“Ay, qué pena me da, que se me ha muerto el canario…” Este estribillo, como bien se sabe, arrasó por todo el país a mediados de los 90. Sus autores, No Me Pises Que Llevo Chanclas, no eran unos recién llegados. Ellos – tal y como le ocurrió pocos años después a Los del Río con su “Macarena”- ya tenían unos cuantos álbumes editados y que además ya habían gozado de éxito desde su debut, si bien es cierto que nada a un nivel tan masivo. Con todo, “Canario” supuso el único acercamiento de mucha gente a la obra chanclera, y la excesiva difusión de esta canción hizo que tuvieran suficiente del grupo para siempre. Por ello merece la pena señalar que no se trata de un “one hit wonder” y que la discografía de estos sevillanos es más extensa y, si cabe, divertida que esta canción.
Esta multitudinaria banda se formó en Los Palacios (Sevilla) en 1986 por un grupo de amigos cuando, en una noche de jarana, descubrieron su compenetración y potencial musical. El que ya fueran amigos se remarca por el hecho de que cada vez que alguien, por los motivos que fuesen, abandonaba la formación, no era reemplazado; simplemente permanecía el resto del núcleo -con excepción de Paco Machuca, el guitarrista, que por necesidad perentoria su hueco fue ocupado por Andrés Herrera (más adelante en los Triana nominales)-. A pesar de esto, si queda bien claro que hay personas concretas al frente del proyecto. Estas serían Pepe Begines y Salvador Romero, autores de casi toda letra y música, respectivamente.
Su debut sobre un escenario se produjo en un cuasi improvisado concierto en Utrera el verano de 1988 -según contaron ellos mismos en una entrevista de la época en el diario El País, el nombre lo decidieron escasos minutos antes de iniciar su actuación- y al año siguiente ya editaban su primer LP, “No Me Pises Que Llevo Chanclas” (Mano Negra, 1989). En él presentan su concepto musical, el agropó, que puede definirse simplemente como un pop-rock al que se le añaden puntualmente otros géneros -principalmente blues y en menor medida reggae, amén de elementos de la música popular del lugar, tales como la copla o las sevillanas – cuyo centro de interés radica en las letras humorísticas que narran escenas, situaciones y personajes costumbristas desde una perspectiva provinciana, llana y sencilla. Su actuación en un popular programa de la televisión autonómica andaluza presentado por Emilio Aragón les supuso el lanzamiento masivo en Andalucía, convirtiéndose en el grupo más vendedor en dicha comunidad. A partir de ahí fueron ganando adeptos y ventas a cada nuevo disco, hasta que se produce el salto final a una multinacional. Ahí es donde lanzan “Canario”, incluida en el disco “Perdonen las Disculpas” (CBS / Sony, 1994), que acabó siendo la canción del verano del año y, bueno, todo lo que ya saben.
Los Chanclas no revalidaron ese éxito pero siguieron manteniendo una fiel legión de seguidores. Pero con el paso del tiempo se van produciendo abandonos hasta que en los albores del nuevo milenio, el grupo da por finiquitada su trayectoria tras el lanzamiento de “Con Chanclas y a lo Loco” (Horus, 2000). En esos años, Paco Machuca se une a La Otra Banda, Salvador monta Dorsal Fin y Pepe Begines inicia su trayectoria en solitario. Sin embargo, en mayor parte el contacto no se pierde y tras pensarlo muchas veces, una propuesta de Discos Senador (Mano Negra es un subsello suyo) les anima a retomar el grupo casi una década después. No todos los antiguos componentes vuelven al reencuentro y esta nueva edición chanclera participan Pepe Begines a cante, su hermano Álvaro a la guitarra, Pepe Lineros a la batería y el mencionado Salvador al bajo. El resultado de este retorno puede verse en su disco “Superhéroe Agropó” (Senador, 2009).
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