Bajo el nombre de Parade se encuentra Antonio Galvañ, un profesor de música de Yecla amante del pop y la fantasía que ha publicado cinco discos en más de diez años de carrera. Parade es uno de esos proyectos que se nutren de una mitología propia llena de referencias. De hecho, es casi una odisea conseguir descubrir todas las citas a libros, películas, personajes y músicos que aparecen en sus canciones.
La discográfica Spicnic lo fichó para publicar su primer disco, «Parade» (Spicnic, 1998), con el que se ganó a la audiencia indie gracias al hit «Metaluna», una canción que enganchó en seguida, basada en la película de ciencia ficción «Regreso a la Tierra» (1955) de Joseph M. Newman. «Metaluna» fue, además, la canción titular del que es el único EP que ha publicado hasta la fecha, el singular «Metaluna» (Spicnic, 1999).
La continuación no se hizo esperar, y «Consecuencias de un Mal Uso de la Electricidad» (Spicnic, 2000) nos descubrió a un Antonio Galvañ inspirado, con un sonido mucho más rico y chispeante. A pesar de no ser su mejor disco, sí que es uno de los más aclamados, quizá por ser el más directo y pop y gracias a temazos como «Mi erizo y yo» o «Niño zombi».
Pero la verdadera revolución de Parade llegó con «Inteligencia Artificial» (Spicnic, 2003), en el que Antonio Galvañ rebaja la electrónica para centrarse en el piano, abordando géneros clásicos como el pasodoble, con ritmos antiguos que hablan de la Guerra Fría y del fin del mundo. Desde entonces, empieza a ser visto con otros ojos. Aunque no necesitara demostrarlo, Antonio Galvañ dejó a muchos con la boca abierta con su talento y su maestría con las teclas.
En 2006 presentaba el preciosista y melancólico «Todas las Estrellas» (Spinic, 2006), que continuaba por la senda abierta por «Inteligencia Artificial», predominando el uso de instrumentación real y manteniendo la temática Parade.
Tras el parón de Spicnic, Parade quedó sin discográfica. Auténtico culo inquieto, Antonio Galvañ decidió grabar algunas de sus canciones en un formato más experimental y regalar el resultado en su blog, bajo el nombre de «Parade Como el Jovencito Frankenstein» (2007). Con la ayuda de sus grupos favoritos, de los que recorta y pega al más puro estilo Avalanches, renueva sus propios clásicos, como «Metaluna», «Area 51 (del corazón)» o «Sin Eduardo». Antonio Galvañ confiesa de qué grupos ha sacado todo el material para ello: Chad & Jeremy, The Mamas & The Papas, Lucio Battisti, Robert Gordo y Young Marble Giants. Una rareza que merece ser escuchada, sin duda.
Mientras, Jabalina cerraba el trato con Parade para publicar «La Fortaleza de la Soledad» (Jabalina, 2009). Además, en 2010, sale a la venta «Intonarumore» (Jabalina, 2010), la colección definitiva de la obra de Parade, en la que por fin Antonio Galvañ consigue publicar una recopilación de sus años en Spicnic. Tan solo un año más tarde, publica «Materia Oscura» (Jabalina, 2011), que supone una vuelta al pop más luminoso y a las letras más siniestras.
En 2013 entrega «Amor y Ruido» (Jabalina, 2013), un trabajo que confirma el viraje orgánico de Antonio: «La intención global de Antonio Galvañ a la hora de grabar y dar forma a sus nuevas composiciones fue hacer un disco partiendo del canon clásico de canción. Inspiradas en esencia por el clasicismo de los últimos sesenta y setenta del siglo XX, pero no limitándose a la influencia anglosajona sino también a la europea, principalmente italiana y francesa«.
Tres años después llega «Demasiado Humano» (Jabalina, 2016)… «Un tratado de cómo pervertir a la máquina con una cualidad humana o crear un disco de música electrónica POP sin que las composiciones que lo integran puedan parecer frías o distantes». En 2018 entrega el EP «1987» (Jabalina, 2018).
Además de sus discos como Parade, cabe destacar la labor de Antonio Galvañ como músico, colaborador y productor. Entre lo más reseñable se encuentra su colaboración con Fernando Márquez El Zurdo, con el que publicó un EP de versiones bajo el nombre de Los Fantasmas del Paraíso, la preciosa canción, «Miércoles», que grabó con Iluminados, su labor como pianista en el debut de Ibon Errazkin, «Ibon Errazkin» (Elefant, 2000) o la participación en dos de los grandes discos de los últimos años, el mágico «Pío Pío» (Elefant, 2006) de Single y «Retumbarama» (Spicnic, 2010), el debut de Los Ginkas.
Comentarios