo ya trabajaba en publicidad como modelo de ropa infantil; José Luis Cid de Rivera Kuiperdal, el más mayor de todos con sus catorce años, y de madre de las Antillas Holandesas, ponía la nota más exótica y el toque gracioso.
Sin embargo, lo que hizo especial a este grupo fue sobre todo el gran acierto que supuso el primero de sus trabajos grabados, el álbum «Toma, Toma y Toma» (WEA, 1992), que además de alcanzar un considerable éxito de ventas llegando a ser disco de platino, recogía con tino un puñazo de buenas canciones, sorpresivamente para ser un disco orientado a un público infantil. También es cierto que a los mayores nos puede gustar más por todos los guiños ochenteros que destila, versiones de «Groenlandia» de los Zombies, «Abracadabra» de Dinarama y «Corazón de tiza» de Radio Futura, incluidas. Sea como fuere, un buen disco con canciones más que escuchables para todos los públicos y que hace preguntarse quién se encontraba detrás del mismo.
La respuesta es que detrás se encontraban Mariano Lozano, programador de distintas formaciones de diverso calado, desde Los Ensayos a Esclarecidos pasando por Duncan Dhu y Mecano, y César Sala (Chop Suey), célebre por ser el compositor la película «Mi Vida sin mí» (2003), dirigida por Isabel Coixet, trabajo por el cual ganaría un Goya.
Repetir la fórmula del éxito se antojaba difícil, aún asi fueron capaces de lanzar dos discos más, «No Somos Renacuajos» (WEA, 1993), -que incluye su tema más conocido: «Toma mucha fruta», un hit que hacía apología de la fruta y que llegó a estar varias semanas en las listas de venta españolas, y «Helado Para Astronautas» (WEA, 1994), ambos sin llegar al nivel de su trabajo de debut, pero salpicados de buenas canciones, como la gran «Miércoles» en el primero y las versiones de «Chas y aparezco a tu lado» de Álex & Christina y «No me enseñen la lección» de Mecano, en el segundo.
Antes de despedirse de los fans protagonizaban la película «El Niño Invisible» (Rafael Moleón, 1995), de la que se publicó una banda sonora compuesta por un grande éxitos de la formación y algún tema inédito, como «Canción de Navidad» o «No te olvidaré», esta última compuesta por compuesta por David Summers (Hombres G).
A finales de ese año -1995- el grupo se disuelve y sus fans quedaban desconsolados. Algunos, ya crecidos en años (como un servidor), no los olvidan, hasta el punto de encontrar en internet un grito desesperado: «Dijeron un día en el programa que hacía antes Mª Teresa Campos en la 1ª TVE,que no iban a dejar el grupo,que aunque se hicieran mayores el grupo seguiría pero con canciones más acordes con sus edades». Pero no fué así -tampoco creo que tuvieran mucho que elegir- por lo que Bom Bom Chip decía adiós engrosando la lista de grupos infantiles, conformada por nombres ilustres como Parchís. Rebeca y Sergio continuarían ligados al mundo artístico, apareciendo en series de televisión y en algunas películas.
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