A principios del 2000 en Ferrolterra surgió un movimiento asociado al festival Felipop del que salieron formaciones como Quant o personajes como Boy Elliott –Daniel Alonso- o Roger de Flor –Rogelio Arias- que antepusieron sus predilecciones musicales apartándose de los cauces normales que rigen el mundo de la música actualmente. Basándose en el “do it yourself” autoeditaron sus discos para dar rienda suelta a su mundo interior sin maniobras dirigidas desde el exterior.
Tenemos que decir que Rogelio no es un recién llegado que se lanza a la canción de autor desplegando sentimiento y naturalidad. Sus inicios son típicos, comienza interpretando las canciones de sus músicos predilectos -Bowie, Dylan, Lou Reed, Burt Bacharach- y pronto pasan a ser atípicos: toca en una orquesta de verbena, forma el dúo La Sociedad Protectora del Hombre Mono con Cristóbal Veiga de Bang 74 –grupo de tributo a los Kinks-, se acerca al power pop y al garage con Bang 74 y a la bossa nova con la cantante hispano-argentina Alejandra Parada.
Su nombre hace referencia a un caballero templario y caudillo de la Corona de Aragón, su corazón medieval lo acerca en ese sentido a la lírica trovadoresca, dejando la trasmisión de sentimientos en un primer plano realmente emocionante. Estamos ante un verdadero superviviente que luchó contra viento y marea para poder rendirse en los brazos de su amada, la música.
Durante el 2006 lanza la maqueta “Canciones de Amor y Retranca” (2006) –seis canciones en las que se percibe el aroma de Cole Porter, Ray Davies, Jonathan Richman y Vainica Doble– y pone el ojo en la vida como una aglutinación de sentimientos encontrados, en la importancia de la amistad y en las heridas y caricias del amor. Muy interesante su adaptación del “Simple twist of fate” de Bob Dylan, rebautizado para la ocasión como “Una desconocida más”.
En el 2009 sale al mercado su primer largo “Naturalidad Silvestre” (Felipop, 2009), un disco concebido y desarrollado en la comarca de Ferrolterra en el que participan músicos y realizadores de la zona que se encargan de realizar los tres videoclips que acompañan el CD.
Además, Alberto Alonso elabora el largometraje documental “Roger de Flor: Naturalidade Silvestre” (2010), 105 minutos de conciertos, inéditos y entrevistas que sirven para ahondar en la figura de Rogelio Arias.
En 2011 llega “El Mundo Está Loco, Loco, Loco…” (Buhardilla, 2011). Doce composiciones grabadas en los estudios Anca (Neda, A Coruña) de Víctor Gacio y mezclado/masterizado en Casa de Tolos (Gondomar, Pontevedra) de Segundo Grandío (Siniestro Total) que toman el título de la mítica película de Stanley Kramer estrenada en el 63 con Spencer Tracy y Mickey Rooney protagonizando el reparto.
Dos años después llega «Roger de Flor presenta a: Os Silvestres» (Inquedanzas Sonoras, 2013). Aunque llevan ya unos años compartiendo escenarios, estamos ante el primer disco firmado por la asociación de Roger de Flor con Os Silvestres, es decir, Marqués das Vinhas, Sergio Galego y Cabe García.
Como indica el propio Roger, la idea es «reivindicar la música en gallego y el espíritu lúdico de nuestros directos«. En ellos impera la alegría, la “retranca y un espíritu naif, con guiños incluso al público infantil”. Se trata de un recopilatorio que conforman temas propios -“Os dous amigos”, “Non penso volver ver a TV”-, colaboraciones de otros artistas, adaptaciones al gallego -«Ana«, «Nada é tan importante«-, versiones (The Pogues, Pete Dello o Malcolm Scarpa) y varios temas nuevos, entre ellos, «Hai un lugar no Norte«. También hay aportaciones «silvestres» como la de Cabe García (con la acústica “Sesta campestre”) o la del Marqués das Vinhas (con “Ilealé”).
Para su presentación en directo cuentan con el contrabajista Óscar Painceiras y con las colaboraciones estelares y puntuales de Magín Blanco, O Neno Elliot y María Faltriqueira.
En 2015 llega «Apelón» (Feiticeira, 2015). “Comparto en este disco con vosotros algunas canciones fraguadas al calor de la lumbre, pequeñas chispas salidas de mi corazón, cuyo misterioso propósito sea, quizás, llevar al vuestro algo de esa calidez en la que fueron creadas” así lo presenta Roger de Flor. Diez nuevas composiciones al calor del fuego y el vino, más la adaptación del poema de William Blake, “Spring”, primera de las musicalizaciones del poemario de Blake, proyecto en el que Roger está trabajando y que aquí ofrece como adelanto.
Un trabajo grabado con Víctor Gacio, masterizado en los estudios Bajo Cero, que cuenta con la participación de gran cantidad de músicos, entre ellos su hermana Amparo Arias –aporta voz en “Estoupará” y coros en “Spring”-, Cabe García (guitarras, banjo), Sergio Galego (batería), Álvaro Lamas (steel guitar en “Libre al fin” y “Ferrol Vello”), Fran Rey (teclados) y al líder de Los Caramelos, Charlie Mysterio (guitarra eléctrica en “Canzone per Giulia” y “Marta”).
Nos encontramos con mucho intimismo y al mismo tiempo, mucho aperturismo, de hecho Roger presenta composiciones en gallego, castellano, inglés e incluso italiano. El título del disco es un homenaje a una calle de Mugardos, en la que el músico vivió durante más de un año y en la que compuso la mayor parte de las canciones del disco, al abrigo de una lareira (chimenea).
En 2017 se asocia con Charlie Mysterio (Los Caramelos) para dar forma a Os Peregrinos, y entregan «Canto Peregrino» (Elefant, 2017).
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