Cuna de bandas claves en la escena punk de los 80 como Kortatu, Vómito o Anti-Régimen, también fue en Irún donde surgieron Baldin Bada, uno de los grupos que adoptaron con mayor acierto aires de ska-punk combinados con elementos autóctonos vascos. Integrantes de una corriente que probablemente se abriera desde Vitoria con Hertzainak y su Euskadi Tropical y por la que circularon Potato y Korroskada, que tuvo continuación en los ritmos skatalíticos y las cuñas de música tradicional de los mismos Kortatu y en los experimentos de fusión que intentaran en su versión más rudimentaria el dúo Tarratada (más conocidas como Trikipunk), Baldin Bada encontraron cómo ensamblar de manera inmejorable el arin-arin con el ska. En una Euskadi que se debatía entre la trikititxa y el punk, el txistu y la telecaster, las raíces ancestrales y la ruptura insolente con el pasado que proponía el género importado desde el Reino Unido, hubo quienes encontraron en esta simbiosis elementos complementarios e intercambiables con los que distinguir el rock radical de escenas musicales del resto de la Península. Pero la música de Baldin Bada no se estancaría en estos primeros escarceos, y aunque siempre mantuvo un pie en ambientes jamaicanos, evolucionó por derroteros muy diferentes a lo largo de una trayectoria de algo más de diez años.
El germen de la banda es Oihana, un grupo de verbena formado por jóvenes que llegó a aparecer un par de veces en Euskal Telebista pero cuyo afán no era otro sino terminar de pagar sus instrumentos y poder dedicarse a otro tipo de música. Pablo Susperregui –Katu– era por entonces su técnico de sonido. Responsable además de la grabación de las primeras maquetas de paisanos como Vómito y Kortatu, tuvo oportunidad de primera mano de comprobar de qué iba todo aquello del ska-hardcore de los hermanos Muguruza: “Era la primera vez que oía algo parecido, todo lo que conocía era algunos acordes de reggae en Itoiz. Al escuchar a Kortatu ¡ostias! Me empecé a interesar por el ska y pillé a Specials, Madness y otros del mismo estilo. Nuestros vecinos de Irún fueron los que nos metieron el ska y ahora nos lo pasamos increíblemente tocándolo”, contaba emocionado el verano de 1986 a la revista Muskaria.
Finalmente Katu quedaría atrapado en la dinámica de la banda llegando a convertirse en un miembro de la misma. De hecho, su incorporación provoca la metamorfosis definitiva que llevaría a la formación de Baldin Bada. Traía de su paso por el servicio militar una serie de temas compuestos que encontrarían el marco musical en sus nuevos compañeros de grupo. Deciden bautizarse a partir de uno de esos primeros temas, en el que aparecía una expresión que utilizaban entre ellos como broma: “Un conocido cuando llevaba unas copas encima solía decir ‘¡CaguenDios! Ahal baldin bada’ (Me cago en Dios, si es que hay)”.
Esta primerísima formación del 1984 tiene a Dani Riaño a la guitarra, Kandi Fernández a los teclados, Roberto Hermoso a la batería, Katu a la guitarra y el micro como cantante y Santi Ruiz, sustituido por Edorta en el periodo de mili del primero, al bajo.
Tras algún intento previo fallido, graban en el estudio Patatín Patatán, que no es sino su local de ensayo “Baldin Bada de risas”, utilizando un cassete de pletina de Treku Armendariz, la maqueta “Gernika Kokakola” (1985) y un poco después en noviembre, “Skakeatzen” (1985). Temas todos ellos en euskera, con la única excepción de “Madero”, en los que la contundencia punk combinaba con maneras de rock duro, acompañado en ocasiones de teclados, y una fuerte base de ska, reflejada incluso en la portada de la misma “Skakeatzen”.
La inclusión de temas de apego directo a la tierra pasa incluso por incorporar una versión del “Gernikako arbola”, auténtico himno para muchos vascos, en un modo similar de crítica al que ya utilizara Hertzainak en sus primeras canciones: “Es el reto de meterse con una canción sagrada. Es un ataque a toda la marranería del PNV y para todo aquel sector reaccionario que ahora pide la independencia y cuando la obtenga utilizarían las mismas formas de represión aunque en lugar de policías nacionales sean txapelgorris, los que pegan los palos”. Y es que en la misma línea de provocación directa, el grupo compone su protesta ante las fuerzas de seguridad, ya fueran nacionales (en “Madero” que en la maqueta tenía los consiguientes aires aflamencados con los que poner tierra de por medio con toda conexión del Norte) o autonómicas (con “Txapelgorri”). De esta última contaba Katu: “La compuse (…) al ver en la tele la de ostias que daban en una mani, quedé flipado. Se creía que iban a ser majos y mira”.
