“Pablo Und Destruktion tiene una prótesis de titanio, nueve tornillos clavados de lado a lado en su brazo que cuando cambia el tiempo le provocan serias incomodidades. Es una persona abierta y habladora, coge confianzas rápido y se enfada mucho cuando alguien falta a la verdad. Le gusta la amistad, la libertad y el buen tiempo. No le gusta la injusticia, la maldad, ni los ninõs malcriados. Habitualmente se dedica a desatascar pozos negros en la ‘Comarca de la Sidra’, en Asturias, pero de vez en cuando también le da a la música y al verso”. Así se presenta el cantante asturiano, cuyo nombre real es Pablo G. Díaz. Un soplo de aire fresco en la escena nacional con una personalidad apabullante.
El pasado de Pablo lo encontramos en las formaciones Silencio Oso y Arroz, aunque también colaboró ocasionalmente con Fee Reega o Lomo Bajo. Como Pablo Und Destruktion se acerca a la canción astur y folk de autor con cadencia misteriosa y psicodélica. Sus canciones son ceremonias con vida propia, cantos íntimos cargados de sensaciones y pesares… de emoción desgarradora. Unos hablan de asturpsicodelia, otros de psicodelia post-punk envuelta en tonalidades folk… quedémonos con Pablo El Destructor.
Este proyecto en solitario surge en un concierto de Silencio Oso. Pablo había preparado el repertorio habitual pero tocaba solo, y decidió coger unas batidoras que había en el local de ensayo. En el concierto que daba en Talavera, utilizó los electrodomésticos como base rítmica, y encontró en ellos una manera ideal de fusionar folk y ruidismo. La idea fue madurando, y un año después adopta el alias de Pablo Und Destruktion para acercarse al folk desde el precipicio. ¿El objetivo? Enredarse en el arte, la política y la expresión popular en general… “A nosotros nos ha tocado vivir el crisol del mundo en red y el fin de las ideas, las religiones y las disciplinas artísticas tal y cómo existían en el mundo industrial. Yo no se muy bien hacia dónde va lo que hago, pero creo que mi ansiedad bipolar encaja en el mundo que habitamos”.
Pasa una temporada en Berlín, breve pero intensa, de hecho en su biografía afirma: “De Berlín a Morvís hay tan solo una descarga de adrenalina de distancia”. El caso es que Pablo se vuelve debido a un ataque de mala sangre y adrenalina que lo mantuvo tres días sin dormir y con las pupilas dilatadas de ira (la experiencia es contada en “Pupilas dilatadas de ira”). Después se relajó y se fue a vivir a la aldea de Morvís, en Villaviciosa. Allí pasa en soledad unos cuantos meses dando forma a su primer LP: “Animal Con Parachoques” (Pauken, 2012), editado por su propio sello, Pauken (Fee Reega, Modulok, Alberto Acinas, Vale Tudo…). La grabación trascurre en los Estudios Güelita, de Morvís, aunque las baterías de «Pupilas dilatadas de ira» fueron grabadas en Coruña por Roberto Mallo. El disco fue masterizado por Rafael Martínez del Pozo en Grabaciones de Campo, en Castro de Cepeda. Colaboran: Fernando Epelde (sintes en «Amigos» y «Pequeña retorcida«), Jesús Colino (bajo en «Gloria o barro» y «Pequeña retorcida«), Rafael Mallo de Triángulo de Amor Bizarro (batería en «Pupilas dilatadas de ira«) y Juan Casamayor (sintes en «Agujero«). Once cortes armados con punk, folk, psicodelia y electrónica con delays y loops.
