Tras tres discos con un progresivo aumento de éxito y audiencia, No Me Pises Que Llevo Chanclas dan el salto de Mano Negra, subdivisión pop de Discos Senador, a la multinacional Sony. Por lo demás, nada nuevo bajo el sol, excepto nuevas canciones, nuevos éxitos y nuevas risas.
La estrella del álbum es «Japón«, que está ahí, todo lejos, y, bueno, ¿qué les voy a contar de Japón? Pues Begines nos cuenta un tópico tras otro, la imagen vulgar e ignorante del país y que sirve, bien enfilado como está, para firmar un enorme chiste. Para ello se decantan por una estructura blues, que usan en diversas ocasiones en el álbum, junto al tango de, cómo no, «Tango estropeao«, el reggae de «Loco» o el rock, algo más duro de lo habitual, de «Aguántate un rato». Otro montón de tópicos sirven para retratar al «Hypylon«, que quiere paz, sí, pero también un buen plato de papa con carne.
De este modo, Los Chanclas siguen con su juerga particular en ascenso, algo menos cohesionado que en sus discos de Mano Negra, pero de forma efectiva. Aún así, no podían esperar lo que les aguardaba un par de años después con un pajarito…