En la segunda mitad de la década de los 60, además de los grandes sellos, los medianos sellos y los subsellos dependientes de otros más importantes, existieron varias etiquetas que ejercieron de francotiradores en el entonces boyante negocio discográfico. Palobal, Tempo, Sesión y algún otro intentaron hacerse con un lugar al sol dentro del competitivo sector del vinilo. Con recursos mucho menores, apostaron por nuevos grupos y por unos gastos de producción, distribución y promoción muy ajustados. No vendieron mucho, es cierto; pero su pequeñez les permitía cubrir gastos con ventas de unos cientos de ejemplares. Este sueño independiente duraría hasta los primeros años 70 en que cerraron o fueron absorbidos por empresas de mayor presupuesto, demostrando aquello de que el pez grande se come al chico.
Uno de estos sellos fue Sayton, afincado en Barcelona. Comenzaron a trabajar en 1967 y de salida, además de por voces solistas, apostaron por tres grupos: Los Bríos, Los Zooms y Los Comodines, a los que más tarde se unirían Los No en un regreso que no funcionaría. De todos ellos, los más vendedores fueron Los Comodines, que durante 1968 y 1969 editarían varios discos. No se trataba de covers al uso, sino de versiones bastante personales de éxitos foráneos con la incrustación de algunos temas propios.
Los Comodines fueron un sexteto con músicos procedentes de Manresa y Lleida, fundado en 1966, bregado en salas de baile y que incluía varios instrumentistas de viento que le daban un aire de originalidad. Desarrollarían la mayor parte de su carrera en tierras ilerdenses.
Su primer contrato lo consiguieron en el diminuto Happyband, otro microscópico sello que no acabó de despegar. Sus componentes fueron Manuel Font (saxo, clarinete, flauta y violín), Jaume Oró (cantante y guitarra), Javier Llamas (batería), Miguel de los Santos (guitarra) y los hermanos Juan (órgano y trompeta) y Florencio Truyas (bajo y trompeta).
El primer disco que pusieron a girar fue un EP, “Los Comodines” (Happyband, 1967). Se muestran como un conjunto con querencia hacia la canción melódica y la música ligera. Ya en Sayton, debutarían con un disco de buenas versiones de. Bee Gees, Tom Jones, Engelbert Humperdinck y Bobby Goldsboro. “Palabras / Dalila / Honey / Cuando me Enamoro” (Sayton, 1968) funcionó bien dentro de la relativa modestia de su producción y eso propició nuevas grabaciones.
Su mejor año sería 1969 en el que editarían un tercer EP y tres singles más, entre los que destacan especialmente “Lo Tienes que Adivinar / Puedo / ¡Qué Sensación! / My Little Lady” (Sayton, 1969) y “Mil Millas de Sueños / Las Oscuras Golondrinas” (Sayton, 1969). El grupo evolucionó hacia el pop y el folk rock. Abandonó un tanto el seguro de las versiones para grabar sus propios temas, en los que los instrumentos de viento siempre estaban presentes. También ese año pasaron con más pena que gloria por el Festival de Benidorm con dos temas realmente flojos.
Tras algún cambio sobre la formación original, Los Comodines echan el cierre en 1973. Ese mismo año Diresa se hace con el catálogo Sayton, publicando el LP “Qué Sensación!” (Diresa, 1973), que recogía doce de los temas anteriormente grabados por este conjunto, pero que ya no aporta ninguna novedad discográfica.
Varios de sus componentes formarían algún tiempo después Slalom, que en 1977 grabaría un LP en catalán para el sello Ariola. Por su parte, Jaime, el cantante de Los Comodines, sería uno de los vocalistas de la mítica Orquesta Maravella.
En suma, una de esas bandas de competentes obreros de la música, a los que lafonoteca con todo respeto y admiración rescata del olvido.
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