Durante los años 60 no existía ciudad, barrio o pueblo español en el que no existiera un conjunto; sin embargo, Barcelona y alrededores se llevaban la palma en cuanto a número de formaciones, llegando a contar con varios centenares de conjuntos más o menos profesionales. De ese caldo de cultivo van a surgir muchos de los grandes nombres de la época: Los Mustang, Los Sirex, Lone Star, Los Salvajes… Junto a ellos, una interesantísima segunda fila que es preciso recobrar dada su calidad. Entre ellos, Los Go-Go, un conjunto que se formó en el barrio de Saint Gervasi con músicos procedentes de otras formaciones. Este grupo estuvo integrado por Jordi Pérez Querol (cantante), Fernando Gascó (guitarra solista), Albert –Tito– Mitjans (batería), Jordi Serra (guitarra rítmica) y José Valero (bajo). Ellos se conocen de antes e incluso han actuado alguna vez juntos, pero no será hasta finales de 1964 en que formalicen su asociación musical. Ensayan habitualmente en los locales del Ateneo de Saint Gervasi y actúan en fiestas de su barrio y en el Club La Choza, que estaba en la calle Diputación. También hacen alguna aparición en el mítico San Carlos Club, feudo de Los Sirex y de todo el rock y el pop catalán.
Como en tantos otros grupos, la oportunidad les va a surgir en los concursos cara al público organizado por las emisoras de radio. Van a ganar exequo con Los No el concurso La Hora de los Conjuntos de Radio Juventud, cuya final presentada por el famoso locutor José María Pallardó se celebra tras numerosas eliminatorias en el Casino de Badalona. Ahí serán fichados por la casa Columbia en la que publicarán su corta discografía. Su estilo es muy avanzado para ese momento, apostando por el blues y el rhythm ‘n’ blues, lo que supone la incomprensión de buena parte del público que acude a los bailes y que demandan mayores dosis de pachanguería; demanda a la que el conjunto no va a acceder.
En unas actuaciones por el sur de Francia, conocen los primeros discos de Spencer Davis Group, que va a convertirse para ellos en su referente estilístico, con su cantante, Jordi Querol, imitando de la mejor forma posible las formas vocales del entonces jovencísimo Steve Winwood. Precisamente la cara A de su single de debut es la primera versión en castellano de “Gimme some lovin´”.
Ya en 1967 van a grabar un EP realmente importante con temas como “Kansas City”, “Georgia on my mind”, “A whiter shade of pale”, etc. En realidad graban bastante más temas, siempre en la onda del rhythm ‘n’ blues británico y con una instrumentación que incluye órgano y algún instrumento de viento; sin embargo, el soñado LP nunca verá la luz. Su último trabajo discográfico es un sencillo publicado en abril de 1967.
En directo, su repertorio incluía viejos blues de T-Bone Walker, Muddy Waters o John Lee Hocker, por entonces totalmente desconocidos por estos pagos. Los Gp-Go pronto se granjean fama de raros e incluso un cierto malditismo planea sobre la formación, que evidentemente se estaba adelantando a su tiempo. Esta incomprensión general hace que en 1968 desfallezcan en su proyecto. El cantante Jordi Querol montará pronto Vértice, uno de los primeros grupos españoles de música progresiva, en el que contará como guitarrista nada menos que con Max Suñé.
En 1998, José Luis Alvárez quiso recuperar las grabaciones de este grupo para su sello Cocodrilo y se llevó la muy agradable sorpresa de que su batería, Tito Mitjans, había guardado copia de aquellas viejas grabaciones realizadas en 1966 y 1967, que nunca habían sido publicadas, editándolas en el LP: “Los Go-Go. Grabaciones y Rarezas” (Cocodrilo, 1998), en las que se evidencia, a pesar de los problemas técnicos, el buen hacer de este grupo catalán.
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