La banda no ocultó nunca su motivación a la hora de componer su música: “Es una forma de combate para los jóvenes, ya no se está metido en un billar gastando dinero a lo tonto. Yo por medio de la música hago mi lucha como otro tira una piedra en una mani”, contaba Dani. Katu también aclara qué inspiraba sus letras: “Lo que pasaba a nuestro alrededor. Si ves que a tu alrededor no hay más que represión, pues hablamos de ello”.
Las maquetas compondrían el cuerpo principal del que se terminó nutriendo el primer LP de la banda: “Lur Azpian Bukatuko Duzue” (Soñua, 1986). Quedarían fuera sólo dos temas que encontraron acomodo sin embargo más tarde en discos posteriores y se sustituyeron por “Diputazio”, sobrecogedora en su dureza, teclado y coros incluso Oi!, e “Ibilaldia” un auténtico hit en su momento que acertaba en la combinación ya mencionada de raíces vascas y aires jamaicanos. El origen de la canción parece estar en un encargo de los responsables de la promoción de las ikastolas públicas a Kortatu para un disco compartido, que estos no pudieron realizar pero que ofrecieron sin embargo a sus paisanos de Baldín Bada. “Estábamos Shanti y yo en Moscú escuchando a un grupo de verbena tocando un arin-arin. Nos quedamos mirándonos mutuamente y exclamamos: ‘ Fíjate, aquí entra el ska que flipas. Como Kandi y Dani dominan la acordeón fue sencillo llevarlo a la práctica. Si observas está compuesta de tres partes: la del arin arin, la del ska y otra cañera apoyada en la guitarra que es la última influencia que tenemos y es por donde vamos a seguir” contaban entonces a Muskaria. La canción bajo el nombre de “Zirt-zart” vería la luz en “86 Ibilaldia” (Elkar, 1986), un disco en el que participaban Oskorri y Xabier Amuriza.
El disco vio la luz en Soñua, que no encontró los mismos reparos que algunos otros que habían escuchado la cinta enviada por la banda: “La diputación de Guipuzcoa sacaba un disco con grupos de la provincia, mandamos una maqueta y aunque por lo visto daba el nivel, no nos cogieron por el contenido político”. La grabación definitiva se realizó en los estudios Elkar, por entonces en Lasarte (Guipuzcoa). El resultado final habla de un disco en el que hay mucho más que simple ska. A la componente jamaicana evidente se le une muchísima dureza, con temas contundentes tanto en la letra como en la música, instrumento más de lucha como marca su misma portada.
El estreno en directo de Baldín Bada tuvo lugar en el pub Ilargi de Irún, aunque su primer concierto con un equipo de música decente fue el que dieron en el frontón Uranzu de la misma localidad. Desde entonces fueron habituales en eventos y festivales como los celebrados en 1985 en Tudela junto a Kortatu, el de protesta contra la OTAN de San Sebastián de 1986 junto a Madarikatuak, Txomorro y A.H.V., así como en diferentes fiestas Martxa eta Borroka: Irún en 1985 con La Polla Records, Anti-Régimen o Vómito Social o el de San Sebastián en 1986 en la presentación de los discos de La Polla Records y Kortatu. Los de Irún también compartirían cartel con Potato, en abril de 1986 en Alegi (Guipuzcoa), o con Barricada, en el frontón Uranzu.
Aunque reacios a veces a admitirlo, la mayoría de los componentes tenía una formación musical bastante sólida, consolidada desde la época de la escuela. Quizá por ello pudieron acometer con igual facilidad primero la adaptación de elementos de las raíces vascas y luego una evolución hacia vertientes bien diferentes. El primer paso de dicha evolución fue su segundo LP, “Baldin Bada” (Oihuka, 1990), para el que ya habían sufrido su primera sustitución, la de Roberto por Mattin, batería de la primerísima formación de Kortatu, y la reducción a formato de cuarteto tras la salida de Kandi. La incorporación tuvo su reflejo en la música de la banda: “Este batería es un tanto extraño, tiene una forma especial de tocar y bastante rodaje (…) Es una ayuda muy grande para nosotros y aporta nuevas ideas al grupo” comentaba en entrevista Kandi. Grupo de miras amplias a la hora de recibir influencias, se rebelaban ante la imposición de etiquetas fijas para su música: “Nos tienen por skatalíticos y no es eso, hacemos lo que nos gusta, lo tocamos, hemos evolucionado en calidad de los temas”, respondía el teclista. De alguna manera y refrendando la conexión entre los aires siberianos de Gasteiz con los vientos moscovitas de la plaza Urdanibia de Irún, Baldín Bada parecían estar experimentando una reacción similar a la que vivieron los vitorianos Korroskada tras su rotundo éxito “Torero”. Ahora bien, si a aquellos la guitarra heavy-rock de Goar Iñurrieta les sacó de golpe de toda conexión jamaicana, Baldin Bada tardó poco en mostrar su capacidad en otros terrenos sin abandonar del todo sus tropicalidades. Y es que con su nueva entrega, se reafirmaban en coordenadas de rock contundente, sinuosas en la oscuridad de cortes como en “Antton” la canción dedicada al desafortunado encuentro del batería primero de Delirium Tremens y luego Potrotaino con policías de paisano. Probablemente uno de sus mejores discos que tenía temas con estructura de himnos, de épica, que con corazón de intimismo se empapaban de ska y que termina con un martillo arrollador que es “Mosku”: “Dime tú madero por qué hay tanto caballo aquí en Mosku / Dime tu madero, quién lo ha traído sino tú”. Junto al LP se editarían varios sencillos como acompañamiento.
