21 Japonesas («veintiuna japonesas») fue un trío donostiarra formado por Txentxo Bengoetxea (guitarra, bajo y voz), Luis Camino (percursión) y Alfredo Beristain (guitarra) que, a finales de los 80, irrumpió en el panorama musical español con «Donde Ríen los Locos» (NOLA, 1987), un disco original y sorprendente de pop con una influencia africana bastante notable; algo definitivamente inusual en nuestra escena, pero que en el extranjero empezaba a causar furor, probablemente alcanzando en el «(Nothing but) flowers» de Talking Heads -lanzado en 1988- su exponente más representativo. A este disco le seguiría «Hombre de la Selva» (NOLA, 1989), de nuevo editado por el sello navarro, y de línea continuista.
La banda quizás se encontraba en su mejor momento, y Chris Blackwell, jefe de Island Records (Cat Stevens, Bob Marley), se fijó en ellos. Sin embargo, la alegría duró poco: la separación de Alfredo Beristáin y su posterior fallecimiento en 1991, fue posiblemente el mayor varapalo sufrido por la banda, que grababa en Londres su tercer trabajo, «El Paso del Tiempo» (Island, 1990). Este disco les proporcionó cierta proyección internacional, aunque nunca fue un grupo de masas.
El sonido del grupo comenzó a mostrar síntomas de agotamiento y tras la edición de un recopilatorio, «Antología» (NOLA, 1991), llegó en 1992 «El Mercado del Placer» (WEA, 1992), mucho más convencional y tras el cual Luis Camino abandonó la formación, pasando 21 Japonesas de trío a proyecto personal del propio Txentxo, quien firmaría «Fuego Dulce» (WEA, 1994).
Antes del adiós definitivo, Txentxo sacaría un recopilatorio –«Cerca del Aire (1988-2018)» (WEA, 2003)-, donde versionaba algunas de las canciones más importantes de la trayectoria del grupo, para inmediatamente después comenzar una carrera en solitario.
A día de hoy, 21 Japonesas son recordados como un grupo que hacían un pop elegante y original. Compartieron carretera con bandas como Golpes Bajos, Duncan Dhu, Nacha Pop, La Unión, La Dama Se Esconde o Kortatu y, además, pueden alardear de haber protagonizado una anécdota de lo más estrambótica: «En una ocasión nos encontramos con toda la primera fila llena de japoneses que no entendían nada de lo que pasaba pero que se lo pasaron en grande y nos siguieron en dos furgonetas en los siguientes dos o tres conciertos, por supuesto no paraban de sacar fotos y un par de años más tarde vino un equipo de TV japonesa para hacernos un reportaje y volvieron a seguirnos en varios conciertos… y volvieron a no entender nada«.
Accidentalmente o no -«las influencias latinas y africanas evidentemente estaban, pero la conciencia llegó cuando nos decían que mirábamos a África. Los análisis siempre los hemos hecho a posteriori y nos hemos negado a definir nuestra música como étnica» (El País, 11 de junio de 1992)-, lo cierto es que fue uno de esos grupos que introdujeron dichos sonidos al pop español, como Radio Futura hizo al igual con los ritmos latinos.
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