La Monja Enana nacieron a finales de los 90 por tres compañeros de estudios musicales, Ana, Juan y Julia, que tomarían su nombre de una canción de Intronautas incluida en su álbum “El Tercer Ojo” (Spicnic, 1998). Tras grabar su primera maqueta, “¿De Dónde Viene La Música?” (1998), Julia abandona el grupo y este se queda como dúo a partir de entonces. Aquella maqueta, que incluía canciones como “Gracita me telefoneó” o “Estrella fugaz” llegó al sello Elefant, por el cual fichan y al que están ligados hasta hoy.
Su primera referencia fue “Pídeme Un Deseo” (Elefant, 1999), que contaba con cuatro de las canciones de aquella maqueta más otras dos nuevas. La expectación que el grupo había generado con aquella demo a través de su radiodifusión -llegó a ser escogida mejor maqueta del año para los oyentes de «Diario Pop» (RNE3)-, propiciaron un gran interés por su primer lanzamiento oficial. Más allá de lo esperado, la revista británica Melody Maker escogió “Pídeme Un Deseo” como el «Single Of The Week» en uno de sus números del año 2000, poco antes de su cierre, y aunque el grupo ha confesado que no le supuso ningún espaldarazo, lo cierto es que, que aquí sepamos, fue el primer grupo español que lo consiguió; de hecho sigue siendo referencia inevitable al hablarse de este grupo.
Otro acontecimiento peculiar fue la mini-gira que dieron por Rusia a finales de 2001 y que les llevó por Ekaterimburgo, Izhevsk y Moscú. Por entonces Ana se ha incorporado también a Cola Jet Set, que cuenta con Felipe Spada (entre otros, ex-Los Fresones Rebeldes) a la cabeza, primero pareja y después marido de Ana. Esto no supone un descenso en la actividad de La Monja Enana, ya que en 2002 da a luz al proyecto ¡Qué Mutantes!, junto a Aviador Dro y L-Kan, mientras que en noviembre de ese mismo año sale a la venta un nuevo EP del grupo, “Un Cadáver Que Abre Un Ojo” (Elefant, 2002).
A pesar de que, como se ve, La Monja Enana no es un grupo especialmente activo, pues en cuatro años solo han lanzado dos EP y un split, el grupo tiene un buen puñado de canciones desperdigadas en multitud de samples, compilados, discos tributo, etc. Eso provoca la paradójica situación de que su primer recopilatorio llegue antes incluso de la publicación de su primer LP. Se trata de “Un Secret Terrible” (La Bulle Sonore, 2005), editado en Francia -primera referencia de su sello- y que meses después se expandiría en la edición mexicana por parte del sello Molécula.
Tras toda una década de espera, que se dice pronto, por fin se publica el primer álbum de La Monja Enana, «Humos y Espejos” (Elefant, 2008); su promoción les lleva a hacer las Américas, primero por México y EE.UU. ese mismo verano y en Lima en abril de 2010.
Aún catalogados bajo la inicialmente despectiva etiqueta de tonti-pop, lo cierto es que aquel movimiento quedó muerto y enterrado hace ya muchos años. Sin embargo, a su ritmo, La Monja Enana sigue adelante; probablemente gracias a la pretensión de usar el grupo, ante todo, como un divertimento personal.
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