El nombre artístico del alma máter de Los Caramelos da muchas pistas sobre su escasa exposición a los medios y su desinterés en la fama: Charlie Mysterio. Porque eso es lo que son Los Caramelos, una banda misteriosa, casi fantasma, que sin embargo ha estado en activo durante tres décadas, y de la que nadie podría asegurar si están vivos o muertos (probablemente lo segundo).
Otro dato curioso sobre Charlie Mysterio es que, a pesar de lo extenso de su carrera, tan solo han publicado una referencia, «Los Caramelos 1988-1999» (Spicnic, 2002), en la que se recopilan las diversas grabaciones del grupo durante esos años. Spicnic, especialista en outsiders y bandas peculiares (en sus filas militaron Parade, Meteoro, Astrogirls, Alpino e Intronautas entre otros), fue la encargada de dar a la banda el reconocimiento que merecían con la edición de esta joya.
A su vez, otro gran apoyo (más moral que otra cosa) fue el del gran Juan de Pablos, que desde su humilde micrófono de Flor de Pasión programó las canciones del grupo, que se mueven exactamente en los mismos parámetros que el gusto del mítico locutor. Pero ya que no se puede decir mucho del origen, el desarrollo y el desenlace de Los Caramelos, lo propio será hablar de las referencias que se pueden extraer tanto de sus canciones como de las escasas entrevistas que concedió Mysterio. Así, nos encontramos con referencias y declaraciones de amor a la bailarina Isadora Duncan, a Errol Flyn, Franco Battiato, «Pulp Fiction» (1994) de Quentin Tarantino, Joe Meel, Joe Jackson, Las Vegas, el surf y el rock ‘n’ roll clásico.
Tras Los Caramelos, Charlie Mysterio formó Nebulosa. Actualmente forma parte de La Ruleta China de Fernando Márquez, El Zurdo, junto a Clara Collantes (Autonautas, El Palacio de Linares).
En 2014 Discos Walden lanza «Esconde Tus Alas en la Torre Fantasma» (Discos Walden, 2014). Diecisiete nuevas canciones de Los Caramelos más una versión de “Karen”, olvidadísima cara-B del primer single de los míticos Go-Betweens. Nos encontramos con pop de guitarras cargado de melancolía, en una línea que se acerca a Felt, a los propios Go-Betweens, e incluso a Television y Wire.
«Canciones enigmáticas y oníricas acerca de la noche, los amores fatales, los recuerdos de la infancia… o vaya usted a saber sobre qué tratan. También hay temas instrumentales, no podían faltar siendo marca de la casa. En general se percibe el poso del tiempo y una vena mas literaria, reflexiva y cuidada«, así describen el disco desde Discos Walden.
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