En el mundillo de la música pop existe un término, One Hit Wonder, para designar a las canciones el único (gran) éxito de un artista o grupo determinado. No es raro encontrar artistas que, de hecho, concentran su carrera alrededor de ese éxito, pero lo duro viene cuando el autor o intérprete acaba convirtiéndose esclavo de su propia fama. De un modo u otro, The Refrescos han pasado a la historia de nuestra música popular, a grandes rasgos, por un único gran éxito, «Aquí no hay playa«, y que de hecho fue su primer sencillo publicado.
Sin embargo, la historia de The Refrescos se había iniciado unos años antes. El grupo se formó en Madrid en 1984 con un estilo orientado al ska, formado por Juan Ramón Pardo –Pardini– (guitarra), Máximo J. Vázquez –Bernárdez– (voz), Bul Bul (batería) y Alberto J. Oyarbide –Albertín Sobórnez– (bajo). Incluyeron la nombrada canción en una maqueta grabada en 1986. La buena acogida que tuvo hizo que diversas discográficas se ofrecieran a editar su primer álbum, hasta que el grupo finalmente se decanta por PolyGram Ibérica, rama de Polydor. El álbum se edita en 1989 y «The Refrescos» (PolyGram, 1989). Este LP incluía, entre otras canciones, la mencionada «Aquí no hay playa«, que se convierte en un bombazo inmediato, pues es divertida, pegadiza y bailable. Antes hablaba del concepto de one hit wonder, pero además hay que añadir otro más popular en el país, el de «canción del verano», que disputó aquel año con otras tantas, como el «Loco mía» de Loco Mía (otro one hit wonder, por cierto). Del álbum se extrajeron otros sencillos, como «Mentiras» o «Maripili«, que también tuvieron éxito pero nada comparable a la de aquella primera canción.
De esta manera, el grupo pasó del total anonimato a ser conocidos por todo el mundo, con lo que tuvieron que ponerse las pilas para no perder ese tren. Por ello, al año siguiente ya están sacando disco nuevo, «Kings of Chunda Chunda» (PolyGram, 1990), promocionado con la canción «Todo, nada«, que tiene de nuevo una buena recepción pero ya muy lejos del de su debut. Su tercer LP, «Simpatía por el Débil» (PolyGram, 1991), no gusta en la casa discográfica y se inicia un enfrentamiento entre grupo y sello que termina con una pobre distribución del álbum y la carta de libertad para The Refrescos. Para muchos, la carrera de la banda termina aquí, pero aún les quedaban unos cuantos años en activo.
Desde su tercer LP hasta el siguiente, «¿A Qué Piso Va??» (Magna music, 1996), los miembros se dedican a otros proyectos. Bul Bul y Sobórnez abandonan el grupo y fundan Los Petersellers, aunque ya ninguno de ellos forma parte tampoco de esta banda; Sobórnez pasó a Superagente 86 hasta su disolución en 2005. Por su parte, el líder y cantante de The Refrescos, Bernárdez, hace diversas apariciones en televisión, como presentando el espacio televisivo de Los 40, por ejemplo. Para la grabación de ese cuarto álbum solo queda él de la formación original, contando ahora, entre otros, con Nacho Mastretta. The Refrescos rompe tratos con el sello tan solo unos días después de la edición del disco y eso contribuye a su nula repercusión. Tres años más tarde, de nuevo con distintos acompañantes, sale el split «Xacobeo 99» (Xunta de Galicia / 2001, 1999), compartido con la banda Astarot e íntegramente interpretado en gallego. En él incluyen una versión de su canción más popular, convenientemente retitulada «Aqui si hai praia«. De este peculiar modo se cerraba la historia de The Refrescos con la misma canción con la que empezó todo, pues ese mismo año se ponía punto y final a su andadura. Tras ello, Bernárdez -ahora Bernardo- estuvo implicado en diversos proyectos, musicales o no, y en lo que nos atañe montó un nuevo grupo, The Gambas, con los que editó su primer disco en 2009. Muchos vieron en The Gambas un remedo de los mismos The Refrescos y, dado que no fue mala la acogida, algunos años después se reactiva el proyecto original editando, coincidiendo con le 25º del lanzamiento de su debut, el CD «Sal y Sol» (RockCD, 2014)Añade este contenido, así como una nueva versión -otra más- de su maravilloso éxito.
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