Baldin Bada tocaría por entonces en Iparralde (País Vasco francés) en un par de ocasiones y con Soziedad Alkoholika y los ya mencionados Delirium Tremens en diciembre de 1990 en Arrasate (Guipuzcoa).
Para la grabación de “Lurralde Kolpatuak” (Oihuka, 1991), realizada de nuevo en Elkar, la banda cuenta ya con un nuevo batería, ya que a Mattin lo ha sustituido Iban, que también tocaba con Jabier Muguruza. El nuevo trabajo, que recuperaba los temas “Xoxo beltz bat” y “Txapelgorri” de sus maquetas, les sirve sin embargo para infiltrarse de lleno en ambientes hardcore mestizos dando cabida a su vena afro-jamaicana de siempre. Habla Katu de un amplio abanico de posibles influencias que les llevara por esas vías: Toy Dolls, Living Colour, Weather Report, Fishbone… En entrevista a la revista El Tubo en junio de 1996 comentaban que éste era precisamente el disco que marcaba la nueva línea que seguía el grupo con nuevas influencias.
Línea que afianzarían con su nueva entrega, “Erraien Iraultza” (Esan Ozenki, 1995), que definían sin problema en la misma entrevista como «no acto para los mass media«. El que sería su último disco hasta la fecha, en el que recuperan los teclados de Kandi, tiene algo trabajo de madurez definitivo. Probablemente sea el más ecléctico, con una marcada densidad propia casi de rock progresivo, de guitarras contundentes…, aunque Katu duda que sea necesariamente el que más conforme los deja (“algo que se podría aplicar a cualquiera de los discos cuando los sacamos”). Lo grabaron en los nuevos estudios Elkar ya en San Sebastián con Oskar sustituyendo a Dani a la guitarra y manteniendo a César Ibarretxe como técnico de sonido al igual que en sus trabajos anteriores.
Amigos de la experimentación, “Erraien Iraultza” incluía un tema, «Isilka Misilka» compuesto a base de frases hechas consultadas en un diccionario en euskera, el de Joseba Gereño: «Al gustarnos la sonoridad de las palabras y darnos cuenta de las posibilidades que daban esas frases, las utilizamos para hacer un texto con un significado concreto (pensando en un tema reggae)«. Declaraban asimismo haberse percatado posteriormente que ese mismo procedimiento lo habían seguido los componentes de Danba. Ante la disyuntiva de descartar el tema o tener que explicar el porqué de las similitudes en la composición, prefirieron mantenerla: «Hay que admitir que en esta historia lo que importan son los contenidos de los textos y estos, está claro que no dicen lo mismo«.
Con el disco se producía además el cambio de sello. Ellos explicaban las razones: «El mejor entendimiento con la gente de Esan Osenki y sobre todo el ver más claro su funcionamiento interno como casa de discos nos animó a tomas esa decisión«.
Tras actuaciones como las de Iparralde con B.A.P., Kapten Egurrak en abril de 1994, en Oriatzun en octubre de 1995 en un festival en el que también estaban Anestesia, E.H. Sukarra, Lin Ton Taun, Su Ta GarAñade este contenido Negu Gorriak, Banda Bassotti, Ama SayAñade este contenido …., el homenaje a Victor de Vómito en Irún en 1995 y el Festival pro-Insumisión en marzo de 1996, la banda decide parar en diciembre de ese año.
Para el verano de 2015 se produce la reedición de sus dos maquetas de 1985 en el vinilo «Maquetak 1985» (VomitoPunkRock, 2015), un trabajo que aprovechaba para hacer un recorrido escrito a su trayectoria junto a recuerdos desde el entorno de la banda. Asimismo su aparición con motivo de la repetición de la primera edición del festival Arantza Rock en agosto de 2015 con una formación compuesta por Santi, Kandi, Iban, Oskar, Dani y Katu los ha vuelto a traer a la actualidad.
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