Continúan No Me Pises Que Llevo Chanclas por su ya inconfundible senda cargada de humor y acompañada con el éxito, especialmente notable, cómo no, en Andalucía. No se aprecia ni desgaste ni se pierde un ápice de humor, aunque tampoco novedad alguna.
Así, siguen con sus escenas costumbristas, como la queja del amante de la infiel en «Pa eso soy tu querío«, las peripecias del pequeño rufián de barrio llamado «Manué Sanche Sanche» a ritmo de reggae o el vacile sobre dos ruedas en «El amoto«. A fin de cuentas, a esto también le cantaban The Beach Boys en «Little Honda«, ¿no?
De nuevo, una destaca especialmente sobre las demás: «No veo ná«, cantada en primera persona en voz del típico borracho hasta las cejas que al llegar a casa es sorprendido por su parienta y suelta entonces la clásica retahíla de excusas baratas para intentar justificarse, a cada cual más lamentable. Que no, que «lo que pasa es que estoy intosicao y tengo los ojo colorao«. La excusa que todos hemos usado. Brillante, finalmente.
En resumen, ningún aporte relevante, continuismo en todos los aspectos pero con algunas canciones fantásticas.