Junto a la cantautora de origen alemán Fee Reega, se embarga en un “European Tour 2012” que inicia en Galicia, en la sala Cachán de Santiago de Compostela, y los lleva por Inglaterra, Austria, Alemania y la República Checa. El 9 de febrero del 2013 Pablo da un concierto en La Caja Negra de Oviedo. A ese concierto acude el responsable del pequeño sello Truco Espárrago: “En principio, Pablo nos iba a remitir el concierto por email a todos los asistentes. Algo salió mal, y yo no recibí el mío. Le escribí y le hablé de Truco Espárrago, y le dije que, si algún día quería editar algún trabajo pequeñito, un directo o algo especial, podíamos hacerlo juntos. Quedé con él un día en Gijón y tomamos un cafetín. Hablamos mucho rato, Pablo me contó que el de La Caja había sido el mejor concierto que había dado en cuanto a asistencia y muchas otras cosas, así que decidimos publicarlo. Y lo haríamos limitando el número de copias al número de asistentes al mismo. Quiero ver en ello una especie de reconocimiento, pero también de denuncia”. Así nace el cassette “La Caja Negra” (Truco Espárrago, 2013), una edición limitada a 53 copias.
En enero de 2014 llega su segundo disco: “Sangrín” (Discos Humeantes, 2014). Un disco que trae cambios importantes, la psicodelia lo-fi de su primera entrega da paso a un disco elaborado en formato banda, con pasajes líricos armados con piano y violín. Un trabajo visceral e hiriente que consigue penetrar profundamente en tu conciencia. Rock, poesía y sinceridad.
A finales de 2013 hace su debut en la ciudad condal de manos del dúo Medievo. De este fructífero encuentro sale la cuarta referencia del asturiano en forma de split: «Funeral de Estado» (Jacquard / Truco Espárrago / Pauken, 2014). Grabado con banda en directo por primera vez, Pablo sigue la senda de temas como «Limonov, desde Asturias al infierno» o «Pierde los dientes España» de su anterior trabajo y elabora unos temas con una melodía algo más compleja de lo que nos tiene acostumbrados, y a cantar con una energía como reclama sus composiciones para este artefacto sonoro.
En 2015 llega su tercer LP: «Vigorexia Emocional» (Marxophone, 2015). Un trabajo editado por Marxophone y grabado en su casa-estudio de Peón (Asturias) con Ángel Kaplan a la producción. Como músicos de acompañamiento nos encontramos con su banda habitual de directo: Javier Bejarano (guitarkua), Dani Donkeyboy (guitarra), Jose A. Rilla (bajo), Pablo Pravia (batería) y Sara Muñiz (viola). También entrega el split con Nacho Vegas, «Nacho Vegas / Pablo Und Destruktion: Laika #3» (Laika, 2015).
Un año después se edita un nuevo directo de Pablo, «Canciones Para Antes de Una Guerra» (La Secta, 2016). Diecisiete cortes grabados durante su actuación en el Teatro Lara de Madrid el 11 de junio de 2015. Destaca el final con el clásico «Pozu María Luisa» -“Santa Bárbara Bendita”-, en una versión muy emotiva, de corte oscuro y casi industrial, con los componentes de RaisaAñade este contenido ejerciendo de coro y con Nacho Vegas.
Su cuarto larga duración es «Predación» (Sonido Muchacho, 2017), un trabajo grabado con Paco Loco con el que el asturiano pone punto final a una etapa e inicia su particular epifanía místico-sentimental. Un disco reflexivo, que analiza muchos sentimientos y emociones tales como el miedo, el afecto, las creencias, las inquietudes espirituales, el cuerpo y la mente… y el amor.
Un año después presenta su primera novela: «La Bestia Colmena» (Hurtado y Ortega, 2018). Una novela-profecía que tiene mucho de mesiánica, aunque se barnice de humor en muchos momentos para rebajar la tensión y la grandilocuencia. Pablo juega con aspectos biográficos y autobiográficos para elaborar esta profecía de los tiempos nuevos, tiempos salvajes, que nos traerá el futuro cercano. Analiza esa sociedad-colmena tecnológica e hiperconectada de la actualidad, llevándola al extremo. La Bestia Colmena conjuga todo el vicio y perversión de la humanidad, todos su miedos, taras y defectos. Los Estados-nación, las redes sociales y los transhumanistas 2.0 la vertebran; pero llega un momento que hay que combatirla, reuniendo para ello la flor y nata del lumpen proletario.
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